.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
CineGuía
Lunes en la Ciencia
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada en tu PALM
La Jornada sin Fronteras
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo electrónico
Búsquedas

P O L I T I C A
..

México D.F. Domingo 21 de diciembre de 2003

Guillermo Almeyra /III y último

Las fábricas ocupadas y la autogestión

La propiedad, por sí misma, no define el carácter de un medio de producción. Buena parte de la economía de la Unión Soviética estaba estatizada pero la división del trabajo entre quienes decidían y quienes ejecutaban, y entre la dirección y los trabajadores, era igual a la imperante en una propiedad capitalista. Lo importante, por consiguiente, no es si una empresa es estatizada o si es una cooperativa (o sea, una sociedad por acciones), o si un terreno ocupado es municipal o no. Lo fundamental es quién decide y si existen o no relaciones de igualdad precursoras de una sociedad futura. Si la empresa o la organización depende del Estado para tener recursos financieros o técnicos, o para recibir bolsas de comida, el "propietario" no podrá decidir sino hasta cierto punto, y en cosas menores. Por eso no se puede hablar de autogestión cuando simplemente se autoadministra una empresa o un terreno. Lo que en realidad se está haciendo es una escuela de autoadministración, que dará seguridad y experiencia y formará cuadros para encarar la autogestión cuando ésta sea social y generalizada.

Por lo tanto una cooperativa -que siempre es importante, porque enseña a autoadministrarse- puede ser también perfectamente funcional al capitalismo si sus métodos de conducción son verticalistas, si las decisiones las adoptan "los que saben", si las asambleas son pasivas y formales, si el método gerencial es igual al de las empresas capitalistas, si compite en el mercado sobre la base, como todas, de la mayor productividad y la mayor extracción de plusvalía posible. Pero no lo será si no está colgada de las tetas estatales, si es democrática y todos deciden y realizan las tareas, de dirección incluso, sobre base rotativa y sin especializarse sino conociendo todo el proceso productivo. Por lo tanto, hay que sacar la discusión de las formas abstractas de propiedad para llevarla a la de la creación de conciencia, cotidianamente, para la autogestión generalizada. Porque un grupo de piqueteros que dependa de un caudillo o que imponga una disciplina vertical y que se fije como objetivo ser un grupo de presión que obligue al gobierno a dar planes Jefe y Jefa de Familia y bolsas de comida podrá tener importantes realizaciones a escala microeconómica (huertas, fábricas o talleres, etcétera) pero no aportará a la autogestión y la emancipación de los trabajadores.

Por eso también el hecho de que una fábrica esté produciendo en manos de los trabajadores es sólo un primer dato. ƑProducen para cobrar los salarios, generalmente autorreducidos, o les alcanza para renovar la maquinaria, comprar materia prima, pagar la electricidad y los servicios, renovar los productos, que respondían a la visión del mercado que tenía el ex patrón, para producir ahora en función de las necesidades populares? ƑSe dan como objetivo competir en el mercado general y producir excedentes o responder sólo al mercado solidario? ƑSe plantean como una solución transitoria hasta que venga un patrón que invierta -y comande- o como una experiencia duradera? Y los proyectos productivos de los piqueteros y las asambleas, Ƒson simplemente expedientes para el autoconsumo y la sobrevivencia? Si se queda sólo en el microproyecto, Ƒno se está ahorrando al capital los costos de reproducción de una mano de obra disponible y barata si hay una recuperación económica? ƑO, por el contrario, la importancia del microproyecto, aparte de que alivia la miseria de sus trabajadores y de las familias de éstos, consiste en que los educa en el trabajo común con una disciplina voluntaria, sin patrones ni jefes, con visión social, y acompaña la experiencia productiva con la discusión que eleva la conciencia y la cultura de quienes lo emprenden?

En otras palabras: no hay autonomía si no se generaliza a otros territorios y si no se acompaña con la autogestión, pues es imposible una duradera autonomía frente al capital en el capitalismo o una autogestión dependiente del mercado capitalista y del Estado. La autonomía y la autogestión son expresión de una dualidad de poderes inestable, que debe resolverse en un sentido o en otro. Lo esencial, por lo tanto, es crear organización y crear contrahegemonía frente a la organización opresiva estatal y a la hegemonía cultural y política de los dominantes. Eso significa practicar una intensa vida política democrática en las organizaciones y discutir teóricamente las implicaciones de todo, ligando ese proceso a la práctica. Precisamente porque las clases dominadas tienen su propia cultura y resisten, no sufren totalmente ni el fetichismo de que hablaba Marx ni son receptoras pasivas de las ideas de las clases dominantes y, en determinados momentos, pueden intentar arrancarse de encima el yugo de sus explotadores y dominadores. La construcción de elementos de poder en la vida cotidiana y el rechazo del poder del capital en las relaciones mujer-hombre, estudiante-profesor, trabajador-jefe, ciudadano-tecnócratas políticos, etcétera, es la base para una futura autogestión social generalizada que pasa por la reconstrucción de los seres humanos, de sus deseos, de sus consumos, de sus relaciones. La ocupación del poder central, porque los opresores no lo cederán sin lucha, debe ser sólo la conclusión de ese proceso, no su condición previa.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4329 y 4110
Email