APRENDER A MORIR

Hernán González G.

Acción y reacciones

A ESTA COLUMNA llegaron varios correos con motivo de las consideraciones sobre suicidio y salud mental hechas en la entrega anterior (17/11/03). Como la mayoría de los autores solicitaron que su nombre fuese omitido y habida cuenta de que la agudeza de las opiniones importa más que el crédito de los opinantes, accedo a esa petición anteponiendo el interés del lector.

UN SICOANALISTA: "COMO dijera Artaud, 'nadie se suicida solo'. Luego, puede afirmarse que el suicidio del señor Silveti tuvo coautorías diversas, entre otras su historia familiar, los valores del medio profesional al que pertenecía y los de instituciones religiosas con las que simpatizaba. Igualmente esa muerte voluntaria puede ser vista como metáfora de un oficio desahuciado por la sociedad o como una actividad seudoartística cuyos niveles de percepción orillan a matarse a quienes rebasen ciertos niveles de expresión".

UNA LECTORA REFLEXIVA: "Interesante la referencia que hace al libre albedrío del torero Silveti para quitarse la vida, una vida que objetivamente le pertenecía y que sin embargo estaba marcada por un narcisismo maligno. Al respecto, quisiera preguntarle, Ƒacaso el narcinoma no es un desorden sicológico?, Ƒacaso a lo largo de la vida de los individuos no se van generando lazos afectivos que hacen que nuestra vida sea al mismo tiempo parte de la vida de otros?, Ƒno le parece que cuando alguien se quita la vida, independientemente de las interpretaciones públicas que se hagan del hecho, mata algo que no le pertenece y que es el cariño de la gente que le quiere?"

UN MEDICO: "ANTIBIOTICOS, analgésicos, antinflamatorios, antidepresivos, especialistas, cirujanos, quirófanos, anestesias, operaciones, traumas posoperatorios, rehabilitaciones, ejercicio, dietas, entrenamientos, la siguiente corrida y un nuevo percance, más factores biológicos, genéticos y ambientales, forzosamente causan y disparan episodios del trastorno bipolar".

UNA ESTUDIANTE DE filosofía: "Dices que Silveti pretendió 'absolutizar sus apegos como único sentido de vida', pero no dices qué entiendes por apego. Entre mis apuntes encontré que 'el apego es un estado emocional de vinculación compulsiva a una cosa, actividad, idea o persona, originada por la falsa creencia de que sin esa cosa, actividad, idea o persona es imposible la armonía interior'. Muchos confunden desapego con ineficacia, pero una de las causas de la neurosis colectiva es ignorar la inteligente comodidad del desapego".

Y UN COMPILADOR de los aforismos del duranguense Edmundo Vidal, de próxima aparición, envía una sentencia de éste: "Más que tristeza, el suicidio de alguien que conocimos provoca sensaciones perturbadoras y aviva posibilidades inconfesadas que inducen, por lo menos, a un pésame envidioso".

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