México D.F. Viernes 5 de diciembre de 2003
José Cueli
Deconstrucción y crítica
Recientemente ha sido publicado el interesante texto Deconstrucción y crítica con escritos de Harold Bloom, Paul de Man, Jacques Derrida, Geoffrey Hartman y Hillis Miller. A decir de los autores, lo que estos ensayos quieren ''manifestar" es la opinión y el estilo propios de cada uno de ellos acerca de problemas que les resultan de interés común. Estos problemas se centran en dos aspectos que hoy día afectan a la crítica literaria.
La primera es una situación que compete directamente a la crítica misma y tendría que ver con la ampliación del espectro de ésta, es decir, ''a qué clase de función más madura podría aspirar más allá de las funciones pedagógica y académica'' que si bien son tareas esenciales de dicha disciplina puede trascenderlas y no encasillarse tan sólo en una función servil. Los autores comparten la idea de que la crítica ''es una parte del mundo de las letras y posee su propia composición, su fuerza filosófica y literaria reflectante y figurada.
La segunda cuestión compartida es precisamente la importancia o -fuerza- intrínseca de la literatura. Estas reflexiones conducen a los autores a dos preguntas fundamentales: ''ƑEn qué consiste tal fuerza y cómo se muestra? ƑEs posible desarrollar una teoría que sea lo suficientemente descriptiva y expositiva como para iluminar en vez de entorpecer, las obras artísticas?''
Según Hartman, la fuerza de la literatura puede tener diversas formas de expresión. Una de éstas sería la prioridad del lenguaje respecto de la significación, lo cual juega un papel esencial en estos ensayos. ''Expresa lo que todos sentimos respecto del lenguaje figurado, que sus excesos rebasan cualquier significado asignado o, para decirlo en términos generales, que el significador tiene más fuerza que el significado ('el sentido') que intenta abarcarlo. La deconstrucción como se ha dado en llamarla, rehúsa identificar la fuerza de la literatura con cualquier concepto sobre la significación incorporada y demuestra cuán hondamente estas perspectivas logocéntricas o incluyentes han influido en la manera en que pensamos el arte".
Se ha dado en suponer que gracias al milagro del arte la ''presencia de la palabra" equivale a la existencia del significado, sin embargo Hartman enfatiza que también podría argumentarse lo contrario: que la palabra lleva consigo cierta ausencia o indeterminación de significado. De esta forma puede pensarse que el lenguaje literario antecede al lenguaje mismo ''como algo que no es reducible a un significado: revela a la vez que borra la disparidad entre el símbolo y la idea, la grafía y el significado asignado".
Por tanto, según Hartman, la crítica deconstructiva no pretende ser una práctica nueva:
''Sugerir que el significado y el lenguaje no son coincidentes, y de tal divergencia inferir una fuerza peculiar, es meramente repetir lo que la literatura siempre ha manifestado... Los ensayos de esta obra apuntan a una teoría de esa diferencia entre un texto y los comentarios que lo elucidan. Por ejemplo, entre el sonido y el sentido hay una diferencia que a la vez estimula y derrota al escritor."
En cada texto se incorporan otros textos mediante una peculiarísima asimilación cuya forma es el objeto tanto de la crítica siconalítica como de la crítica puramente teórica. Un texto leído significa más de lo que dice, ''o subvierte todas las significaciones posibles con su 'ironía' -limitación retórica o estructural que evita la disolución del arte en una verdad positivista y explotadora".
|