México D.F. Domingo 21 de diciembre de 2003
Amenaza con desconocer cualquier consulta popular que se realice
Con trampas, opositores presentaron 1.5 millones de firmas, aseguran chavistas
Repudia Venezuela la interferencia de diplomático estadunidense en sus asuntos internos
DPA, AFP, PL Y REUTERS
Caracas, 20 de diciembre. Partidarios del gobierno de Hugo Chávez pidieron hoy la anulación de 1.5 millones de firmas de las 3.4 millones que presentó la oposición a las autoridades electorales para solicitar un referendo revocatorio del mandato del presidente, y advirtieron que si esas firmas son validadas desconocerán cualquier consulta popular.
El ministro de Infraestructura y portavoz del oficialismo, Diosdado Cabello, afirmó durante una visita realizada al Consejo Nacional Electoral (CNE) que unas 1.5 millones de firmas fueron recolectadas de forma irregular, y que no deben ser consideradas para el proceso de un eventual referendo.
Advirtió que si esas firmas son admitidas como válidas "no jugaremos". Ante medios de prensa, aseveró que "no jugamos porque esas son las reglas, que dicen que esas firmas quedan fuera. Así no vamos al referendo revocatorio, con chantaje no vamos a ningún lado". Sugirió que el gobierno acudirá al Tribunal Supremo de Justicia para impugnar las firmas sospechosas que pudieran ser validadas.
Cabello sostuvo que más de 64 mil plantillas, que suman 1.5 millones de firmas, tienen errores producto de la "trampa" y que por lo tanto deben "quedar fuera de juego". Añadió que en esas plantillas aparecen firmas de personas fallecidas, y que el Ministerio del Trabajo procesa unas 300 denuncias de trabajadores que dicen haber sido obligados a estampar sus rúbricas contra Chávez.
Rechazó el alegato de la oposición de que todas las firmas tienen que ser reconocidas por el CNE, ya que de lo contrario "se acaba Venezuela", pues dijo que eso sería chantaje y que no lo van a aceptar. "Hay evidencias de la trampa y hay tramposos que quieren venderle al país algo que no hicieron", y recalcó que la oposición no pudo recolectar el mínimo de firmas requerido por ley.
En términos similares se manifestó el vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, quien en entrevista con el diario El Universal rechazó que la oposición haya alcanzado siquiera las 2.4 millones de firmas necesarias para activar la consulta contra el mandatario.
Afirmó que están "conscientes de que no llegaron a la cifra de oro, pero los dirigentes de la oposición la han abultado. Hay que denunciar el fraude, y tenemos además que concretarlo". Acotó que "tenemos que pasar de la etapa de la denuncia a la etapa probatoria. Vamos a probar todo lo que hemos dicho".
Al margen de la polémica por las firmas, estimó que entre gobierno y oposición se ha creado "un piso de convivencia" justamente con las solicitudes de los referendos revocatorios y sobre las base de reglas definidas en la Constitución. Apuntó que todo esto forma parte de "una prueba inequívoca de las características democráticas" del país.
No obstante lo anterior, Rangel descartó toda posibilidad de negociar una prematura salida de Chávez del poder, como pretexto para evitar el referendo. "La única negociación es la que establece la Constitución: que se cumplan los periodos constitucionales y haya elecciones", y que si la oposición no puede activar el referendo contra el presidente seguirán adelante con sus planes y proyectos.
Por lo demás, Rangel aseveró que la oposición enfrenta un gran reto para medirse con Chávez en unas futuras elecciones, al subrayar que no existe en Venezuela un proyecto alternativo al gobierno del mandatario y de su liderazgo.
El CNE debe verificar las firmas en 30 días a partir del 5 de enero, y de fallar en favor de los referendos en relación a los mandatos del presidente y de los diputados, éstos se efectuarán en un plazo de 97 días después de emitir su decisión.
En tanto, Venezuela repudió la interferencia en sus asuntos internos por parte de un importante funcionario de Estados Unidos, en referencia a declaraciones del enviado especial para América Latina, Otto Reich, y advirtió que esto lo coloca fuera del marco del entendimiento diplomático entre los dos países.
La cancillería difundió una declaración de la embajada venezolana en Washington, en la que rechazó afirmaciones del funcionario en cuestión como una referida a que "Chávez tiene la fuerza de las armas", señalando que con eso Reich desconoce la actuación legal del jefe de Estado, y no sólo como comandante en jefe de las fuerzas armadas, sino su reconocimiento de la Constitución Bolivariana y el apoyo de su pueblo como principales armas.
La embajada también criticó el alegato de Reich al permitirse desconocer la autonomía del CNE, y tomar partido por la oposición al afirmar que obtuvo 4 millones de firmas para solicitar un referendo revocatorio del mandato presidencial, cuando la propia oposición dice que obtuvo 3.4 millones, una cifra cuestionada por el chavismo.
En otro ámbito, se informó que cuatro soldados venezolanos de la Guardia Nacional murieron al ser emboscados en la madrugada del sábado en el estado de Zulia, en una zona fronteriza con Colombia; se sospecha que el ataque fue realizado por un grupo armado presuntamente vinculado a las guerrillas colombianas.
No obstante, otras versiones castrenses no descartan que se trate de venganzas de narcotraficantes colombianos tras decomisarles 10 toneladas de drogas, pues este incidente ocurrió a sólo dos días de que otra patrulla fronteriza fue emboscada en Táchira, con saldo de tres soldados muertos.
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