México D.F. Miércoles 17 de diciembre de 2003
El músico Daniel Barenboim amaga con renunciar si se reducen subvenciones
Planean fusionar las tres compañías de ópera de Berlín para que compartan presupuesto
THE GUARDIAN
Berlín, 16 de diciembre. Los planes para salvar a las tres compañías berlinesas de ópera devinieron caos este martes, cuando Daniel Barenboim, director de la Staatsoper, amenazó con renunciar en caso de que los recortes en las subvenciones a las compañías operísticas de la ciudad no le permitan desarrollar bien su trabajo.
Las casas de ópera berlinesas estuvieron a punto de cerrar el pasado verano, hasta que la administración del ayuntamiento logró convencer al gobierno federal de ayudarlos con un paquete de salvamento.
Uno de los planes de rescate consiste en reunir en una sola a las tres compañías berlinesas de ópera, de manera que compartan presupuesto. Tal propuesta causó la irritación de Barenboim. En su opinión, una medida así supone una nivelación hacia abajo.
''No soy un principiante. Si no puedo expresar lo que musicalmente me resulta importante, no continuaré con el trabajo", dijo. Consideró que la idea de agrupar a las tres óperas dentro de una fundación es ''en el mejor caso ingenua y en el peor una mezcla de desesperación e hipocresía".
Barenboim mencionó además su temor de que sus 13 años de trabajo acaben siendo ''simplemente desechados".
Según afirmó el director de orquesta, al final en Berlín no habrá tres óperas sino sólo una con tres escenarios. En declaraciones a Die Zeit, Barenboim criticó a la ministra de Estado alemana para la Cultura, Christina Weiss, por su negativa a que el gobierno federal adquiera la Opera Estatal Unter den Linden.
Una buena alternativa a la creación de la fundación, recomendó el músico, sería una participación del gobierno federal en la ópera siguiendo el ejemplo del Lincoln Center de Nueva York.
Secuelas de la reunificación alemana
Las casas de ópera berlinesas han estado luchando por sobrevivir desde que perdieron los generosos subsidios estatales luego de la reunificación alemana en 1989. La virtual bancarrota del gobierno de la ciudad de Berlín ha agravado la situación. El problema consiste en conseguir cien millones de euros anuales que necesita la ópera para existir.
Daniel Barenboim no ha cesado su batalla en defensa de una trayectoria artística de 261 años depositada en la Staasoper. En febrero pasado cabildeó de manera intensa hasta lograr la consolidación de un proyecto que mantiene 300 puestos de trabajo.
La tan pregonada alta cultura alemana es una víctima de los problemas económicos a consecuencia de la reunificación alemana. Y esto es un golpe para los oriundos de la patria de Goethe, donde 153 ciudades tienen su propia casa de ópera, y sus compañías de ballet y de teatro son subsidiadas.
El músico argentino-israelí Daniel Barenboim trabaja desde 1992 para la Opera Estatal Alemana y en 2001 firmó un contrato que concluirá en 2007. © The Guardian News Service
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