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México D.F. Martes 16 de diciembre de 2003
Celebra la publicación, en México,
de su novela Atlas descrito por el cielo
Goran Petrovic asume la literatura como ''una especie
de escapismo''
Se dice deudor de García Márquez y Borges,
entre otros autores latinoamericanos
El escritor serbio manifiesta su falta de interés
por las narraciones ''crudas''
DUBRAVKA SUZNJEVIC/ I ESPECIAL PARA LA JORNADA
La literatura de Goran Petrovic se caracteriza por un
increíble y cuidadoso manejo de la lengua. Su prosa cuenta con una
fuerza y poder en verdad mágicos y en la actualidad, pese a su juventud
y a no ser de Belgrado, es uno de los escritores serbios más relevantes.
En días recientes se presentó Atlas descrito
por el cielo, novela publicada por la editorial independiente Sexto
Piso, interesada en opciones literarias de gran calidad y lejos del comercialismo.
Con ese motivo Goran Petrovic concedió la siguiente entrevista para
La Jornada:
-¿Qué
impresión causó en usted la noticia de que una de sus obras
saldría publicada en español y además en México?
-Estoy muy feliz, pero decir esto es insuficiente. A usted
probablemente no le satisfaría una respuesta tan breve. Estoy feliz
no sólo porque mi libro apareció por primera vez en español,
esto es, en una de las lenguas internacionales que abarca un territorio
muy grande de personas que hablan ese idioma, sino también porque
tengo la impresión que al menos hasta ahora las traducciones de
mis libros aparecieron en los países y las ciudades en los que desde
siempre he querido estar.
''Usted tiene en sus manos el Atlas... en ruso,
que fue publicado en una de las ciudades más bellas del mundo, San
Petersburgo. Aquí en la mesa está la traducción francesa
de la novela La mano de buena suerte, que salió en París,
y ahora Atlas... aparece en un país que para mí siempre
ha sido mágico, algo especial.''
Cuentos insertados
-Dentro del proceso de creación de Atlas...,
¿su forma compleja y novedosa, que incluye la incursión en
esta tan original fórmula de narrar desde la descripción
de la pintura, se impuso a la multitud de cuentos e ideas que tenía
que contar o fue al revés?
-Trato de escribir utilizando todas las estrategias posibles.
Atlas descrito por el cielo fue escrito hace poco más de
10 años cuando quise escribir un libro completamente posmoderno
y utilicé todos mis conocimientos, esto es, todas las estrategias
posibles de una narración posmoderna.
''Es un libro que muestra que dentro de mí a menudo
luchan el novelista y el cuentista. Es decir, que como novelista a menudo
robo al cuentista y el Atlas... es un libro que lo demuestra muy
bien, porque contiene gran número de lo que los teóricos
llaman cuentos insertados. Así que resulta difícil reconstruirlo,
porque el libro fue escrito hace más de una década, pero
el proceso de escribirlo es tal que a veces no se puede desentrañar
cada secreto de lo que realmente aparece un día entre las tapas
de un libro y creo que eso es bueno, antes que nada, para escritor y lector,
y tal vez es bueno también para los historiadores y teóricos
de la literatura que entonces tienen la materia para estudiar.
''Sé que en un momento quise que el libro contuviera,
entre otras cosas, los supuestos mapas, en realidad unas miniaturas de
prosa, breves cuentos que están insertados en la novela. Y éstos
impulsaban a la novela, pero también ésta generaba los cuentos,
de modo que se cerraba un círculo en el cual el móvil fue
ora lo novelístico ora lo puramente narrativo.''
-Dentro de este contexto tan novedoso, encontramos influencias
de autores muy importantes, como Borges o Pavic, entre otros, aunque más
que una influencia, este juego con sus elementos parece un homenaje que
tal vez hace a sus autores predilectos. ¿Se trataba de un juego,
un experimento o un homenaje? Y, ¿cómo interpretaría
sus influencias latinoamericanas en el marco de una presentación
de Atlas... en la ciudad de México?
-Se trata de las tres cosas. La pregunta podría
ser contestada de las tres maneras. Es decir, es un juego, pero también
hay pequeños homenajes a los escritores de quienes soy de alguna
manera deudor, pues son mis favoritos. A veces esos homenajes son completamente
visibles, porque quise que lo fueran, y otras están escondidos,
porque algunas veces ni yo mismo estoy consciente de que cierto escritor
había ejercido en mí una influencia tan grande que la mano
inconscientemente acude al texto que, por ejemplo, estaba leyendo antes
o inmediatamente antes de escribir.
