México D.F. Lunes 1 de diciembre de 2003
Cadena Roa, de la UNAM
''No siempre los cambios sociales son progresistas"
JAVIER MOLINA
San Cristobal de Las Casas, Chis., 30 de noviembre. La definición más sencilla de movimiento es la siguiente: acciones colectivas tendentes a producir o resistir cambio social, afirma el doctor Jorge Cadena Roa, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM.
''Los movimientos sociales promueven cambio social con un sentido muy específico, para resolver problemas inmediatos o realizar proyectos de futuro -puntualiza-, pero también realizan actividades para resistir cambio social con orientación que consideran negativa o desfavorable.''
Esto es que un cambio social no es necesariamente en un sentido progresista. ''Por ejemplo, los cambios introducidos por las políticas neoliberales han significado reducciones al gasto social que han afectado los salarios y fomentado la economía informal, lo que ha implicado un cambio en relación con actividades que el Estado posrevolucionario realizaba, con los consiguientes efectos negativos sobre grupos mayoritarios de la población.''
Cadena Roa vino a esta ciudad para impartir conferencias sobre el tema de los movimientos sociales y la democracia en México, tanto en el Programa de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Mesoamérica y el Sureste, de la UNAM, como en la Universidad Autónoma de Chiapas.
Acerca de la importancia de los movimientos sociales, en particular del papel de los partidos políticos, el especialista considera: ''los movimientos están realizando toda una serie de actividades a las que los partidos políticos no están respondiendo, pero esto no significa necesariamente que los movimientos van a desplazar a los partidos, sino que más bien es de esperarse que se complementen, porque los primeros están identificando problemas y presentando alternativas que los segundos podrán recoger y articular en procesos políticos más amplios y que podrán traducirse en reformas legislativas que tendrán un carácter vinculante. En este sentido es que los movimientos plantean demandas que los partidos no han podido o no han querido levantar, pero que una vez que reconocen la capacidad de movilización y el apoyo social que tienen esas demandas, se ven presionados a considerarlas con toda seriedad y a procesarlas a través del sistema y representación política".
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