México D.F. Miércoles 3 de diciembre de 2003
El Pentágono insiste en que abatió
a 54, pero admite que "no encuentra los cadáveres"
Sólo tuvimos 2 bajas el domingo en Samarra:
combatiente iraquí
Muere otro soldado estadunidense; niega EU la captura
del hombre de más confianza de Hussein
AFP Y REUTERS
Samarra, 2 de diciembre. Un combatiente iraquí
declaró al enviado del diario francés L'Humanité
que sólo sufrieron dos bajas durante el tiroteo del domingo pasado
contra las tropas invasoras en la norteña ciudad de Samarra, donde
este martes otro soldado estadunidense fue abatido.
El hombre, de unos 40 años, dijo al enviado del
periódico francés, Pierre Brabancey, pertenecer al Frente
de Resistencia Nacional para la Liberación de Irak, y aseguró
que tuvieron dos muertos en el ataque.
El
hombre, que no iba armado y afirmó haber abandonado el partido Baaz
en 1984, narró: "Cuando el convoy entró en la ciudad, cuatro
grupos de tres personas cada uno tomaron posiciones para atacarlo".
El jefe adjunto de las operaciones militares de Estados
Unidos en Irak, Mark Kimmit, indicó que el domingo en Samarra, 120
kilómetros al norte de Bagdad, sus fuerzas mataron a 54 miembros
de la resistencia, hirieron a 22 y capturaron a uno más. El jefe
del único hospital de esa localidad, Abed Tufic, aseguró
que hubo ocho muertos.
"Nuestros dos combatientes forman parte" de esas ocho
víctimas, indicó el hombre a Brabancey. Cuando el periodista
le preguntó por qué los estadunidenses dieron una cifra tan
grande de muertos, respondió: "Quisieron hacernos pasar por criminales
que querían cometer un atraco. Nuestro objetivo era el convoy; si
hubiésemos querido el dinero, podríamos haber asaltado un
banco en cualquier momento, sin presencia de los estadunidenses".
El ejército estadunidense afirmó el lunes
que el convoy atacado transportaba una cantidad considerable de dinero.
El iraquí con el que habló Brabancey en
Samarra afirmó que su grupo ha perdido 17 hombres desde que fue
creado en junio pasado en esa ciudad.
Sin embargo, el ejército estadunidense insistió
nuevamente que dio muerte a 54 combatientes iraquíes en Samarra,
pero reconoció que no ha encontrado los cadáveres. Interrogado
sobre el lugar donde se encontrarían los cuerpos, el coronel Frederick
Rudesheim, quien dirigió el ataque, respondió: "Es una buena
pregunta. Tal vez deban interrogar a los fedayines o a quienes nos
atacaron".
El teniente coronel Ryan Gonsalves confirmó, igualmente,
no saber nada de los cadáveres. El recuento de los guerrilleros
abatidos se basa "en informes recibidos de oficiales", precisó.
En tanto, otro soldado estadunidense murió cuando
dos convoyes militares fueron atacados casi simultáneamente en la
carretera principal que conduce a Samarra. Con este deceso asciende a 194
el número de militares estadunidenses muertos desde el pasado 1o.
de mayo, cuando el presidente George W. Bush declaró el fin de los
principales combates.
Por otro lado, el ejército estadunidense negó
que haya capturado a Izzat Ibrahim al-Douri, el hombre más buscado
en Irak después de Saddam Hussein, y presunto organizador de la
resistencia. El resultado de una operación a gran escala de las
fuerzas estadunidenses y la policía iraquí cerca de la norteña
ciudad de Kirkuk, que continuaba tras la caída de la noche, era
confuso.
Fuentes en el consejo de gobierno de Irak declararon previamente
que Ibrahim, por el que se ha ofrecido una recompensa de 10 millones de
dólares, fue capturado o muerto en la operación.
Inicialmente las autoridades estadunidenses no hicieron
comentarios, pero luego declararon que no tenían a Ibrahim en su
poder.
Por otro lado, el secretario de Defensa estadunidense,
Donald Rumsfeld, señaló en Bruselas que casi todos, si no
todos, los países miembros de la Organización del Tratado
del Atlántico Norte (OTAN) que han enviado soldados a Irak están
dispuestos a quedarse a pesar de las bajas sufridas.
Rumsfeld, quien participa en una reunión con sus
pares de la alianza, declaró que durante el encuentro recibió
de éstos gran apoyo a la coalición que encabeza su
país en Irak. Según Rumsfeld, 18 de los 26 países
que formarán la OTAN en 2004, cuando ésta se amplíe
con siete nuevos miembros del este de Europa, han enviado fuerzas al país
del golfo Pérsico.
Rumsfeld pidió a sus pares europeos y canadiense
que consideren un papel mayor de la OTAN en Irak y en Afganistán
en 2004. Los ministros estudiaron la posibilidad de que la división
a cargo de Polonia pase al mando de la OTAN, según fuentes estadunidenses,
ante lo cual el secretario de Estado, Colin Powell, estimó que por
el momento "no es más que una opción que está sobre
la mesa".
Finalmente, Japón decidió retrasar el envío
a Irak de una decena de civiles, entre ellos ingenieros, médicos
y enfermeras, tras el asesinato, el fin de semana, de dos diplomáticos
japoneses en el norte de ese país, indicó este martes el
diario Asahi Shimbun.
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