México D.F. Martes 2 de diciembre de 2003
Apatía de los venezolanos en la última jornada para reunir las firmas necesarias
Festejan chavistas presunto fracaso del firmazo para el referéndum revocatorio
La campaña culminó en paz, dice la OEA Amenaza de un tercer golpe, alerta el gobierno
STELLA CALLONI ENVIADA
Caracas, 1Ɔ de diciembre. Una multitud de chavistas salía esta noche a las calles para participar en una fiesta popular por lo que consideraban la derrota de la oposición, que en esta última jornada de recolección de firmas para buscar el referéndum revoctario del mandato presidencial estaba marcada por la apatía, luego que el vicepresidente José Vicente Rangel advirtiera que el gobierno "hará lo necesario para mantener la paz" ante los peligros de un "tercer golpe".
Aunque la oposición afirmaba haber llegado y sobrepasado la cifra de 2.4 millones de firmas necesarias para la consulta, no había manifestaciones de festejo, mientras en sectores oficialistas se llamaba a estar alertas ante eventuales maniobras para calentar de nuevos las calles.
Los miles de simpatizantes del presidente Hugo Chávez llegaban esta noche, enarbolando carteles y banderas, frente al palacio presidencial de Miraflores para participar en una fiesta popular por el primer aniversario del comienzo del paro petrolero y lock out patronal que mantuvo en vilo al país durante 63 días sin lograr derribar al mandatario. El primero de diciembre de 2002 los empresarios y la oposición, junto con los medios que habían sido artífices del golpe de abril, se unían para anunciar un paro que fracasó al igual que el golpe.
Pero el festejo también incluyó lo que prevén como una derrota del llamado firmazo.
Poco antes, el vicepresidente Rangel había salido al paso de los llamados de la oposición a festejar su "triunfo".
"Podríamos estar frente a un tercer golpe", el del 11 de abril y "el golpe petrolero de diciembre de 2002, que perduró hasta enero de 2003", alertó.
Ahora se lleva a cabo un proceso de derecho establecido por la Constitución bolivariana que los opositores podrían deformar con "algún anuncio espectacular", por ejemplo, anunciando una cifra "sorprendente" de firmas recolectadas, para calentar la calle nuevamente.
Pero "no vamos a aceptar alteraciones del orden público, el gobierno nacional quiere decir responsablemente que cualquier manifestación debe regirse por la ley. No vamos a tolerar los excesos en que incurrió la oposición el año pasado y no nos vamos a dejar provocar", añadió el vicepresidente.
La última jornada de la campaña de recolección de firmas iniciada el viernes comenzó con la sorpresa de que el embajador de Estados Unidos, Charles Shapiro -quien había actuado apoyando ostensiblemente a las acciones desestabilizadoras de la oposición-, anunció que este martes llegará a Caracas un alto funcionario del Departamento de Estado para continuar gestiones en busca de mejorar las relaciones entre Caracas y Washington.
"Estamos tratando de mejorar las relaciones", dijo Shapiro en los pasillos de la televisora estatal, en un gesto que sorprendió a unos y a otros. Habló de "procesar las diferencias por medio de canales diplomáticos" y sostuvo que 98 por ciento de los venezolanos se inclinan por una solución pacífica electoral a la crisis política como resultado tanto de los esfuerzos del gobierno como de la oposición.
Comentó, asimismo, que había acompañado a dos congresistas estadunidenses invitados por Chávez en algunos centros de recolección de firmas, y que al Consejo Nacional Electoral (CNE) le corresponde recoger denuncias y quejas.
Esta noche, el ministro de Infraestructura, Diosdado Cabello, quien ocupó brevemente la presidencia de Venezuela cuando se esperaba el regreso de Chávez en aquellos días de abril de 2002, para evitar un vacío momentáneo del poder después de la derrota del golpe opositor que impuso a un líder empresarial como gobernante de facto, reiteró las denuncias de que hubo fraude.
El oficialismo ha anunciado presiones de patrones a empleados para firmar, ya que éstos deben presentar la constancia, y firmas con documentos de fallecidos, entre otras cosas.
Además, el diputado oficialista William Lara denunció que poseía un caset grabado en el cual se advierte a quienes tengan la intención de visitar Venezuela este mes a no venir, ya que "pasarían cosas muy graves".
Sobre la manifestación de miles de chavistas esta noche, Cabello dijo que también se festejaba la nueva derrota de la oposición y que el pueblo iba a "amanecer" frente a Miraflores y "permanecer allí todo el tiempo que sea necesario".
Al mismo tiempo, algunos de los sectores más recalcitrantes de la oposición llamaban a dirigirse a Miraflores para instar a Chávez a dejar el poder, aunque había fuerte apatía en círculos opositores, ya que este último día la imagen que predominó fue la de las mesas de recolección vacías en esta ciudad y otros lugares del interior. La dirigencia opositora, por lo pronto, había llamado a sus militantes a congregarse en la plaza Altamira, en un exclusivo sector del este de Caracas.
Por su lado, un grupo de observadores internacionales entregó a la CNE un documento donde informan de irregularidades, al tiempo que destacaban la importancia de esta innovadora práctica democrática, incluida por el gobierno en la Constitución bolivariana en 1999, desarrollando instrumentos para "el ejercicio participativo de democracia en el mundo".
Entre las irregularidades citadas por ese documento están el uso de documentos paralelos, entrega de comprobantes de firmas -que exigirían patrones y dueños de empresas- y la existencia de sistemas de cómputo y base de datos en lugares públicos o privados cercanos a las mesas de recolección "que podrían suplantar el papel de la CNE".
Algunos analistas mumuraban que para la oposición en este día debió ser una imagen muy fuerte la presencia de Shapiro en la televisora estatal y que algo está cambiando en Estados Unidos.
Atribuyen este cambio de actitud a los constantes fracasos opositores, el peligro de un "salto al vacío" si la oposición ganara muy apretadamente el firmazo para después perder -como todo lo estaría indicando- el referéndum, y con esto se habrían quemado sus últimos cartuchos.
Optimismo oficialista
Para muchos seguidores de Chávez, aun cuando la oposición lograra 20 por ciento del registro electoral para poder llevar al referéndum previsto en la Constitución, su caudal electoral del pasado aparece disminuido, lo que indicaría que en un proceso electoral sería casi imposible que obtuvieran los 4 millones y medio de votos más uno necesarios para derrotar a Chávez.
Además, advierten que hay indicios de que algunas irregularidades serían tan graves que se anularían mucha planillas
Los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), señalaron esta noche que la campaña culminó en paz y sin mayores obstáculos, que se demostró capacidad para llevar adelante un proceso con transparencia, legitimidad y credibilidad, y que las fuerzas políticas y la sociedad civil mostraron su apego a la institucionalidad.
Por su parte, Ismael García, presidente del Comando Ayacucho, instancia en la cual coinciden los sectores que apoyan al gobierno y que monitoreó el proceso de recolección, anunció que solicitará una auditoría para verificar las firmas.
El gobierno habla de una gran derrota de la oposición, destaca que las expectativas de las firmas no fueron logradas y que además las irregularidades mostraron el camino de "trampas " que se ha elegido a pesar de las puertas abiertas "generosamente" por las autoridades a un sector que provocó tantos daños al país.
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