México D.F. Jueves 30 de octubre de 2003
ENTREVISTA /RAUL GONZALEZ
APAOLAZA, SECRETARIO DE EDUCACION DE HIDALGO
''Hay una degeneración del normalismo rural''
EL ESTADO YA NO NECESITA PROFESORES; MIL 500 CARECEN
DE EMPLEO, INDICA
El funcionario afirma que el cierre del internado de
El Mexe se debe, más que a razones económicas, a cuestiones
''de orden''; acusa a los inconformes de ser minoría y de promover
el autogobierno
CLAUDIA HERRERA Y CARLOS CAMACHO ENVIADA Y CORRESPONSAL
Pachuca, Hgo., 29 de octubre. Raúl González
Apaolaza, secretario de Educación de Hidalgo, afirma que el internado
de la normal rural El Mexe se cerró porque el sistema provoca la
''degeneración'' de la juventud. Acusa a los alumnos inconformes
de ser alcóhólicos, de propagar una "epidemia de enfermedades
venéreas" e inclusive de haber violado a sus compañeras.
También afirma que esta escuela -fundada hace 77
años- es cuatro veces más cara que el promedio de las cinco
normales de Hidalgo, pero el rendimiento escolar es de los más bajos
del estado. Además, advierte que en la entidad no se requieren más
docentes de primaria: ''Si cerráramos ahora todas las normales no
tendríamos problemas, porque hay mil 500 maestros de primaria desempleados'',
asegura.
El
funcionario aconseja a los alumnos de El Mexe que acepten vivir en casas
de asistencia con los 2 mil pesos que el gobierno estatal les entregará
cada mes. Sin embargo, dice que en su juventud estuvo internado en una
universidad en San José, California, y que en esa época el
problema del consumo de ''drogas era terrible'', y por esa razón
se cancelaron muchos internados estadunidenses.
Acusa al Partido de la Revolución Democrática
(PRD) en Hidalgo de estar apoyando a los más de 400 alumnos que
llevan casi dos meses atrincherados en la escuela para evitar que desaparezca
el internado, y minimiza las protestas: ''cada día tienen menos
gente'', asegura.
La crisis en la escuela resurgió el 26 de agosto,
cuando el comité estudiantil -que ha sido señalado como promotor
de un autogobierno- desconoció al director del plantel León
Mejía Ortiz. Según los alumnos, el funcionario no cumplía
con sus funciones. Las autoridades por su parte aseguran que la inconformidad
se debió a que algunos dirigentes estudiantiles habían sido
reprobados y exigían la modificación de sus calificaciones.
El 27 de agosto, director, docentes y trabajadores administrativos
abandonaron las instalaciones, y semanas después se dio el anuncio
de la suspensión del internado para los casi 500 alumnos y el inicio
de trabajos en una sede alterna en Pachuca para un centenar de jóvenes
de nuevo ingreso que se inscribieron con la oferta de una beca de 2 mil
pesos mensuales.
La tónica de los días siguientes ha sido
movilizaciones (marchas, retención y quema de vehículos,
entre otras formas de protesta), enfrentamiento con las fuerzas públicas
y mesas de diálogo que no han arrojado resultados.
En entrevista con La Jornada, González Apaolaza
opina sobre los problemas en esta escuela, visión que ya le ha acarreado
críticas de egresados y vecinos de la escuela, que se quejan de
la ''satanización'' a los alumnos.
Para el funcionario el normalismo rural no existe. Dice
que en su momento cumplió las expectativas: formó profesores
destacados y muy queridos en las comunidades. ''Pero eso ha cambiado: las
escuelas llevan el nombre, pero los planes de estudio son de cualquier
normal; los alumnos no tienen conocimientos de producción agropecuaria
y tampoco hay plazas especiales para ellos'', indica.
Para ilustrar que es una política nacional, explica
que actualmente la SEP pretende reformar el sistema de educación
normal en México, pero ''nadie está proponiendo que regresemos
al normalismo rural''. Las razones son dos: que la población rural
ha decrecido y que -según el funcionario estatal- en todo el país
está resuelto el problema del magisterio, y da como ejemplo el caso
de Hidalgo, donde la cobertura en primaria es de 97 por ciento y en secundaria
de 96.
