México D.F. Viernes 31 de octubre de 2003
Ultimo día en el Instituto Federal Electoral
Los consejeros salientes entregaron oficinas y aún no hay humo blanco
ALONSO URRUTIA
Cuando los consejeros salientes aún sacaban pertenencias de sus oficinas, entregaban los teléfonos celulares y las llaves de los automóviles, y firmaban los documentos que los liberaban de responsabilidades administrativas, aún no había idea de quiénes serían los próximos integrantes del Consejo General del IFE.
Con la prudencia que obliga el momento y la intención de no atizarle más a los desacuerdos por la designación del nuevo órgano directivo, algunos consejeros prefirieron no hacer pública su convicción de que la negociación en la Cámara de Diputados es, sencillamente, ''un horror''.
Sugieren no repetir este procedimiento de cuotas partidistas y proponen un esquema más afín a las juntas de gobierno académicas, en las que existe un proceso de auscultación de las propuestas y prácticamente ya hay un acuerdo a la hora de la decisión final.
Relajados, escépticos casi todos acerca de que pudieran continuar en el cargo, los consejeros preparan su reinserción en la academia. Alonso Lujambio retornará al Instituto Tecnológico Autónomo de México para impartir cátedra de ciencia política y transformaciones institucionales; nunca más, dice entre bromas y veras, ''algo que tenga que ver con la fiscalización''.
Mauricio Merino piensa regresar a la investigación, al Centro de Investigación y Docencia Económicas; Cárdenas se reincorporará a la UNAM, en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, y José Barragán retomará sus investigaciones sobre la reforma estructural y el federalismo, tema que maneja desde hace años.
Barragán es el único que afirma que no hay que abandonar el barco hasta que haya quien los releve. Preocupado por la incertidumbre que aún prevalece en el proceso de conformación del nuevo consejo, señala que la responsabilidad implica garantizar el relevo. Por lo pronto todavía ayer preparaba un oficio dirigido al secretario ejecutivo del IFE, Fernando Zertuche, donde externaba su preocupación porque algunas observaciones de auditores externos relacionadas con el manejo de las cuentas bancarias aún no se habían conrregido.
Día de despedidas, donde hubo más nostalgia y preocupación entre los asesores que entre los consejeros, que remataron su relación institucional con una comida privada.
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