México D.F. Miércoles 17 de diciembre de 2003
Musulmanes sunitas fueron abatidos al participar
en protestas contra la captura de Hussein
Fuerzas estadunidenses matan a 18 iraquíes en
manifestaciones
Muestra video a simpatizantes del derrocado presidente
al momento de ser baleados en Ramadi
ROBERT FISK THE INDEPENDENT
Bagdad, 16 de diciembre. Mientras Washington y
Londres aún se felicitaban por la captura de Saddam Hussein, las
fuerzas estadunidenses mataron al menos a 18 iraquíes en tres de
las principales ciudades del país.
Un
dramático video de la ciudad de Ramadi, 120 kilómetros al
oeste de Bagdad, mostró a simpatizantes desarmados de Saddam Hussein
al momento de ser baleados en la penumbra mientras huían de las
fuerzas estadunidenses. De los 18 muertos, 11 fueron abatidos por los estadunidenses
en Samarra, norte de Bagdad.
Todos los asesinatos ocurrieron durante manifestaciones
de musulmanes sunitas contra el arresto de Saddam Hussein, en protestas
que comenzaron la noche del lunes en las inmediaciones de Samarra. Los
primeros manifestantes bloquearon los caminos del norte de Bagdad, cuando
aparecieron hombres armados mezclados con civiles que en un principio pensaron
que las fuerzas estadunidenses habían arrestado a uno de los dobles
de Saddam y no al verdadero ex dictador iraquí.
Pero su júbilo se tranformó en furia cuando
los estadunidenses abrieron fuego en Samarra horas después.
Como siempre, el ejército invasor afirmó
que los 18 muertos eran "insurgentes" que atacaron a los soldados en las
tres ciudades. Pero esto fue lo que aseguraron en Samarra hace sólo
dos semanas, cuando alardearon de haber eliminado a 54 "terroristas".
Periodistas que investigaron estas muertes concluyeron
que si bien las fuerzas estadunidenses en esta ciudad cayeron en una emboscada
cuando llevaban billetes recién impresos a dos bancos de la ciudad,
las únicas víctimas que pudieron confirmarse fueron nueve
civiles, entre ellos un menor y un peregrino iraní.
Las fuerzas de Estados Unidos dijeron el martes que fueron
emboscadas en Samarra nuevamente el lunes, esta vez por guerrilleros que
supuestamente liberaron palomas como señal para que sus camaradas
supieran que los soldados estaban a distancia para ser atacados. Dos pistoleros
abrieron fuego sobre los soldados con lanzagranadas, y se resguardaron,
según los estadunidenses, entre un grupo de niños que salían
de la escuela.
Según las autoridades de la ocupación, los
uniformados "redujeron el fuego enemigo sin herir a civiles", lo cual es
una declaración extraña, pues nunca se mencionó que
hubiera civiles heridos. El comandante de una compañía estadunidense
en Samarra indicó más tarde que 11 "insurgentes" habían
muerto, aunque no ofreció pruebas de ello. Después del último
tiroteo en la ciudad, no se encontró el cuerpo de un solo guerrillero.
En
Fallujah, escenario del asesinato de cinco iraquíes, hombres que
se manifestaban en favor de Saddam irrumpieron en una oficina policial
pro estadunidense y obligaron a los agentes, bajo sueldo de Estados Unidos,
a huir por sus vidas. Entonces, dos tanques Abrams, vehículos
blindados Bradley y cientos de soldados cercaron el edificio que
supuestamente está controlado por uniformados de la división
82 aerotransportada. Los soldados mantuvieron posiciones en los tejados
cercanos, a sólo 200 metros del edificio policial, pero nadie admitía
que ellos hubieran tomado parte en los asesinatos.
Los estadunidenses trataban este martes de acallar las
noticias de todas estas muertes con más declaraciones sobre la captura
de Saddam. Periodistas fueron llevados, en medio de un gran misterio, al
aeropuerto de Bagdad donde, se les dijo, "habría un reporte que
no se arrepentirían de cubrir". Pero lo único que ocurrió
fue que el general Richard Myers, presidente del estado mayor conjunto,
admitió que "llevará algún tiempo" ver los efectos
militares del arresto de Hussein. "Cuando se toma a este líder que
es (sic) durante un tiempo muy popular en esta región, y se le encuentra
en un hoyo en la tierra, esto significa, para sus simpatizantes, que a
todas luces están en el equipo equivocado".
Este tipo de declaración, sin embargo, no puede
ocultar la cada vez mayor caída en la seguridad. En Mosul, por ejemplo,
un policía que trabajaba para las autoridades iraquíes organizadas
por Estados Unidos fue abatido y otro más resultó herido
en una manifestación en favor de Hussein. Más al sur, cerca
de Tikrit, donde nació el derrocado presidente, una bomba hirió
a tres soldados estadunidenses; dos de ellos están graves. Documentos
de seguridad de la ocupación -que no han sido difundidos al público-
señalan que ha habido 30 ataques contra las fuerzas estadunidenses
en Bagdad y sus alrededores sólo durante las últimas 24 horas.
Pistoleros encapuchados
Un perturbador y nuevo fenómeno en medio de este
panorama de creciente violencia militar es la aparición de pistoleros
encapuchados -al servicio de los estadunidenses- que están en puestos
de control al norte de Bagdad.
Cinco de ellos revisan automóviles en el puente
sobre el río Tigris afuera de Samarra. Al parecer temen que sus
identidades sean descubiertas si no se cubren la cara. Usan uniforme de
miliciano, y aunque dicen ser parte de los nuevos "cuerpos de defensa civil
iraquí" respaldados por Estados Unidos, no tienen galones ni distintivo
alguno que indique su rango o unidad. Estos mismos encapuchados ya aparecen
en las calles de Bagdad.
©The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca
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