México D.F. Sábado 6 de diciembre de 2003
Los daños al ambiente superan las ganancias
obtenidas por el comercio, señalan
Sólo pérdidas para México con
el TLCAN, afirma estudio
En diez años de validez del acuerdo únicamente
se han generado 500 mil empleos en el sector industrial: Fundación
Carnegie Los sueldos, con menor poder adquisitivo que en 1994
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN), que en menos de un mes cumple una década de haber entrado
en vigor, no ha ayudado a la economía mexicana a atender la creciente
demanda de empleo, tampoco propició una recuperación de los
salarios -como fue ofrecido por sus promotores- y generó un daño
ambiental mayor a los beneficios económicos, reveló un reporte
preparado por la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, organismo
privado no partidista con sede en Washington.
La fundación, creada en 1907, convocó a
un grupo de expertos -al cumplirse la primera década de entrada
en vigor del TLCAN, que unió en un bloque comercial a Canadá,
Estados Unidos y México- para evaluar la forma en que ha sido afectada
la calidad de vida en América del Norte, pero principalmente en
México, debido a la liberalización del comercio. Hace hincapié
en la experiencia de nuestro país debido a que otros países
en desarrollo están interesados ahora en fortalecer sus vínculos
económicos con Estados Unidos y Canadá, al amparo del Area
de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que se encuentra en proceso
de negociación.
Insuficiente generación de empleos
El
reporte destacó que el TLCAN no ha ayudado a la economía
mexicana a mantenerse a la altura de la creciente demanda de puestos de
trabajo por el aumento de la población económicamente activa
de 1.35 millones de personas al año. Un crecimiento sin precedentes
en el comercio, la creciente productividad y el repentino incremento de
las inversiones, tanto directa como en el mercado financiero, sólo
han producido un aumento de 500 mil puestos de trabajo en el sector manufacturero
mexicano entre 1994 y 2002. El sector agropecuario, donde aún labora
casi la quinta parte de la población del país, ha perdido
1.3 millones de empleos desde 1994.
La evaluación hecha por los expertos de la Fundación
Carnegie destaca también que los salarios reales de la mayoría
de los mexicanos hoy son más bajos que cuando el TLCAN entró
en vigor. Aunque hubo una disminución causada por la crisis de diciembre
de 1994, el aumento de la productividad que se registró la década
pasada no se ha traducido en un aumento de la capacidad de compra de los
salarios. A pesar de las promesas de los promotores del acuerdo, los salarios
mexicanos no han experimentado una convergencia con los de Estados Unidos.
Pero el acuerdo tampoco ha creado condiciones de desarrollo
interno. El TLCAN, señala el reporte, no ha detenido el flujo de
mexicanos pobres en busca de trabajo hacia Estados Unidos. En realidad,
en esta década se ha registrado un "aumento espectacular" en el
número de migrantes mexicanos hacia Estados Unidos, indica el informe.
Hace un mes, el Pew Hispanic Center reveló que en los últimos
tres años el flujo migratorio de mexicanos hacia el país
vecino del norte había aumentado de manera sistemática hasta
alcanzar 650 mil al año.
Según el reporte de la Fundación Carnegie,
el gobierno mexicano estima que los daños ocasionados por la contaminación
alcanzaron 36 mil millones de dólares anuales durante la última
década. Este daño al medio ambiente, añadió,
es mayor que las ganancias económicas procedentes del crecimiento
del comercio y la economía en su conjunto. "Más concretamente,
la puesta en vigor del TLCAN aceleró cambios en las prácticas
agrícolas comerciales que han sometido al diverso ecosistema de
México a un riesgo mayor de contaminación por concentraciones
de nitrógeno y otros productos químicos comúnmente
utilizados en la agricultura moderna".
Para los especialistas que participaron en la evaluación,
si bien el efecto general del TLCAN puede ser ambiguo, para las familias
rurales de México el cuadro es muy preciso, aunque sombrío.
El TLCAN, añaden, ha acelerado la transición de México
a una economía liberalizada sin contribuir a crear las condiciones
necesarias para que los sectores público y privado se adaptaran
a los choques económicos, sociales y ambientales de comerciar con
dos de las economías más grandes del mundo.
"Los ciudadanos más vulnerables de México
han enfrentado una vorágine de cambios que supera la capacidad de
control propia o de su gobierno", concluye el reporte, en el que participaron
expertos como John J. Audley, quien dirige el proyecto de comercio, equidad
y desarrollo de la fundación; Demetrios G. Papademetriou, cofundador
del Instituto de Políticas Migratorias; Sandra Polaski, miembro
de la Fundación Carnegie y hasta 2002 representante especial de
asuntos laborales del Departamento de Estado de Estados Unidos, y Scott
Vaughan, ex funcionario de la Organización Mundial de Comercio,
de la Comisión de América del Norte para la Cooperación
Ambiental e investigador invitado de la propia fundación.
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