México D.F. Domingo 7 de diciembre de 2003
El texto está basado en entrevistas con
el escritor oriundo de Zapotlán el Grande
Memoria y olvido de Juan José Arreola,
nuevo volumen de Fernando del Paso
Esa obra y La cocina mexicana, difundidas en
la FIL por el autor de Noticias del imperio
ERICKA MONTAÑO GARFIAS ENVIADA
Guadalajara, Jal., 6 de diciembre. A dos años
de su muerte, Juan José Arreola está muy presente en el mundo
literario. El escritor Fernando del Paso presentó Memoria y olvido
de Juan José Arreola (FCE), libro que se escribió a partir
de 50 horas de entrevistas, realizadas a lo largo de un año, con
el autor de Varia invención y Confabulario.
El
texto se ocupa del periodo de 1920 a 1947, a petición expresa de
Arreola, y va del primer recuerdo del escritor nacido en Zapotlán
el Grande hasta poco después de su regreso de París.
Cuenta Del Paso que el inicio de esas largas conversaciones
origen del libro fue más bien lento, pero después las cosas
fluyeron de manera natural. En Memoria y olvido... el entrevistador
desaparece para dejar que sea Arreola el que cuente su vida mediante 39
pequeños capítulos que revelan sus pasiones, sus miedos,
su concepto de la literatura y su vida familiar.
No fue fácil, reconoce el autor de Noticias
del imperio. A Juan José Arreola le gustaba salirse del tema
y "andarse por las ramas y las ramas de las ramas", recordó Del
Paso en una sala pequeña, insuficiente para la cantidad de personas
que acudieron a escucharlo este sábado.
Por otra parte, el viernes por la noche, Fernando del
Paso presentó el libro La cocina mexicana, del cual es autor
junto con su esposa Socorro, y fue publicado por editorial Diana.
Este texto, escrito primero "en Francia para los franceses",
reúne decenas de recetas de platillos mexicanos. No obstante, para
esta edición se eliminaron 25, porque "no les íbamos a decir
a los mexicanos cómo hacer tortillas, por ejemplo", expresó
Del Paso.
El título original fue Douceur et passion de
la cuisine mexicaine (Gentileza y pasión de la cocina mexicana)
y el objetivo central fue demostrar que los platillos nacionales no son
tan salvajes y picantes como se afirma en el extranjero.
Así, con ingredientes comprados en territorio francés
(el chile incluido) y cambiando romeritos por espinacas, ante la ausencia
total del ingrediente de la receta navideña, Socorro del Paso elaboró
cada receta, teniendo a su lado, como amanuense, a su esposo, quien contribuyó
con la meticulosidad que lo caracteriza.
Si ella anunciaba que el guiso llevaba tres zanahorias,
de inmediato Fernando del Paso preguntaba: ¿de qué tamaño?
¿Cuánto deben pesar? El escritor contribuyó además
con un texto con la historia y referencias de la cocina mexicana, su mezcla
con la española, cómo los productos americanos salpicaron
y nutrieron a las cocinas europeas.
Como en todo buen libro de cocina, hay recetas de salsas,
entradas, sopas calientes, frías y "secas", ensaladas, huevos, pescados
y mariscos, carnes y grandes platillos, entre otros, así como sugerencias
de menús y para el desayuno y otros agrupados en los apartados curiosos
de platos de resistencia vegetariana y platos de resistencia fríos.
En los primeros entran las tortitas de nopales, los chiles poblanos rellenos
de queso, las lentejas con fruta, las rajas con queso y los molletes; y
en los segundos, salpicón, entrada de coditos con atún y
albondigón. Antes de cada capítulo, Del Paso escribe un pequeño
texto que va de "Lo que México le dio al mundo" a "Lo que el mundo
le dio a México".
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