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México D.F. Sábado 6 de diciembre de 2003
Gremios de burócratas encabezados por
el SNTE acusan de autoritario a Joel Ayala
Rompen 17 sindicatos con la FSTSE
El líder de la federación responsabiliza
a Gordillo de la desafiliación y la califica de ambiciosa
FABIOLA MARTINEZ
''¡A ver qué hacen sin cuotas!'', gritó
el dirigente del Sindicato Unico de Trabajadores del Gobierno del Distrito
Federal (SUTGDF), José Medel, ante representantes de una veintena
de organizaciones que ayer anunciaron su salida de la Federación
de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) y la integración
de una nueva central encabezada por el gremio magisterial.
La prolongada disputa entre el bando de Elba Esther Gordillo
y el senador Joel Ayala Almeida se convirtió ayer en trifulca, en
una pelea callejera que adquirió el mismo tinte que la crisis actual
en la directiva nacional del PRI. Insultos entre miembros de un mismo clan
que se disputan, en este caso, el control de la organización de
empleados públicos más grande del país, bastión
del sector obrero priísta, a cuyas arcas llegan cada quincena 10
por ciento de las cuotas sindicales de casi 2 millones de burócratas.
Finalmente tomó forma la advertencia del autodenominado
Frente de Lucha para la Recuperación y Dignificación de la
FSTSE para evitar, en principio, la relección de Ayala.
Lo cierto es que desde el jueves por la noche, en la víspera
del congreso nacional de la federación, los del frente ya habían
delineado su estrategia, alentados por el Sindicato Nacional de Trabajadores
de la Educación (SNTE) y los mandatos de su lideresa moral.
Acompañados cada uno por sus incondicionales, los
dirigentes sindicales "rebeldes" llegaron en bola a las inmediaciones
del Monumento a la Revolución y avanzaron hasta el auditorio de
la FSTSE para entregar un documento en el que anticipaban su renuncia.
Pero en las escalinatas del edificio central, ubicado
en la colonia San Rafael, se encontraron con una valla humana integrada
con disidentes de las organizaciones renunciantes. Ahí estaban,
por ejemplo, trabajadores de las secciones que hace algunos meses agredieron
con huevazos a su líder Medel, pero también había
otros que no se identificaron y a quienes después los del frente
llamaron ''porros pagados por Ayala".
Apenas estuvieron frente a frente, empezaron los empujones,
los amagos con piedras y palos y, sobre todo, los insultos: "¡charros!
¡Hijos de Elba Esther!'', gritaban algunos de los que se apostaron
en las inmediaciones del auditorio, a lo que la gente de Medel y el séquito
del dirigente magisterial Rafael Ochoa Guzmán, respondían
con ¡les vamos a romper su madre!, ¡pinches charros!
Los
ánimos se caldearon, unos por querer ingresar a la FSTSE y otros
por resistir la ofensiva: ¡rateros!, ¡autoritarios! ¡vendidos!,
¡queremos dinero, no pinches vales de despensa!, se alcanzaba a distinguir
en la gritería. Mientras, los líderes seguían arremolinándose
con sus respectivos equipos de "apoyo".
Hasta ese momento todos permanecían como integrantes
de la misma cúpula gremial.
Al lado observaba un pequeño grupo de trabajadores
del sindicato de Comunicaciones y Transportes, cuyo dirigente, Víctor
Bernardo López, fue el encargado de leer el manifiesto del frente.
Los empleados de la SCT poco sabían de la renuncia y del proyecto
para una nueva central; decidieron acudir al congreso de la FSTSE con la
esperanza de pedirle a Ayala y a su líder que emitieran un manifiesto
por escrito contra "el terrorismo laboral" que, afirman, ronda en esa dependencia.
Despidos disfrazados en un programa del gobierno federal pomposamente llamado
Separación Voluntaria.
"¡Son puras broncas políticas!, y a los trabajadores
sólo nos traen de un lado para otro; a nosotros qué nos importan
sus grillas, ahorita lo que queremos es que nos aseguren que no vamos a
perder nuestra plaza", lamentaba una empleada de las oficinas centrales
de la SCT.
Al no poder entrar, la bola en la que iban perfectamente
resguardados Ochoa, Medel y López, así como los dirigentes
sindicales del Metro y de Agricultura, entre otros, decidió regresar
al Monumento a la Revolución. Ahí se leyó el documento
de la ruptura.
Por momentos, parecía que estaban repitiendo los
discursos enarbolados por los opositores en el magisterio, los argumentos
de la CNTE o la estrategia que siguen las corrientes de disidencia en los
sindicatos del Metro o del gobierno capitalino. Eran prácticamente
las mismas quejas, los argumentos que rechazan Ochoa, Medel o Espino:
''En lugar de ejercer un liderazgo democrático,
abierto, propositivo y combativo, el sello de su gestión se caracteriza
por un ejercicio unipersonal, autoritarismo, manipulación, transgresión
de los estatutos que de por sí le conceden facultades ilimitadas;
manejo clientelar, nepotismo, inmovilidad en defensa de los derechos y
conquistas de los trabajadores; connivencia con las autoridades para imponer
a los trabajadores políticas y programas que lesionan nuestros derechos
de forma unilateral; de convenios y aliento de disidencias en sindicatos
que no se le subordinan".
