México D.F. Martes 16 de diciembre de 2003
Despejado, el camino hacia la relección
del mandatario estadunidense: analistas
Bush reitera que Hussein era "una amenaza" y le dice:
"¡Hasta nunca!"
EU trabajará con los iraquíes para "encontrar
la manera de juzgarlo", dice el presidente
AFP, REUTERS Y DPA
Washington, 15 de diciembre. George W. Bush, cuyas
posibilidades de relegirse han aumentado con la captura de Saddam Hussein,
dijo hoy "¡hasta nunca!" al ex presidente iraquí, en cuyo
juicio -afirmó- Estados Unidos tendrá un papel importante,
mientras insistió en que el ex gobernante era "una amenaza" a pesar
de que el presunto arsenal de destrucción masiva iraquí nunca
fue encontrado.
El presidente Bush utilizó el argumento de las
presuntas armas como el principal pretexto para la invasión comandada
por Estados Unidos el 20 de marzo. Interrogado este lunes en una conferencia
de prensa sobre si la necesidad de más democratización en
Medio Oriente podría haber sido un mejor argumento que las supuestas
armas, replicó, hablando en tercera persona: "En todo momento el
presidente busca encontrar amenazas a Estados Unidos, tenemos que lidiar
con eso, no es algo sobre lo cual podamos elegir". Hussein "utilizó
armas químicas antes, lo que me indicaba que era una amenaza", añadió.
Para
un sonriente Bush, "¡el mundo está mejor sin usted, Saddam!
Y encuentro muy interesante que cuando las papas se quemaron, usted se
cavó un agujero y cayó dentro". Ahora, "Irak está
en el camino de la libertad", luego que "la pesadilla de la tiranía
baazista ha terminado", aunque "los terroristas en Irak siguen siendo peligrosos".
Por otro lado, el mandatario sostuvo que Estados Unidos
"trabajará con los iraquíes para encontrar una manera de
juzgarlo" (a Saddam Hussein), aunque precisó que el procedimiento
respetará las normas internacionales.
"Los iraquíes deben involucrarse, es necesario
tener un proceso público y tengo confianza en que eso se realizará
de manera justa", dijo, mientras se negó a pronunciarse sobre la
pena de muerte a Hussein, puesto que "mi punto de vista no es importante
en esta cuestión" y "está en manos de los iraquíes
tomar esas decisiones".
Por otro lado, Bush se refirió a las relaciones
con Francia y Alemania, opuestos a la invasión y castigados recientemente
al ser excluidos junto a otros países de participar en jugosos contratos
para la reconstrucción de Irak.
Estados Unidos "les tiende ahora la mano", dijo en referencia
a la misión que iniciará esta semana su enviado especial
James Baker para convencer a esos países de que perdonen la deuda
iraquí.
Sobre los contratos, sotuvo que "la idea de gastar dinero
del contribuyente acordando contratos a empresas que no participaron en
el empuje inicial es algo que yo no podía decidir".
El Pentágono dijo este lunes que aplazó
hasta principios de enero una licitación entre las compañías
interesadas en contratos por 18 mil 600 millones de dólares, aunque
no podrán participar firmas tampoco de Canadá, Rusia, Italia,
y sí de aliados como Etiopía, Ruanda y Tonga.
En tanto, analistas destacaron que el camino hacia la
relección de Bush parece haberse despejado tras la detención
de Hussein, porque deja a la oposición demócrata con menos
argumentos para la contienda electoral.
Esta captura "espectacular da un importante empujón
al presidente Bush y complica considerablemente la tarea de los demócratas,
quienes afirmaron que la política exterior de Bush necesita una
revisión significativa", afirmó el diario The Washington
Post.
"Es un momento muy delicado" para los demócratas
a menos de un año de la elección presidencial de noviembre
de 2004, estimó a su vez Stephen Hess, experto político en
la Brookings Institution de Washington.
Según un sondeo Gallup realizado tras la captura,
sólo 3 por ciento de los estadunidenses afirma que ese episodio
hace más probable que voten por Bush. Alrededor de 45 por ciento
de los interrogados afirma que ya decidió votar por él y
43 por ciento por el candidato que presente el Partido Demócrata.
Sin embargo, "los estadunidenses reaccionan generalmente
en los sondeos por lo que dicen los titulares de la prensa ese día.
Mañana los encabezados pueden decir cualquier otra cosa", matizó
Hess.
Los candidatos a la investidura demócrata para
la presidencial perdieron en todo caso un argumento contra Bush, luego
que la recuperación de la economía lo privó desde
hace algunos meses de otro flanco de ataque.
Los demócratas que estaban en el Congreso y que
votaron en favor de la resolución sobre Irak "tienen menos presión",
agregó Hess. Precisamente, Richard Gephardt recordó la víspera
que había "apoyado este esfuerzo en Irak sin considerar las consecuencias
políticas", mientras Lieberman pidió la muerte para el "diablo"
Hussein.
Por el contrario, el actual favorito en la carrera demócrata,
Howard Dean, parece hallarse en la situación más incómoda,
ya que se opuso a la guerra. "Mi posición al respecto no ha cambiado",
dijo este lunes.
"La dificultades y las tragedias que hemos enfrentado
en Irak muestran que el gobierno lanzó la guerra en una forma y
en un momento equivocados, con planificación inadecuada, ayuda insuficiente
y a un costo extraordinario hasta ahora de 166 mil millones de dólares",
señaló
Lieberman aprovechó para atacarlo: "Si las cosas
hubieran marchado en el sentido de Howard Dean, Saddam Hussein aún
estaría en el poder", declaró.
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