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México D.F. Jueves 30 de octubre de 2003
ASTILLERO
Julio Hernández López
La cándida consejera y su jefe desarmado
López Obrador y el poder de su firma
Colima: el porrismo castigado
ANDRES MANUEL LOPEZ Obrador se ha topado consigo mismo. Ya antes había tenido un aviso, cuando la cola salinista de dos de sus nuevos aliados había asomado en el caso del Paraje San Juan (del que de inmediato se deslindó el par de ingeniosos conversos al pejelagartismo: Manuel Camacho disfrazándose de modesto burócrata que simplemente cumplía órdenes superiores y Marcelo Ebrard apostando al truco tan sabido de las firmas intencionalmente diferenciadas). Ayer, sin embargo, cuando más engolosinado estaba el tabasqueño con los altos réditos futuristas del asunto que de hecho estaba significando el arranque de su campaña para llegar a Los Pinos fue Ƒenterado? por los medios de que el año pasado había firmado documentos con los que su gobierno daba legitimidad al proceso de pago de la indemnización del paraje más famoso del país. De por sí que ya le había ido bajando a la estridencia y la fogosidad declarativas a partir de una entrevista con el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el crítico literario de ocasión Mariano Azuela. Pero ayer sí de plano patinó el normalmente esquivo y taimado pejelagarto. Al principio había tratado de eludir el planteamiento concreto que le hacía Ella Grajeda, de El Universal, sobre dos documentos que Enrique Arcipreste del Abrego había exhibido y con los que el gobierno capitalino estaría dando desde el año pasado legitimidad jurídica al proceso que ahora apasionadamente impugnaba (cuatro días después del escándalo del 2 de octubre y la satanización de los chavos punk desde oficinas lopezobradoristas, asunto ese que pareciera haber quedado en el olvido gracias a la oportuna detonación del argüende sanjuanero).
NO, EL NO había dado esas instrucciones ("se han reunido los elementos necesarios para la valuación del monto e indemnizar al quejoso", habría dicho, en oficio firmado, a la juez Gabriela Rolón, a la que meses después pediría investigar por presunciones de corrupción). Y es más, fíjense señores periodistas, que no lo van ustedes a creer, pero antes iban "en las mañanas" a las pejeoficinas "muchos gestores, 'coyotes', bueno hasta personajes famosísimos; hasta que dijimos: para afuera los 'coyotes' y ya, ya no vienen". Sin embargo, los reporteros no se fueron con el cebo de los tales "coyotes": "ƑPero nunca firmó nada respecto al paraje?", inquirió Manuel Durán, de Reforma. Respuesta: "No". "ƑNi ordenó nada?", preguntó Verónica Méndez, de W Radio, al mismo tiempo que Carmen Jaimes, de Televisa, planteaba: "ƑNi el avalúo, tampoco?" Respuesta: "No". Y ya se iba a desviar la preguntadera hacia la Convención Nacional Hacendaria cuando López firmador trataba de meter reversa en la máquina del tiempo: "A ver, Carmen (Jaimes, de Televisa), nada más espérame un ratito. Voy a revisarlo, porque yo también firmo cosas que me manda la consejería. Pero no sé. O sea, lo voy a revisar". No había pasado ni un minuto de que dos veces había dicho "no" con fuerza y sin agregar una sílaba más y ya estaba aceptando que sí había posibilidad de que hubiera firmado los documentos de su desgracia: "Sí, por...", dijo primero, sin terminar la explicación, y luego, ante otra pregunta, concedió: "Puede ser, sí", y terminó ya de plano afirmando: "Sí, sí existe la posibilidad, porque la Consejería Jurídica me pasa los asuntos que tengo que firmar. Viene nada más una firma siempre, de la consejera, antes, que me da la seguridad de que puedo firmar. Pero lo voy a ver, lo voy a checar". Más tarde, la consejera jurídica, María Estela Ríos González, aceptaría que su jefe había firmado un oficio para ordenar avalúos y pagos relacionados con el Paraje San Juan. Con virtud digna de elevación a los altares, explicó que las firmas oficiales estampadas en febrero y en noviembre de 2002 habían sido hechas "de buena fe" (la bondadosa funcionaria Ríos González se tituló en la UNAM como abogada y como maestra en ciencias políticas; es miembro y fue dirigente de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos; especialista en derecho laboral y, como tal, asesora de sindicatos independientes).
šCRASH! LA ELABORACION argumental de López Obrador contra las triquiñuelas de los malvados jueces se estrellaba contra el poder de su firma. Y ni modo de exigir ahora la creación de una comisión que investigara a la cándida consejera y su jefe desarmado. O presionar a Vicente Fox para que intercediera ante la Suprema Corte y se revisara el prodigioso caso de las personalidades desdobladas. O pedir asesoría al despacho de grafoscopía Ebrard Mont Blanc para denunciar falsificación de garabatos de identidad. O proponer a los jueces que una firma oficial pueda ser contrarrestada por cientos de miles de firmas de apoyo o por marchas y mítines proselitistas. O acusar al chupacabras de disfrazarse de pluma fuente movible a distancia, suplantadora de pejevoluntades justicieras. Apenas el pasado 6, López Obrador se declaraba indestructible. Es posible que ayer haya comenzado a interesarse por la historia del Titánic.
ASTILLAS: EN COLIMA SE han vivido seis años de corrupción y arbitrariedades, luego que Fernando Moreno Peña hubiese instalado en el gobierno del estado las costumbres mafiosas con las que ha mantenido el control de la Universidad de Colima (donde, al estilo echeverrista, se corteja a periodistas, intelectuales y opinantes en general, a cuenta de congresos, conferencias y otro tipo de actividades "académicas" que suelen tener como compensación el disfrute de las playas de Manzanillo a cuenta del erario, creando así la imagen para consumo exterior de una universidad abierta a la polémica, "progresista" y moderna). El porrismo convertido en gobierno tuvo como pieza represora de increíble impunidad al procurador Jesús Sam López, de triste fama nacional desde sus años de jefe policiaco de la capital del país. A la hora de la sucesión, todo ese aparato político-policiaco fue puesto al servicio de un candidato a modo, Gustavo Vázquez, virtual títere del don Moreno Peña. Ayer, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, tomando en cuenta las evidentes y burdas formas de intervención del gobernador en favor del candidato priísta, declaró nulas las elecciones en que el cacicazgo fernandista pretendía sostenerse. El Congreso colimense (la esposa del todavía gobernador Moreno Peña, la señora Hilda, es diputada local) deberá nombrar a un mandatario interino que a su vez deberá convocar a nuevas elecciones. Sin embargo, el imperio porril sabrá sortear el golpe de ayer si la mayoría colimense continúa sumida en el miedo y si dirigentes partidistas de oposición (sobre todo la escisión priísta que luego pasó al PRD, con Socorro Díaz como gran ganadora) privilegian las minucias y dejan pasar la oportunidad de darle a aquella entidad mártir una posibilidad de refrescante y urgente cambio... Y por hoy es todo, mientras Adolfo Aguilar Zinser continúa explicando la doctrina mexicana de política exterior basada en comer camote o dejar de hacerlo... Fax: 5605-2099 [email protected]
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