La guerra entre Gordillo y Ayala, los "líderes
morales" del magisterio y del sindicato de Salud, respectivamente, ya estaba
declarada, y el pleito llegó hasta los señalamientos personales.
Desde lo alto de una camioneta de redilas, Ochoa Guzmán tomó
el micrófono para anunciar el nacimiento "de una nueva federación"
y el rechazo absoluto al senador, quien "anda en sus propios intereses,
en sus propias inquietudes y en sus propias ocupaciones", expresó
haciendo una señal como si se llevara una botella de alcohol a la
boca.
Así, en la histórica escisión de
la FSTSE, central fundada hace 67 años, hubo espacio para aglutinar
la inconformidad del SNTE pero también resultó la coyuntura
perfecta para sindicatos que desde siempre han manifestado su oposición,
como el caso de los trabajadores de Agricultura, Comunicaciones, de la
Procuraduría capitalina, Conade, Capufe o del INEGI, por mencionar
algunos, quienes afirman que por asumir esa postura han sido vetados de
sus respectivas prerrogativas sindicales, en especial por el control que
ejerce la FSTSE sobre préstamos a plazo y el despacho de créditos
para vivienda.
De igual forma, hallaron cabida en este movimiento la
sección del Distrito Federal del Sindicato de Salud; la fracción
independiente del sindicato de la Profeco; el sindicato democrático
de Pesca, la coordinadora de la Procuraduría Agraria y el Sistema
de Administración Tributaria.
La mayoría de ellos, tras echarse encima el repudio
de la cúpula de la federación ya "no tienen nada que perder"
al estar del lado del SNTE. Por ello la advertencia de Medel llevó
el trasfondo de la ruptura. En la desbandada en realidad se van sólo
17 sindicatos (más cuatro secciones independientes de diversos gremios),
pero constituyen -afirman- 80 por ciento de la membresía. Tan sólo
el SNTE dice tener 1.3 millones de plazas y el sindicato del gobierno capitalino
263 mil.
Pocos saben a cuánto ascienden los ingresos de
la FSTSE, aunque el líder del SUTGDF afirmó que este gremio
canalizaba 600 mil pesos al mes, y de acuerdo con el número de integrantes
de cada uno, el magisterio aportaría por lo menos 10 veces esa cantidad.
La disidencia del SNTE afirma que a las arcas de este sindicato llegan
cada mes 90 millones de pesos.
Mientras tanto, desde el auditorio de la FSTSE convertido
en búnker, Ayala Almeida, señalaba, a través de la
prensa, "los intereses personales y la ambición desmedida" de Elba
Esther Gordillo como la autora de la división: "intentó apoderarse
de la dirección política (mediante) un miembro del SNTE,
por la vía de la presión, del chantaje... Esta acción
de división está manejada por quien en verdad dirige y es
la secretaria general del SNTE''.
Luego, para rematar la ruptura y la lista de acusaciones
entre los priístas de este sector, el senador agregó, apenas
unas horas después de que 57 dirigentes aprobaran la prolongación
de su mandato hasta marzo del 2007: "para nosotros, la profesora Gordillo
es una esquirol del sindicalismo".
Se van
Sindicatos integrantes del Frente de Lucha para la Recuperación
y la Dignificación de la FSTSE: SEP, Agricultura, Comunicaciones
y Transportes, Sedeso, de Reforma Agraria, de Salud (sección Distrito
Federal), de Imcine, de Conade, de Pronósticos para la Asistencia
Pública, Controladores de Tráfico Aéreo, Productora
Nacional de Semillas, INEGI, Capufe, PGJDF, ALDF, GDF, Sistema de Transporte
Colectivo-Metro, Profeco (fracción independiente), Coordinadora
Sindical de la Procuraduría Agraria, Sindicato Democrático
de Pesca y Sistema de Administración Tributaria.
Se quedan
Sindicatos de la Secretaría de Salud, Relaciones
Exteriores, Turismo, Economía, Energía, Gobernación,
Semarnat, Trabajo y Previsión Social, Instituto Mexicano del Petróleo,
Diconsa, Conaliteg, Imer, Conacyt, Telecom, Salarios Mínimos, Propiedad
Industrial, ISSSTE, DIF, Conalep, Cámara de Diputados, Cámara
de Senadores, Poder Judicial de la Federación, Procuraduría
General de la República, Auditoría Superior de la Federación,
Tribunales Agrarios, Servicio Postal Mexicano, Lotería Nacional
y Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, así como
de los institutos de Pediatría, de Adultos Mayores, Astrofísica
y Perinatología, entre otros.
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