México D.F. Lunes 15 de diciembre de 2003
Se carece de vacuna de protección si
surgiera otra cepa del virus, señala el organismo
América no está preparada para otra epidemia
de influenza: OPS
Una pandemia podría ocasionar 600 mil defunciones
en dos años tan sólo en países industrializados
La
mutación súbita y marcada del virus de la influenza puede
tener como resultado la aparición repentina de una nueva cepa contra
la cual las poblaciones "pueden no tener inmunidad en absoluto y no se
cuenta con una vacuna que pueda conferir protección", asegura un
informe elaborado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS)
sobre los riesgos y medidas precautorias para enfrentar una posible epidemia
de gripe o influenza en el continente americano.
Si vuelve a aparecer un virus con potencial pandémico,
indica el análisis, el mayor volumen y velocidad de los viajes internacionales,
la elevada densidad de población de muchas regiones y la mayor urbanización
"aumentarán las probabilidades de propagación y pueden representar
graves obstáculos al establecimiento y ejecución oportunos
de medidas de control de salud pública".
Ante esta situación, asegura, algunos modelos epidemiológicos
proyectan que otra pandemia de gripe podría ocasionar entre 57 y
132 millones de consultas médicas, además de entre una y
2.3 millones de hospitalizaciones y más de 600 mil defunciones en
menos de dos años tan sólo en los países industrializados.
Si bien se reconoce que no es factible detener la propagación
del virus de la influenza de carácter pandémico, se insiste
en que la meta debe ser limitar la carga de morbilidad, reducir al mínimo
los trastornos sociales y aminorar las pérdidas económicas.
Por lo que respecta a la cobertura de vacunación,
se indica que la mayoría de los países latinoamericanos no
incluyen la influenza en su política de imunización, pues
sólo Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Cuba, Estados Unidos
y Uruguay "tienen programas anuales de vacunación antigripal para
las personas mayores".
A pesar de que hoy en día es posible mantener un
mayor control sobre los diferentes tipos de virus, "sigue siendo imposible
predecir el surgimiento de una pandemia de gripe. Además, los preparativos
de las medidas de control, como la fabricación de una vacuna nueva,
tardan más tiempo del que se tiene antes del inicio de la enfermedad,
por lo que es poco realista mantener reservas suficientes de medicamentos
antigripales".
En consecuencia, se afirma, la planificación antipandémica
debe proponerse dos objetivos: evaluar eficazmente el riesgo que entrañan
los virus nuevos, y gestionar con eficacia cuando éste pueda propagarse
ampliamente y causar una enfermedad grave.
Para ello, el organismo mundial recomienda el mejoramiento
de la calidad y cobertura de la vigilancia de la influenza, la elaboración
de planes nacionales para hacer frente a pandemias, así como la
realización de estudios sobre la enfermedad para calcular las repercusiones
y la carga económica de una posible pandemia con respecto a los
grupos de alto riesgo y la población en general.
Asimismo deberá realizarse una evaluación
de las necesidades de vacunas y antivirales en caso de una pandemia, mediante
diversas hipótesis de grupos de riesgo, además del mejoramiento
de la cobertura de vacunación antigripal en los grupos de alto riesgo
durante las epidemias anuales y la promoción en la transferencias
de tecnología y alianzas para la producción de vacunas contra
la influenza en los países de la región.
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