DOMINGO

Enrique Galván Ochoa

Los vikingos desbancan a Estados Unidos en riqueza

Un profesor gana 20 mil a la quincena

China: las tres hermanas

Infidelidad: las razones de la mujer

CUANDO DE VIVIR bien se trata, de ganar dinero, lo que los economistas harvardianos e itamitas llaman el ingreso per cápita, el país más rico del mundo no es Estados Unidos. Tampoco Japón ni Alemania. Es Noruega, la monarquía hereditaria y parlamentaria de los vikingos, en el norte de Europa. Un profesor de primaria gana el equivalente a 20 mil pesos mensuales, contra los 2 mil que araña un pobresor mexicano después del descuento para los cuentos de la maestra Elba Esther. El secreto de su prosperidad está en una equilibrada economía mixta: el petróleo, la electricidad y demás recursos primarios son manejados exclusivamente por el Estado; de ese límite para allá, todo está en manos de empresas privadas. Los vikingos descubrieron su petróleo hace apenas 30 años y en sólo tres décadas saltaron de la pobreza a su prosperidad actual. Vean en el siguiente cuadro el ingreso anual de los ciudadanos de los cinco países más ricos del mundo y, muy lejos de ellos, el nuestro. Son dólares:

"UNA AMABA EL dinero, otra amaba el poder, otra amaba a China", narraban los ancianos. La primera contrajo matrimonio con H. Kung, el hombre más rico de su época, la versión oriental de Carlos Slim. La que amaba el poder casó con el general Chiang Kai-Shek, que se convertiría en el hombre fuerte de Taiwán. La tercera desposó a Sun Yat-Sen, el líder que liberó a la nación de la dinastía Manchú. Aparentemente ya todos habían muerto, pero una nota que apareció la semana pasada en la prensa nos recordó a la que amaba el poder: madame Chiang Kai-Shek. Era la única sobreviviente; el jueves había muerto plácidamente en su departamento neoyorquino a la edad de 105 años. Se le recuerda como una mujer perfectamente corrupta y perfectamente autoritaria. Gobernó en pareja con el general Chiang Kai-Shek la isla con la que se quedaron después de haber sido echados de China continental por el presidente Mao. Los millones de dólares que los americanos enviaron a la pareja para contrarrestar el "fantasma del comunismo" fueron a dar a la cuenta bancaria familiar.

La infidelidad

UNA ENCUESTA CONDUCIDA por sicólogos de la Universidad de Vermont entre 180 matrimonios revela que 98 por ciento de los hombres y 80 por ciento de las mujeres dijeron tener fantasías sexuales con otras personas, en la mayoría de los casos con personas muy cercanas a su vida: un cuñado, la concuña, la prima, el lechero. Una investigación más profunda reveló que un número importante de los encuestados había rebasado los límites de la imaginación y, efectivamente, había tenido algún amorío por ahí. Moraleja: mujeres y hombres son casi igualmente infieles. Pero ¿cuál es la causa o las causas más frecuentes de la traición amorosa? En el caso de los hombres prevalece -quizá injustamente- la hipótesis de que cualquier escoba con faldas nos hace caer en tentación. En el de las mujeres se hallaron dos causas frecuentes: 1) La revancha. Muchas mujeres dijeron que le fueron infieles a su marido después de que le cayeron en las uvas y 2) La autoestima. Otras expresaron que sentirse amadas y admiradas por una persona distinta al esposo las motivaba a bajar de peso, a vestirse bien, a "verse bonitas". Eso dicen los sicólogos de Vermont. ¡A la Vermont!

Lillian es fiel

UNA QUE OTRA resulta fiel... cuando menos a la memoria de su marido. La viuda de Walt Disney, Lillian, puso en marcha en 1988 -ya transcurrieron tres lustros- la construcción una gran sala de conciertos en Los Angeles, no muy lejos de Disneylandia. Era un homenaje al creador del Pato Donald y el Ratón Miguelito. El proyecto anduvo dando tumbos; requería una inversión extraordinaria. Finalmente fue inaugurado la semana pasada y salió caro: 274 millones de dólares. Toda la gente nice de Los Angeles se dio cita en la inauguración. La Sinfónica de Los Angeles ofreció un programa de lujo, con música de Mozart, Stravinsky y Charles Ives. Les faltó incluir algún arreglo de José Alfredo Jiménez, para hacer justicia a los millones de mexicanos que han dejado millones de dólares en la caja registradora de Disneylandia.

@ e-Vox Populi

ASUNTO: MISOGINIA

Quiero compartir contigo mi malestar por estar oyendo y leyendo que cualquier crítica al grupo "plural e incluyente" de mujeres políticas que buscan el poder se interpreta como expresión de misoginia y sexismo. A riesgo de ser tachada de misógina (aunque me considero feminista y, por tanto, no estoy en contra de que se reúna un grupo de mujeres plural e incluyente y tampoco de que quieran el poder), la presencia de la señora Marta y de la maestra Elba Esther me hace escéptica acerca de sus verdaderas intenciones. Me parece que se está abusando de la acusación de misoginia a todo aquel o aquella que no esté de acuerdo con ellas. Son dos pájaras de cuenta que, como dice René Avilés Fabila en una de sus novelas, son "aves que cruzan el pantano y lo dejan peor, su plumaje es de ésos". Yo me reservo el derecho de admisión, pues la verdad estas mujeres, y juntas, sólo difuntas.

Dra. Marisa Fernández

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R: Querida doctora Fernández: ¿alguien te hizo enojar, amaneciste de malas o qué onda?

-No, no me hicieron enojar ni amanecí de malas, es que me saturaron con sus acusaciones de misoginia a diestra y siniestra. Estoy de acuerdo con algunas de sus quejas, pero me parece que exageran. Ahora que te confesaré que tanto la "primera dama" como la "primera maestra" me dan urticaria. Saludos.