Gustavo Iruegas

Sabia virtud la de callarse a tiempo

Cada vez que vemos a un líder tercermundista enfrentar los designios guerreros del imperio -pienso en Manuel Noriega, en Slobodan Milosevic y ahora en Saddam Hussein-, apelar al patriotismo y a la resistencia popular para después, cuando llega el momento de la verdad, entregarse mansamente sin saber ponerse a la altura de su pueblo, se agiganta la figura de Salvador Allende. El honor es un bien muy escaso. Por eso es tan preciado.

Allá ellos. Sí, allá ellos, pero acá nosotros.

A pocas horas de anunciada la captura de Hussein, la Presidencia de la República emitió el comunicado 031214/01 (léase primer boletín del 14 de diciembre de 2003), en el cual anuncia que "El presidente Vicente Fox Quesada transmitió un mensaje el día de hoy al presidente de Estados Unidos de América, George W. Bush, en el que expresa su satisfacción por la detención de Saddam Hussein en las afueras de Tikrit, Irak". En otros dos párrafos dice que el gobierno de México hace votos por que dicha acción termine con la terrible pérdida de vidas humanas y tiene confianza en que este importante hecho permitirá avanzar en el proceso de pacificación, reconstrucción y democratización de Irak, y que coadyuvará a la paz y estabilidad en la región.

No hay modo de saber si realmente el presidente Fox sintió satisfacción por la captura de Hussein, pero hay que preguntarse a qué obedece la necesidad de decírselo al presidente de Estados Unidos y de anunciarlo urbi et orbi. ƑAcaso está México empeñado en una cruzada contra el terrorismo de alcance mundial? Estados Unidos no lo piensa así. Aunque siempre se ha sabido, el ex embajador estadunidense Jeffrey Davidow nos lo acaba de confirmar en su reciente libro El oso y el puercoespín, cuando dice: "El terrorismo era la justificación, pero en realidad los objetivos eran los mismos que siempre han existido: drogas e indocumentados" (pág. 357).

Por su parte, el presidente Bush, dirigiéndose a su propio pueblo, manifestó antes de recibir el mensaje de su colega mexicano que "la captura de Saddam Hussein no significa el fin de la violencia en Irak. Todavía enfrentamos a terroristas que prefieren seguir matando gente inocente a aceptar el surgimiento de la libertad en el corazón del Medio Oriente. Tales hombres son una amenaza directa para el pueblo americano y serán derrotados". ƑPor qué pensar entonces en que la captura de Saddam terminará con la lucha? Nosotros, empeñados como estamos en consolidar nuestra propia democracia, Ƒpodemos convalidar el proceso invasión, ocupación, pacificación, reconstrucción, democratización? ƑLa democracia se puede imponer por las armas? No es ésa una tesis mexicana y no podemos aventurar una opinión como ésa. ƑO sabemos nosotros algo que los estadunidenses no saben? Difícilmente. Quizá lo que no sabemos, a pesar de la evidencia, es que esta contienda tan cargada de intereses perversos -adueñarse del petróleo, los negocios de la reconstrucción, campañas para la relección, venganzas nacionales y personales- tiene en el anverso el odio, el rencor y el fanatismo como principal energético de la guerra. ƑSerá que, a diferencia de las dóciles democracias centroamericanas, México no envía a sus soldados para fungir como cadáveres subrogantes de los estadunidenses porque prefiere ofrecerse a sí mismo como blanco alternativo para el odio islámico? Impensable.

Entonces, Ƒcuál es la razón de Estado que ha llevado al gobierno de México a sacrificar el activo más caro de su vida de relación -el no tener enemigos- en un innecesario comunicado de tres párrafos? Todo indica que se ha actuado en aras de la oportunista y mezquina voluntad de complacer.