La muestra se exhibe en Chapultepec y fue inaugurada el viernes por López Obrador

Reproducen el México del pasado y el presente en 92 maquetas monumentales

JAIME WHALEY

Unas maquetas monumentales que reproducen al México del pasado, del presente, pero no el del futuro -como sagazmente esquivó el pronóstico el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, cuando se le inquirió si no le había gustado el Palacio Nacional-, están expuestas al público desde ayer en la segunda sección del Bosque de Chapultepec.

México mágico es el nombre de la exposición que en años anteriores causó impacto, tanto a públicos nacionales como extranjeros cuando estuvo en Tijuana, y que ahora estará aquí

En el breve recorrido de apertura, el viernes al mediodía, López Obrador señaló que la etapa prehispánica le había causado una buena impresión y también las construcciones coloniales, aunque esto último, aclaró, "no se vaya a mal interpretar", pues ahí labora, y luego aplacó las ansias de los medios por obtener una respuesta futurista cuando apuntó que la Plaza de la Constitución -o Los Pinos, como también alguien preguntó-, no son construcciones para años por venir.

Desde la época prehispánica -las hoy zonas arqueológicas-; la etapa colonial, cuyos vestigios aun se pueden admirar, y hasta construcciones digamos que contemporáneas, como el magnífico Palacio de Bellas Artes o el imponente Museo de Antropología, están reproducidas en 92 maquetas que fueron manufacturadas con precisión artesanal por un equipo bajo el mando del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez.

de Diputados, hoy Asamblea Legislativa, está el Museo de la Ciudad-, lo cual, la verdad, no es de tomarse en cuenta, pues lo didáctico es el detalle con que se trabajó en cada una de las reproducciones, detalles que a simple vista, en las construcciones reales, pasan muchas veces desapercibidos, ya por encontrarse fuera del campo visual o ya porque, por la cotidianeidad, ya uno ni se fija.

Aunque a paso rápido -su estancia apenas se prolongó 20 minutos-, López Obrador siguió con atención las puntuales explicaciones que Carlos Mackinlay, director de Promoción Turística del gobierno capitalino, daba a la comitiva, entre la que figuraban los empresarios Alejandro Soberón y René Aziz, cabezas de las compañías que manejan esos espacios que renta el gobierno de la capital, como aclaró Aziz, y Fernando Aboitiz, el delegado en Miguel Hidalgo, quien, por cierto, titubeó sorprendido cuando López Obrador le cedió unas tijeras para compartir el corte del simbólico listón inaugural.

Las maquetas, dispuestas en islas, varían en extensión, pero, aparte de la de Teotihuacán completa con la calzada de los Muertos, y las pirámides del Sol y la Luna, las impresionantes son la del Zócalo, aunque sin ambulantes ni manifestantes, y la de el atrio de la Basílica de Guadalupe, en la que se pueden observar el interior del templo y sus feligreses.

Hay también maquetas de construcciones

en los estados como la Plaza Tapatía, en Guadalajara, la catedral de Zacatecas, el ex convento de Huejotzingo, Puebla, y la iglesia de Tepotzotlán. Y desde luego las zonas arqueológicas de Palenque, el Tajín, y la pirámide de Cholula, entre otras.

La entrada a la exposición tiene un costo de $50 para adulto y $40 para niño(a)s, con precio convencional en visitas de grupos.