México D.F. Martes 16 de diciembre de 2003
Asegura Pasqual Maragall que la futura relación no se basará en "mercantilismos"
El nuevo jefe de gobierno de Cataluña buscará renovar "el pacto con España"
Adelanta que impulsará la redacción de otro Estatuto de Autonomía
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 15 de diciembre. El líder de los socialistas catalanes, Pasqual Maragall, quien mañana jurará como jefe de gobierno de Cataluña, defendió hoy una "nueva relación" con el gobierno central de España, basada en "propuestas claras y compartidas y no en mercantilismos".
Anunció que con el futuro gobierno de la coalición de izquierdas se iniciará "un camino de no retorno" en Cataluña, que tendrá como piedra angular "la renovación del pacto con España", que se llevará a cabo desde la "libertad de decisión" de la sociedad.
Maragall será investido presidente de la Generalitat con el apoyo de los 74 diputados del Partido Socialista Catalán (PSC), los independentistas de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) e Iniciativa per Catalunya-Els-Verds (ICV), que permitirá la primera alternancia en el poder en la región tras 23 años de hegemonía de los nacionalistas moderados de Convergencia i Unio (CiU), aliados desde 1995 con el gobernante Partido Popular (PP) de España.
En su primera intervención en el debate parlamentario que lo convertirá en el sucesor del líder catalán Jordi Pujol, Maragall expuso los puntos nodales del acuerdo de gobierno tripartita, al tiempo que criticó la actitud y forma de ejercer el poder de sus predecesores, CiU y PP.
El denominado Acuerdo para un Gobierno Catalanista de Izquierdas será la base de la gestión de la nueva Generalitat en los próximos cuatro años, que estará integrada con un gobierno plural -nueve consejerías serán del PSC, cinco de ERC y tres de ICV-, además de que el conseller en cap, segundo cargo en importancia, estará presidido por Josep Luis Carod Rovira, líder de los republicanos e independentistas.
Maragall afirmó que, desde la "legitimidad", el nuevo gobierno impulsará "un acuerdo nacional" en aspectos fundamentales como la redacción del nuevo Estatuto de Autonomía, del que también es partidario CiU.
El líder socialista pretende formar un bloque para abrir las negociaciones con el gobierno central de José María Aznar, reacio a modificar los contenidos de los estatutos de las autonomías vasca y catalana y a abrir un proceso de reforma de la Constitución de 1978, indispensable para ampliar las competencias regionales y el autogobierno.
Insistió en que la renovación del pacto abrirá el "camino a una nueva relación con España" desde la "unión y la libertad", por lo que advirtió al PP -que mantiene una posición de dureza- que de mantenerse en su postura inmovilista "el drama está servido".
El dirigente socialista también se comprometió a consultar a la ciudadanía en caso de que el gobierno de Madrid haga caso omiso a sus reclamos de reforma para lograr que Cataluña asuma más competencias, un "nuevo papel en Europa" y se consolide la "administración única" que convierta a Cataluña en Estado.
Finalmente, Maragall reconoció la labor de Pujol al frente de la Generalitat en los últimos 23 años, pero criticó que en años recientes ejerciera el poder desde "la adulación de los líderes" y la utilización del mismo en "beneficio propio".
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