México D.F. Miércoles 10 de diciembre de 2003
Atribuyen editores esa práctica a una
recomendación del Fondo Monetario Internacional
Gradual aplicación del IVA al libro en países
latinoamericanos
Rechazo rotundo de la Caniem al gravamen, porque lesionaría
''el futuro cultural del país''
Llama Gonzalo Araico a emitir un manifiesto continental
en defensa de la industria editorial
CARLOS PAUL
De manera gradual y sistemática, en varios países
de América Latina se aplica al libro el impuesto al valor agregado
(IVA).
Esa uniformidad impositiva se atribuye a una recomendación
del Fondo Monetario Internacional (FMI), por lo que mediante el Grupo Interamericano
de Editores se pretende emitir un manifiesto al respecto para evitar que
dicha sugerencia se expanda a escala continental, expresó a La
Jornada el presidente de la Cámara Nacional de la Industria
Editorial Mexicana (Caniem), Gonzalo Araico.
La
denuncia fue hecha durante una reunión de editores de varios países
de habla hispana que intercambiaron experiencias sobre dicho gravamen,
en la recién concluida Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
Araico reiteró que la industria editorial nacional
enfrenta una circunstancia ''que pone en riesgo la viabilidad de muchos
de sus integrantes", al anunciar ayer los detalles del tercer Festival
de la Lectura Paseo de la Reforma que se realizará del 13 al 21
de diciembre.
Iniciativa fiscal ''viva''
La iniciativa del gobierno federal, contenida en su propuesta
de reforma fiscal, de gravar con el IVA la edición de libros, periódicos
y revistas ''todavía continúa viva", alerta, y se trata de
una medida que, por decir lo menos, es ''desconcertante, pues por un lado
el Ejecutivo Federal, con mucho tino, tiene en marcha el programa nacional
Hacia un país de lectores y, por otro, propone una iniciativa
que frena precisamente ese esfuerzo".
La posición de los editores -insistió- ''es
clara: nos oponemos rotunda y categóricamente a una medida que pone
en riesgo no sólo a toda la cadena productiva editorial, sino que
representa una decisión que afectará el futuro cultural del
país.
''Reconocemos que en otros países existe un IVA
para el libro -explicó-, pero es un impuesto diferenciado, es decir,
es un IVA que no es igual al resto de los productos. De no obtener la tasa
cero, que por supuesto es lo que se busca, quizá podríamos
negociar un IVA diferenciado que podría ser de cuatro por ciento."
Sin embargo, al margen de la manera en que se aplique,
''creemos que ese impuesto se pretende implantar a escala continental por
recomendación del FMI, es decir, que ese IVA se aplique a las industrias
culturales y específicamente al libro, por lo que la Caniem llama
a emitir una posición conjunta por parte de organismos relacionados
con el libro. Tal manifiesto se haría por conducto del Grupo Interamericano
de Editores".
Por la exención de 100 por ciento
A raíz de una reunión con los presidentes
de algunas cámaras editoriales de América Latina, realizada
en la pasada FIL de Guadalajara, Gonzalo Araico expresó: ''Pudimos
enterarnos que la aplicación del IVA a los libros en países
de habla hispana es generalizada. En ese sentido, las cámaras editoriales
de Colombia, Argentina y Costa Rica son presionadas por sus gobiernos para
implantar ese impuesto y los editores ahí reunidos atribuimos que
esa recomendación se hace desde el FMI".
El presidente de la Caniem recordó asimismo que
''la industria editorial tuvo por muchos años la exención
del impuesto sobre la renta (ISR) hasta de 100 por ciento. No obstante,
hace 12 años el gobierno eliminó 50 por ciento de ese beneficio
y en la reforma fiscal de hace dos o tres años, denominada 'parche
fiscal', eliminó el segundo 50 por ciento de manera gradual, es
decir 10 por ciento anual, lo que significa que para 2005 va a desaparecer.
Hoy todavía tenemos algo de beneficio. Lo que estamos pidiendo es
regresar al 100 por ciento, sobre todo considerando que el Estado hace
70 por ciento de la producción editorial del país.
''De hecho a la industria editorial se le otorgó
ese beneficio, porque coincide con la aparición del texto gratuito
que hace el Estado en 1959. Ahora, ni se le ha regresado a la industria
el texto gratuito y sí le han eliminado incentivos fiscales.
''Proponemos que por lo menos se regrese a la industria
editorial 50 por ciento de beneficio del ISR, pero ya no de manera directa,
sino si, y sólo, se reinvierte dentro de la industria y en el territorio
nacional'', concluyó Gonzalo Araico.
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