México D.F. Domingo 21 de diciembre de 2003
El organismo y la UNESCO crean una oficina para
dar seguimiento a programas
México se queda solo en sus críticas;
acuerdan dar nuevo impulso al E-9
Brasil propone canjear el pago de la deuda externa por
recursos para la educación
CLAUDIA HERRERA BELTRAN ENVIADA
El Cairo, 20 de diciembre. La Organización
de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)
y los ministros de Educación de los nueve países más
poblados del mundo, incluyendo a México, limaron asperezas y determinaron
preservar el grupo denominado E-9. En tanto, Brasil propuso canjear el
pago de la deuda externa por recursos para la educación.
México, que había anunciado su intención
de separarse del grupo por falta de resultados, se quedó solo con
sus críticas y señaló que va a permanecer en el organismo;
incluso aceptó ser la sede de la próxima reunión que
se realizará en 2005.
Con respecto al tema del canje de la deuda -que Brasil
y Argentina plantearon desde agosto en la reunión de ministros de
la Organización de Estados Americanos (OEA), efectuada en la ciudad
de México- el titular de la SEP, Reyes Tamez Guerra, mostró
una postura ambigua y dijo que la iniciativa debe plantearse con "cuidado"
para evitar que los países pierdan sus líneas de crédito.
En
entrevista, el funcionario señaló estar en favor de que los
países discutan la conveniencia de intercambiar deuda por fondos
para la educación, pero sin que ello represente "un conflicto" con
sus acreedores.
La reunión de los ministros de Educación
de Bangladesh, Brasil, China, Egipto, India, Indonesia, México,
Nigeria y Pakistán fue tersa porque desde temprana hora el director
general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, anunció una serie de medidas
para apoyar los trabajos del E-9, el cual fue creado hace una década
en Nueva Delhi, India.
Durante la inauguración oficial del encuentro,
que se realizó en la Ciudad de la Educación Mubarak -llamada
así en honor al presidente de Egipto Hosni Mubarak-, Matsuura destacó
que en la última década los países del E-9 han tenido
resultados positivos en la reducción de las tasas de natalidad y
en la mejora de sus indicadores educativos.
Apoyo de la UNESCO
Sin embargo, dijo que el E-9 perdió fuerza e identidad
con el paso de los años. Ante este problema, refirió que
la UNESCO comisionó a un grupo de expertos independientes para que
hiciera un informe, el cual arrojó un balance negativo y conclusiones
que podían derivar en su disolución, lo que provocó
la inconformidad de los ministros.
Matsuura se desmarcó y dijo que el informe no tenía
calidad profesional y que los resultados tampoco reflejaban la postura
del organismo, por lo que dio su respaldo a la continuidad de la iniciativa
a partir de la aplicación de una serie de medidas; la más
importante se refiere a la creación de una oficina de coordinación
de la UNESCO que apoye al E-9 y vincule sus trabajos con el proyecto que
da seguimiento a las recomendaciones de la conferencia de Dakar.
Ante el pronunciamiento del director general de la UNESCO
y de otras delegaciones como India, Egipto y Brasil de respaldar al E-9,
la delegación mexicana, encabezada por Tamez Guerra, guardó
silencio y ya no expuso sus críticas.
Un día antes, funcionarias de la SEP habían
comentado a este diario que México estaba analizando la conveniencia
de seguir en el organismo, el cual reúne a naciones con graves rezagos
en educación, porque nuestro país ha logrado "avances sustanciales"
que lo colocan en una etapa de transición.
Dulce María Nieto, coordinadora de asesores de
la Subsecretaría de Educación Básica y Normal, señaló
que México es el hermano pobre en la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pero el hermano
rico en el E-9.
En cambio, en la única intervención que
Tamez Guerra tuvo en los trabajos ministeriales, puso énfasis en
que el país tiene un severo problema de pobreza y presentó
el programa Oportunidades, implementado hace siete años por el gobierno
priísta con el nombre de Progresa, como la gran apuesta para acabar
con este rezago.
Después aclaró en entrevista que estaba
satisfecho con la respuesta de la UNESCO y que México va a seguir
participando en el E-9, porque comparte con este grupo de países
el problema de la pobreza y de indicadores "dramáticos" en educación
en las regiones indígena y rural.
Pero insistió en el interés del gobierno
mexicano por participar tanto en los foros de los países más
pobres como en la OCDE, el llamado club de los ricos.
Contra lo que se esperaba, el diálogo que sostuvieron
los ministros de Educación de las nueve naciones más pobladas
del mundo fue corto. Duró apenas dos horas y hubo varios cambios
en la agenda.
Y es que la mayor parte del día se dedicó
a la ceremonia de inauguración, que encabezó la esposa del
presidente, Suzanne Mubarak.
El largo protocolo impidió que los ministros continuaran
con su debate. Se espera que hoy, antes de la presentación de las
conclusiones, los jefes de las delegaciones puedan dialogar sobre la educación
inicial y prescolar, tema central de la reunión.
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