México D.F. Miércoles 3 de diciembre de 2003
Sólo "intentaron defenderse y superar
la resistencia al arresto", asegura
Defiende jefe policiaco de Cincinnati a los 6 agentes
involucrados en un asesinato
Defensores de derechos humanos exigen investigar la
muerte del detenido de raza negra
REUTERS Y AFP
Chicago, 2 de diciembre. El jefe de la policía
de Cincinnati defendió este martes la actuación de seis agentes
de su corporación que participaron en la detención de un
hombre de raza negra que murió luego de ser golpeado por dos de
los uniformados, en el hecho más reciente de violencia policial
y racial en Estados Unidos.
Un video del incidente, ocurrido el domingo, mostró
a los agentes tratando de controlar al hombre, Nathaniel Jones, de 160
kilos de peso, mientras "intentaban defenderse y superar la resistencia
al arresto," declaró a la prensa Thomas Streicher, jefe de la policía
de Cincinnati, quien sostuvo que se siguió el procedimiento adecuado.
Cinco
de los policías que controlaron a Jones, de 41 años y quien
estaba desarmado, son blancos y el otro negro.
El video del incidente entregado a la prensa, y filmado
por la cámara de una de las patrullas, mostró a Jones cuando
atacaba a los agentes, quienes lo golpearon con sus macanas mientras trataban
de esposarlo. La cinta comenzó a grabar cuando los oficiales llegaron
al lugar, pero hay una leve interrupción.
Streicher sostuvo que las grabadoras de video de las patrullas
de la ciudad se detienen automáticamente cuando los vehículos
están estacionados. Esto, según explicó, es para evitar
que la batería se agote.
Pero las cámaras pueden ser activadas a través
de un control remoto ubicado en los cinturones de los agentes y eso es
lo que habría sucedido cuando la situación comenzó
a agravarse. "Si fue así, creo que fue una muy acertada decisión
de parte de los oficiales", agregó el jefe policiaco. El administrador
de un restaurante de comida rápida llamó a los servicios
de emergencia cuando Jones se desmayó y cayó al suelo frente
al establecimiento comercial.
Los paramédicos que llegaron al lugar dijeron en
su informe que lograron reanimar al hombre, pero éste seguía
causando problemas y tuvieron que llamar a los policías para que
lo controlaran.
Las autoridades policiales investigan el incidente y suspendieron
a los seis oficiales involucrados, como es usual en los casos donde un
sospechoso muere bajo la custodia de la policía.
Grupos
de defensa de derechos civiles pidieron el lunes una investigación
sobre la muerte de Jones. En este sentido, Jorge Martinez, vocero del Departamento
de Justicia estadunidense, indicó que se recaba la información
sobre el caso para determinar si se lleva a cabo una investigación
federal.
En abril de 2001, un policía de raza blanca mató
a un negro de 19 años que estaba desarmado. En ese momento era la
víctima 15 a manos de la policía de Cincinnati desde 1995,
periodo en el que ningún blanco murió en enfrentamientos
con agentes de la policía.
Ese incidente desató cuatro días de disturbios
raciales en Cincinnati, durante los cuales más de 800 personas fueron
arrestadas, decenas resultaron heridas y se reportaron daños millonarios
a propiedades.
Por otro lado, la organización Amnistía
Internacional (AI) denunció este martes que instrumentos de la policía
para enfrentar disturbios, desde esposas hasta pistolas eléctricas
de aturdimiento, son usados en muchos países para torturar y deberían
ser prohibidos.
Amnistía afirmó que al menos 856 compañías
de 47 países fabrican o promueven armas "poco menos que letales"
y tanto la demanda como el suministro de éstas aumentó desde
los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos.
AI también pidió una prohibición
inmediata de objetos cuyo propósito fundamental sea la tortura,
así como la suspensión del uso y comercio de cualquier producto
que pueda ser usado con esos fines.
El informe de AI citó varias historias en países
como Estados Unidos, Gran Bretaña, China y Suazilandia, para respaldar
sus afirmaciones sobre el extendido abuso policiaco durante las detenciones.
Indicó que instrumentos como esposas y cachiporras,
por ejemplo, en general han sido usados de forma inapropiada por las fuerzas
de seguridad.
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