México D.F. Viernes 31 de octubre de 2003
Presentaron el libro Sin maíz ho hay país
Llamado de alerta sobre la precariedad en el campo
Continúa exposición en el Museo de Culturas Populares
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
Más que el nombre de una exposición, la frase ''sin maíz no hay país" se convierte en llamado de alerta ante la situación de los campesinos mexicanos, quienes en los últimos años, y sobre todo por causas económicas, han debido abandonar el campo y ahora se enfrentan, además, a la introducción de granos transgénicos. ''Los estallidos sociales están a la vuelta de la esquina", advirtió el poeta Juan Bañuelos en la presentación del libro Sin maíz no hay país, que se realizó el miércoles en el Museo Nacional de Culturas Populares.
Bañuelos, premio Nacional de Poesía e integrante de la desaparecida Comisión Nacional de Intermediación (Conai), destacó: ''Sin maíz y sin paz en Chiapas no habrá democracia en México. Con discriminación y racismo de más de 500 años para la sabiduría de los primeros pobladores del país no habrá ninguna modernidad alternativa, y sin un recuento ecológico y político de los indígenas de México seguirá prevaleciendo el abuso de la tecnología que hoy provoca grandes incendios en México y Estados Unidos. La importación del maíz, sobre todo del país del norte, no resolverá el hambre que priva en el campo mexicano".
El texto, publicado por la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, completa el proyecto que comenzó con la exposición Sin maíz no hay país, que se presenta en el Museo Nacional de Culturas Populares desde mayo pasado. Se incluyen ahora el libro, el folleto Los cien años del maíz y un breve catálogo con las cédulas de la muestra.
Para Juan Bañuelos el libro Sin maíz no hay país "nos recuerda el maíz como presencia de vida para México. Nos hace recapacitar que el papel histórico del capitalismo es destruir la historia, inclusive la historia de la humanidad, cortar cualquier vínculo con el pasado y anclarnos en una realidad presente que nos anonada y que no vemos el futuro. Estas son la física y la metafísica del capitalismo global que nos quieren imponer".
Importancia de la gramínea
Gustavo Esteva, quien junto con Catherine Marielle coordinó el volumen, destacó que ''decir sin maíz no hay país es un acto político con una llamada de alerta, porque está en peligro el centro mundial de origen del maíz (...) De alguna manera se pretende que seamos un país sin maíz y entonces dejaremos de ser país, si dejamos tener ese maíz dejaremos de existir y esto no sólo significará que seamos la colonia pobre de Norteamérica, sino que nos convertiremos en una sociedad que ha perdido sus mejores razones de ser, su manera propia de ser, de existir".
Para resaltar la importancia del maíz, Esteva señaló que una cuarta parte de los productos que se compran en un supermercado están elaborados con ingredientes o derivados del grano, incluidas gran parte de las medicinas. En Brasil, muchos automóviles circulan con gasolinas producidas con maíz, mientras que la industria estadunidense de refinación del maíz estima que el año 2010 se habrán generado 10 mil líneas de productos a partir de esa gramínea.
La exposición Sin maíz no hay país concluirá el 31 de diciembre; sin embargo, ya se hacen muestras sintéticas de ella en provincia y se prevé presentarla en Estados Unidos y Centroamérica.
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