México D.F. Domingo 7 de diciembre de 2003
Los Diablos enfrentarán en semifinales
a Tigres, que perdió ante Cruz Azul pero calificó
Terminó el sueño de los Pumas; Toluca
se impuso con fácil 2-0
La fiesta en el México 68 terminó en desolación
Los universitarios fallaron al jugar al contragolpe De Salvador Carmona
e Israel López, los goles choriceros
MARLENE SANTOS A.
La tristeza y desolación apagó la fiesta
en el pletórico estadio México 68. Los Diablos Rojos sacaron
a relucir su experiencia en liguillas y dieron cuenta por 2-0 (4-2 global)
de los Pumas de la UNAM, para convertirse en el primer semifinalista en
la lucha por el título Apertura 2003.
Toluca
enfrentará al superlíder Tigres, que cayó 2-1 ante
Cruz Azul, pero avanzó con marcador global de 2-2 debido a su condición
de superlíder.
El momento clave de la debacle auriazul ocurrió
al minuto 58, cuando Gerardo Galindo fue expulsado. Un minuto después
llegó el golpe mortal, el segundo tanto rojo a la cuenta de Israel
López, quien cobró la falta con un potente disparo que cruzó
el área chica y entró a la meta sin que reaccionaran los
defensas ni el portero Sergio Bernal.
Al Toluca no le inmutó el marco adverso, los abucheos
con que fue recibido estuvieron lejos de amedrentarlo, tampoco resintió
tener que dejar en la banca a los argentinos Hernán Cristante, portero
titular, y al zaguero Maximiliano Cuberas, para respetar el decreto presidencial
que limita el número de extranjeros en la capital.
Inclusive aprovechó la estrategia equivocada de
los anfitriones de intentar jugar al contragolpe y los remitió en
su propio terreno con disparos de Sinha, Vicente Sánchez e Israel
López. Al minuto 20 Pumas tuvo la mejor aproximación por
conducto del brasileño Aílton, cuyo disparo a gol resultó
demasiado cruzado.
La UNAM logró salir de su área para quitarse
la presión del enemigo; sin embargo, jamás pudo imponer su
dinámica ni adueñarse del balón.
Al minuto 31 Paulo da Silva envió un potente disparo
que Bernal desvió a tiro de esquina. Tras el cobro, el balón
pegó en la espalda de Darío Verón y Salvador Carmona,
ubicado frente al segundo poste, remató de volea para el 1-0 sin
que José Luis Parejita López atinara a estorbarlo.
Al minuto 45 Pumas tuvo otra gran opción, cuando
Leandro Augusto avanzó a velocidad, sembró rivales pero,
en lugar de disparar a gol, sacó centro que la defensa se apresuró
a despejar, perdiéndose así una increíble oportunidad.
El cambio y la catástrofe
En el complemento el técnico Hugo Sánchez
sacó al boliviano Joaquín Botero y dejó en su lugar
a Sebastián Taborda, pero, lejos de observar una mejoría,
llegó la catástrofe con la expulsión del Jerry
Galindo y el gol de Israel, que dejó en el suelo la moral de
los universitarios.
Desde su palco sin protección, el presidente de
Diablos, Rafael Lebrija, comenzó a recibir mentadas de madre que
aguantó con sonrisa nerviosa, hasta que un botellazo lo obligó
a abandonar su asiento en busca de un lugar más seguro, y tras él
fueron las esposas de algunos jugadores del Toluca.
Los cantos de la porra Orgullo Azul y Oro resultaron conmovedores
por su incansable apoyo hacia el equipo, pero las declaraciones de amor
("¡Cómo no te voy a querer, cómo no te voy a querer,
si mi corazón...!") no hallaron eco en los jugadores.
El Pentapichichi ingresó a Ismael Iñiguez
y por último a Joaquín del Olmo, sin mejorar nada.
Con el silbatazo final de Marco Antonio Rodríguez,
Ricardo Tuca Ferreti, timonel de los mexiquenses, dio un salto de
gusto, elevó los brazos y corrió sonriente hacia el vestidor.
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