Acerca de las quejas de los normalistas rurales, de que
su empleo es ocupado por instructores comunitarios de Conafe, mal pagados,
con estudios de secundaria o bachillerato, responde: ''Pueden tener razón
cuando se quejan de eso, pero la normatividad dice que para grupos de tres
a ocho alumnos no se puede asignar a un profesor con plaza. De todos modos
los instructores de Conafe no llegan a mil en Hidalgo, y si los sustituyéramos
con docentes desempleados todavía nos sobrarían profesores".
-¿En que sustenta su aseveración de que
el normalismo rural desaparició, si existen todavía 17 escuelas
de este tipo reconocidas por la SEP?
-Lo que existe es una degeneración del normalismo
rural. Los alumnos de El Mexe asisten a clase uno de cada tres días.
Ningún director quiere que trabajen en sus escuelas, porque son
irresponsables y quieren manejarse como si estuvieran en la normal.
-¿Por qué no ha instrumentado una reforma
para superar estos problemas?
-Porque hemos cedido a las presiones de los estudiantes.
Nos ha faltado autoridad, firmeza para acabar con al desorden.
-¿A qué le llama desorden?
-En la institución hay violaciones y abortos. Puedes
hablar con las muchachas que afirmaron eso (en referencia a dos estudiantes
que hace dos semanas ofrecieron una conferencia de prensa organizada por
la secretaría). Dicen que las compramos, pero eso no es cierto.
Además los propios estudiantes han expulsado como a 40 de ellos,
porque no acatan lo que dice el comité estudiantil.
-Usted también acusa a los alumnos de tener problemas
de alcoholismo. ¿No es exagerado acusarlos cuando en todas las escuelas
ocurre ese problema?
-Es que si no se pone un hasta aquí quién
sabe dónde acabe esto. En la normal hay una epidemia de enfermedades
venéreas. Lo sabemos por los doctores. A lo mejor si dura más
años llegaría a ser sida. Pero alguien tiene que hacer algo.
¿O porque son adultos hay que dejarlos ahí?
-¿No es mejor darles educación sexual?
-No nos dejan; es un autogobierno. No van a aceptar nada
que yo proponga, porque hay un rechazo a las autoridades; piensan que lo
que proponga trae jiribilla.
-Entonces, en su opinión, ¿el internado
ya no tiene razón de existir?
-No estoy de acuerdo con los internados. Muchas de las
razones de la degeneración que hay en los jóvenes, no hablo
de degeneración sexual, sino de actitudes, es por los internados.
Los internados se hicieron para jóvenes que salían de la
secundaria, que tenían 14 o 15 años. Pero ahora estos muchachos
tienen 24 o 25.
-¿Qué opciones tendrán los jóvenes
de regiones apartadas, como la Huasteca o la sierra?
-Pueden vivir en una casa de asistencia. Yo soy el ejemplo:
millones de personas hemos estudiado una carrera y vivimos en una casa
de asistencia manejados por los principios que nos dieron en nuestras casas.
-¿Cuántos recursos se va a ahorrar con el
cierre del internado?
-Cada alumno cuesta 6 mil 300 pesos; en total son más
de 30 millones... Pero el criterio no es económico, sino de poner
orden. No estoy en contra del normalismo rural; mi formación es
politécnica y viene de la educación socialista y todo eso,
pero estoy en contra del desorden. El Politécnico pasó por
una época así en 1959 y cerró el internado. Gracias
a eso, en los sesenta se convirtió en una extraordinaria institución.
-¿Tiene algún proyecto para El Mexe?
-Estoy dispuesto a revisar el futuro de la normal, y si
hay consenso de que es necesario volver al normalismo rural lo proponemos
a la SEP. Pero eso no quiere decir que se vaya a hacer, porque si la SEP
no lo aprueba no tendrá validez. En lo que no estoy de acuerdo es
en seguir formando profesores de primaria sin ton ni son, porque los estamos
frustrando; no tienen trabajo.
-¿Qué van a hacer ante el enojo de los pobladores
del municipio de Francisco I. Madero, que rechazan el cierre del internado?
-La gran mayoría de los pobladores no está
de acuerdo con los estudiantes. Para mí el triunfo del PRI en el
municipio -que antes era gobernado por el PRD- es una demostración
de que la gente rechaza la normal.
-O sea que no se van a mover de su posición
-No hay marcha atrás.
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