Autor de La historia que viví, coedición de La Jornada y el Colegio Mexiquense

Martínez Corbalá describe la difícil misión de ser testigo durante el golpe de Estado en Chile

JOSE DIAZ BETANCOURT Y MONICA MATEOS-VEGA CORRESPONSAL Y ENVIADA

Guadalajara, Jal., 1Ɔ de diciembre. El golpe de Estado en contra de Salvador Allende, presidente constitucional de Chile, ocurrió en septiembre de 1973. Y un año antes, por instrucciones del presidente Luis Echeverría, Gonzalo Martínez Corbalá arribó a ese país con la difícil misión de ser testigo, pues ya se presagiaba, de los graves acontecimientos que derivarían en la muerte de Allende y de las francas heridas en contra del movimiento popular que lo llevó al poder en 1970.

El ex embajador de México en ese país, relata en 72 páginas de su libro La historia que viví (Ediciones La Jornada-El Colegio Mexiquense, 2003), la versión de un actor de primer orden, los difíciles momentos en los que su familia y su propia integridad se encontraron en peligro, durante el golpe de Estado perpetrado por Pinochet y los militares del país sudamericano.

Esta y otras historias reales forman parte de esas memorias de quien, después de ser uno de los colaboradores más cercanos del presidente Lázaro Cárdenas del Río, vivió la representación de la política exterior mexicana en Chile y en Cuba en una década singular en el devenir de ambos países.

Memorias de un ex embajador

Gonzalo Martínez Corbalá presentó sus memorias el pasado domingo en el contexto de la versión 17 de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara y lo acompañó el también ex director del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Víctor Flores Olea.

Originario de San Luis Potosí (1928), Martínez Corbalá es ingeniero por la Universidad Nacional Autónoma de México, institución en la que también realizó estudios de maestría en ciencias políticas y sociales, fue diputado federal y senador por su entidad natal, así como gobernador interino de San Luis Potosí, y ha recibido condecoraciones como la Orden al Mérito en Chile y la Orden de la Solidaridad en Cuba.

Parcialmente retirado de la política, el autor de La historia que viví, dirige una empresa de computación.