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México D.F. Domingo 7 de diciembre de 2003
Planteamiento de Rafael Ramírez Heredia, quien presenta La condición de tiempo
El libro debe estar en la canasta básica
El IVA a los textos es propuesto por quienes desean que México sea un país oscuro, señala
CESAR GÜEMES
Autor de 40 libros publicados, entre novela, relato y trabajo periodístico, Rafael Ramírez Heredia da a conocer La condición del tiempo (FCE), volumen en el que se recuperan los ejemplos más representativos de su producción cuentística a lo largo de 25 años. Aparte de ser uno de los escritores más constantes de la narrativa mexicana, Ramírez Heredia también ha formado parte del grupo de creadores en contra del impuesto a los libros. Sobre su participación en este movimiento, nos dice: "Si permitimos el IVA a los libros, será más sencillo que se lo apliquen a medicinas y alimentos, y viceversa. El libro tiene que formar parte de la canasta básica de los mexicanos".
Y lo afirma como trabajador de la escritura: La condición del tiempo reúne tan sólo 10 por ciento de todo lo que ha escrito en el género. Explica: "Escribo de ocho a 10 horas diarias, aunque no por el deseo de llenarme de letras, sino porque me veo en la necesidad de narrar. No tengo otras metas en la vida; no busco ser funcionario público ni directivo de nada; lo que me importa es escribir. Juan Bosch, magnífico literato dominicano, decía que el escritor puede serlo y además hacer una vida en la abogacía o en la arquitectura, pero que lo imposible es llevar las dos profesiones al mismo tiempo. Yo he querido ser sólo escritor, y a eso se debe la producción de una obra que puede gustar o no, pero que es producto del trabajo continuo".
-Una constante de los personajes que aparecen en la recopilación es su vitalidad.
-Escribir un libro de cuentos es más complicado que hacer una novela, como género, porque el tema de la novela permanece lo mismo ocho días que ocho años, y uno puede trabajar sobre él tanto como guste o pueda; en cambio, en el cuento hay que armar todo un escenario, ejecutar ahí la historia, y luego desmontar lo hecho para reconstruirlo de manera absolutamente distinta y narrar otro argumento. De modo que estoy de acuerdo con el comentario: los cuentos pueden gustar o no, pero están hechos con deseo, con gana, no sólo para salir del paso, sino para entregar un producto bien elaborado.
Con El Rayo Macoy, incluido en La condición del tiempo, Ramírez Heredia obtuvo en 1984 el afamado Premio Juan Rulfo, conferido en Francia. Desde entonces lo acompaña el personaje, aunque acota: "Es uno de los textos más conocidos de este volumen; no sé si sea el mejor, sospecho que hay otros tan cuidados o más, desde mi punto de vista como autor, como el mencionado".
La actual reunión de textos del prosista contiene textos con diferentes tonos, ritmos y lenguajes, que corresponden a diversas regiones del país. Sobre esta amplitud de registros, afirma: "Mantener contacto con prácticamente todos los estados de la República me ha permitido detectar las diferentes temáticas que se generan en ella, porque no es ni de lejos el mismo interés que tienen los escritores de Monterrey que los de Mérida. La expresión y las inquietudes son muy distintas conforme se cambia de latitud. Hay varios escritores, muy respetables, que se refugian en la ciudad de México, y hay otros, como yo, que se patean todo el país en busca de hablas, temas, estructuras y ambientes. No nací en el Distrito Federal, aunque resido aquí desde hace tiempo considerable, y siempre me ha parecido que el centralismo de la ciudad ha sido muy ingrato para quienes escriben en cualquier otra parte de México: se debe luchar primero por ser solvente en el ejercicio literario y luego para salvar las barreras de un país centralizado de manera absurda".
-En ese sentido, La condición del tiempo puede ser leído como libro de viajes.
-Lo es, y de doble vía, interno y externo. Primero es un viaje que implica el sentir de los personajes, sus mundos, angustias y euforias, y luego uno externo del autor que camina por todo el país e intenta reflejar las condiciones de los personajes que habitan en sitios disímbolos.
-Además del ejercicio literario, ha estado activo en contra del IVA a los libros. ƑDiría que hay algo más allá de lo económico en la posible medida hacendaria?
-No sólo es posible, sino probable. Existen dos Méxicos, y cada vez el peso se inclina hacia uno solo. Tenemos el México oscuro, regresivo, torpe, inculto, bárbaro y metido en los espectáculos televisivos; y también contamos con el México brillante, el de la cultura, de la historia, de las grandes batallas contra las intervenciones tanto físicas como intelectuales. Esos dos Méxicos ahora se observan evidentemente encontrados. El impuesto a los libros es propuesto por quienes desean un país oscuro, a diferencia de los que aspiran a mantener el México luminoso, donde las ideas forman parte de la existencia diaria. Así que el problema no es sólo de falta de lectura, sino de concepción. Estoy del lado de un país que va hacia delante, por eso estoy en contra del IVA a libros, medicinas y alimentos. Si permitimos el IVA a los libros, será más sencillo que se lo apliquen a medicinas y alimentos, y viceversa. El libro tiene que formar parte de la canasta básica de los mexicanos.
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