México D.F. Viernes 5 de diciembre de 2003
Abre el gobierno puertas a transgénicos: ONG
La respuesta del gobierno mexicano a la contaminación de maíz transgénico ha sido atender las presiones de la industria agrobiotecnológica y levantar la moratoria del grano que existía desde 1999, señalaron organizaciones no gubernamentales (ONG) y comunidades indígenas en un foro en la materia.
En la reunión, en la que se analizó la existencia de transgénicos en los cultivos tradicionales de la sierra norte de Oaxaca, quedó claro que sólo las comunidades indígenas que cultivan maíz podrán "descontaminar" las siembras y el centro de origen.
El maíz representa el eje de la producción y organización campesina, la base de la dieta popular, el cereal de mayor consumo y el corazón de una cultura, además de que es "patrimonio de la humanidad y uno de los cuatro cultivos básicos de los que depende la alimentación en el planeta", señalaron, entre otras, la Organización de Agricultores Biológicos de Oaxaca, la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca, el Consejo de Médicos y Parteras Indígenas Tradicionales de Chiapas y el Grupo de Erosión, Tecnología y Concentración.
Resaltaron que con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la política antiagrícola del gobierno se ha favorecido el incremento de las importaciones de maíz contra la producción nacional. Eso ha llevado a la caída de los precios de las cosechas en alrededor de 45 por ciento.
Además, indicaron, se comprobó la presencia de transgénicos en variedades de maíz de regiones aisladas de Chihuahua, Morelos, Durango, estado de México, San Luis Potosí, Puebla, Oaxaca, Tlaxcala y Veracruz. Los análisis se hicieron en unas 2 mil plantas de 138 comunidades campesinas e indígenas. El resultado fue que en 24 por ciento del total se encontró alguna presencia de genes transgénicos.
En los nueve estados se encontraron los genes BT Cry9c, que identifican al maíz Starlink de Aventis, prohibido para consumo humano, y también el BT, que utiliza Novartis de Syngenta y Monsanto, además del BT positivo de la proteína CP4-EPSPS de Monsanto, que es maíz resistente a herbicidas.
Esto, agregaron las organizaciones y comunidades, ocurrió pese a la prohibición del cultivo de maíz transgénico que existe en México desde 1999, pero el gobierno hace unas semanas levantó unilateralmente la moratoria, lo cual puede agravar el problema.
Además estimaron que la iniciativa de Ley de Bioseguridad que está en el Congreso de la Unión es favorable a los intereses de la industria biotecnológica, que al diluir el principio de precaución debilitará la protección a los cultivos nativos, convencionales y orgánicos.
Recordaron que hace unas semanas 302 organizaciones de 56 países enviaron una carta abierta a las autoridades mexicanas y organismos internacionales, con la exigencia de que se tomen acciones para detener la "contaminación" de maíz campesino con transgénicos, y prevenir que continúe la infición a los centros de origen y diversidad de los cultivos en el mundo. ANGELICA ENCISO L.
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