México D.F. Lunes 1 de diciembre de 2003
Según el Pentágono, fueron abatidos 46 iraquíes; la prensa independiente no lo pudo corroborar
Fuerzas de ocupación "repelen múltiples emboscadas" en Irak
En más enfrentamientos mueren 2 soldados estadunidenses, dos sudcoreanos y un colombiano
Noviembre, el mes más sangriento para los invasores; sufrieron más de 100 bajas
REUTERS, DPA, THE INDEPENDENT Y AFP
Bagdad, 30 de noviembre. Los enfrentamientos de las últimas horas entre la resistencia iraquí y las fuerzas de ocupación dejaron 46 iraquíes, dos soldados estadunidenses, dos sudcoreanos y un colombiano muertos, todo esto al terminar noviembre, el mes más sangriento desde que Estados Unidos ocupó Irak.
Soldados estadunidenses mataron a 46 iraquíes y capturaron a ocho, en una serie de intentos de emboscadas contra caravanas militares en Samarra, 120 kilómetros al norte de Bagdad, aseguró el teniente coronel William MacDonald a los periodistas, que no pudieron corroborar el reporte de manera independiente, según destacó BBC.
"La cuarta división de infantería repelió múltiples emboscadas," indicó MacDonald, quien explicó que al menos 18 atacantes, cinco soldados estadunidenses y un civil que viajaba con las tropas resultaron heridos. El militar agregó que en las emboscadas contra varias caravanas se utilizaron morteros, granadas y fusiles. Tres edificios desde los que disparaban los atacantes quedaron destruidos por el fuerte contrataque estadunidense, señaló MacDonald.
De acuerdo con el parte militar, algunos de los atacantes vestían atuendos de los fedayines, una milicia formada por el ex presidente iraquí Saddam Hussein antes de que fuera derrocado por las fuerzas de ocupación liderada por Estados Unidos.
"Esta es la mayor (emboscada) contra nuestra nuestra unidad desde que estamos en esta área", señaló MacDonald, pero no precisó si estaban vinculadas con los atentados de los últimos dos días contra civiles extranjeros en la zona de Tikrit y Samarra, donde la cuarta división tiene su base. Ambas ciudades están situadas en el centro de Irak, donde se ha concentrado la mayoría de ataques contra las fuerzas extranjeras.
Por otro lado, tres iraquíes murieron tras la explosión de una bomba que instalaban en una ruta por la que habitualmente transitan vehículos militares estadunidenses en la región de Hawijah, al oeste de Kirkuk, informó la policía.
Mientras, soldados estadunidenses en Bagdad realizaron un operativo denominado Cobra, durante el cual inspeccionaron casas en el barrio de Azamiyah, predominantemente musulmán sunita, en busca de armas y artefactos explosivos; 500 elementos bloquearon dos secciones de dos carreteras al sur de la capital y revisaron mil 500 vehículos.
A su vez, dos soldados estadunidenses fueron abatidos cuando un grupo rebelde atacó un convoy militar estadunidense en el oeste de Irak. Un tercer soldado resultó herido. El ataque, en el que los agresores utilizaron lanzagranadas y armas cortas, ocurrió al mediodía del sábado al este de la ciudad de Husaiba, cerca de la frontera con Siria, pero no se conoció hasta hoy.
Con este incidente, asciende a 192 el número de soldados estadunidenses muertos desde que el presidente George W. Bush declaró el fin de los principales combates el pasado primero de mayo. La cifra de soldados estadunidenses abatidos en Irak durante noviembre se eleva a 100 -más que en marzo o abril-; 88 perdieron la vida por fuego hostil.
De este modo, el mes que concluyó se convierte en el más sangriento para las fuerzas invasoras; en las bajas se contabilizan: 81 estadunidenses; 17 italianos que murieron tras un atentado con coche bomba en su cuartel en la ciudad de Nasiriya; un soldado británico, que murió en un accidente de tránsito y un polaco que murió cuando su convoy fue atacado. La víspera siete agentes de inteligencia españoles y dos diplomáticos japoneses murieron en ataques separados.
La administración del presidente George W. Bush considera que las agresiones contra objetivos no estadunidenses representan un cambio deliberado en las tácticas de la resistencia iraquí, las cuales tienen como objetivo golpear a las fuerzas invasoras en su lado más débil.
Y es que este fin de semana fueron abatidas más de una decena de personas originarias de cuatro países y vinculadas con los ocupantes en Irak, durante emboscadas que al parecer estuvieron muy bien planeadas y coordinadas.
Dos sudcoreanos murieron hoy y otros dos resultaron gravemente heridos en un ataque en una carretera principal cerca de Tikrit, norte de Irak, anunció la cancillería sudcoreana. El encargado de negocios de ese país en Bagdad, Son Se-ju, explicó que las víctimas, cuya identidad no se precisó, trabajaban en un proyecto de cableado eléctrico cerca de Tikrit, ciudad natal de Hussein.
El canciller de Corea del Sur, Lee Soo-Hyuk, indicó que es prematuro considerar si la muerte de los dos sudcoreanos afectará la decisión de enviar más tropas a Irak. La nación asiática tiene desplegados 700 soldados.
El premier japonés, "furioso"
La muerte de estos dos asiáticos se agrega al asesinato ayer de dos diplomáticos japoneses. Al respecto, el primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi, expresó que estaba "furioso" por la muerte de dos de sus compatriotas en Irak e insistió en que Tokio continuará con su "responsabilidad de proporcionar ayuda humanitaria para la reconstrucción. Japón no se rendirá ente el terrorismo", agregó, pero no quiso decir si el ataque retrasaría el controvertido envío de tropas a la nación ocupada.
El general de brigada Mark Kimmit confirmó la muerte de un ciudadano colombiano (sin mencionar su identidad) en una emboscada sufrida en las cercanías de Balad, ciudad ubicada 50 kilómetros al norte de Bagdad. El colombiano muerto estaba en Irak como contratista de una subsidiaria de la compañía Halliburton, que fue presidida por el ahora vicepresidente estadunidense Richard Cheney. Además resultaron heridos otros dos hombres que viajaban con la víctma. El gobierno colombiano no ha recibido información oficial de que un civil haya muerto en Irak, aseguraron a Afp voceros gubernamentales.
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