''En cuanto a los escritores latinoamericanos, desde luego
que su influencia es muy grande. Creo que eso se ve en esta novela absolutamente,
sobre todo, tal vez, la de Borges, ahí está seguramente también
García Márquez, desde luego Vargas Llosa y Fuentes. Aunque
en realidad, la última es más visible en una novela que escribí
después del Atlas..., El cerco de la Iglesia de la Santa
Salvación en la que, de hecho, quise escribir una especie de
Terra Nostra serbia. Es decir, toda una serie de escritores latinoamericanos
tuvieron gran influencia en mí, y creo que eso no es nada sorprendente
dado que ese tipo de literatura fue y es muy popular en Europa y no sé
si los lectores mexicanos están familiarizados con este dato, pero
desde luego que fue muy popular en Serbia. En su momento aparecieron dos
colecciones de escritores latinoamericanos en una editorial importante
de Belgrado, Prosveta, que representan los libros imprescindibles en la
biblioteca de casi todo lector en Serbia.''
-Como primero menciona a Borges en esa serie de gigantes
de la literatura latinoamericana, ¿podría aclarar cuál
es la filiación de su trabajo con la obra de Jorge Luis Borges?
-Es uno de los escritores que me ha revelado la movilidad
del texto, que el texto no está delimitado, que el escritor puede
jugar. Sencillamente que existen los jardines con senderos que se bifurcan,
como se titula un libro de cuentos de Borges. Luego, lo que podría
describirse como una especie de influencia o un tipo de reflejo es el hecho
de que Borges a menudo tiene catálogos, yo los uso también.
Y además, tiene muchos símbolos. En Borges está el
tigre, por ejemplo, y otros conceptos, y esa clase de símbolos que
se repite, que se puede variar y llega a ser variada a lo largo de algunos
libros aparece en mí también.
-A 10 años de la publicación original del
libro en serbio, ¿ha actualizado su propia relación con el
texto? ¿Relee sus obras de vez en cuando o las deja atrás
y mira hacia nuevos proyectos?
-Muy pocas veces releo mis libros, por lo general
para no repetirme. Por no estar completamente seguro de si ya había
escrito algo sobre alguna cosa o porque tal vez ahora miro un cierto problema
desde otra perspectiva. Muy pocas veces lo hago, pero lo relaciono con
la primera pregunta; veo mis libros como si fueran parientes que se dispersaron
por todas partes, en realidad principalmente por Serbia, pero ahora llegan
inclusive hasta México. Es decir, parientes que veo en las veladas
literarias, cuando las tengo, o en los escaparates de las librerías,
parientes que puedo llamar si me siento triste y su existencia, de algún
modo, me da calor, pero a los cuales no suelo ver tan a menudo, ni releer
ni visitar.
Hito en la historia de Serbia
-En la historia de los serbios, 1993 quedará como
el año negro de la inimaginable inflación de 1 millón
por ciento, el año de grandes crisis, guerras, de enormes tragedias
y desgracias para su pueblo. Parece realmente increíble que en un
tiempo así alguien pudo haber ideado y publicado una obra tan llena
de humanismo, calidez y humor como Atlas descrito por el cielo.
¿Podría decirnos algo al respecto?
-La literatura hoy día, cuando el siglo XXI ha
avanzado un poco, cuando ya no estamos en la frontera entre el XX y el
XXI, es decir, en la era de alta tecnología que, a decir verdad,
también nos permite estar charlando aquí en Serbia y a los
lectores en México ver eso allá unos días después,
redujo la literatura a una disciplina verdaderamente anticuada, como algunos
oficios que contienen, digamos, una dosis, un rasgo de etnología,
inclusive.
''Por otro lado, sin embargo, ella permite a esos pocos,
y cada vez menos frecuentes enamorados de literatura, no sólo a
escritores sino también a los que leen libros, extraer la cabeza
de lo que es la realidad, el entorno. La realidad que usted menciona de
aquellos años cuando se gestaba este libro fue realmente terrible,
pero yo no quería, no me interesaba, tampoco hoy me interesa demasiado,
ese tipo de literatura cruda que observaría la realidad alrededor
de mí, de nosotros, de una manera completamente realista. Creo que
para esos fines sirve muy bien la televisión, pero ahí no
veo la literatura. Lo cual no quiere decir que no haya buenos libros escritos
en tono realista, o que yo no lea esos buenos libros, pero no me interesa
escribirlos.
''Veo la literatura como una especie de espejo, o mejor
dicho, de lente, que refracta de algún modo lo que es la realidad,
algunas veces enfocando y mostrando esa realidad más desnuda de
lo que aparenta, y otras distorsionándola un poco, tal vez, hasta
embelleciéndola. Esto es: yo la veo como una especie de escapismo,
aunque sea sólo por unos minutos en que uno tenga un libro ante
su rostro o por algunas horas que pase leyéndolo.''
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