México D.F. Domingo 21 de diciembre de 2003
Asegura estar trabajando desde hace 20 años
para realizar una cinta sobre la isla
Cuba es una fuente de aprendizaje e inspiración:
Danny Glover
PRENSA LATINA
La Habana, 20 de diciembre. Cuba es para mí
una fuente de aprendizaje e inspiración, vengo a alimentarme de
lo que ustedes están tratando de hacer, tanto individual como colectivamente,
dijo aquí el actor estadunidense Danny Glover, de visita una vez
más en la isla.
Llegó el martes pasado, todavía sin desprenderse
del todo del rodaje de su más reciente filme, The woodcutter
-que concluyó el viernes 12 de diciembre-, cinta sobre un veterano
de la guerra decretada por Estados Unidos contra Vietnam, "el capítulo
más triste de la historia de mi país", lapidó.
Vestido
informalmente, derrochando ese carisma que lo ha llevado a calar -méritos
artísticos aparte- en el público de las más diversas
latitudes, Glover acudió la víspera a una cita con creadores
y cineastas cubanos.
''No vengo a Cuba de vacaciones, vengo a aprender'', reiteró,
''a recibir inspiración para luego intentar utilizar esas lecciones
en mi propio trabajo''.
Al entrar de lleno en un diálogo fluido con su
auditorio, aseguró que desde hace por lo menos 20 años está
tratando de filmar una película en Cuba y sobre Cuba.
''He estado dándole vueltas a esa idea y esperando
con ansiedad ese momento, procurando los fondos, pero ha sido imposible;
no hemos podido quebrantar el draconiano invento del bloqueo que ha impuesto
mi país a la isla", puntualizó.
Glover es un hombre convencido de que su papel en la coyuntura
actual es, dice, el de un artista ciudadano del mundo, comprometido a fondo
con su época y cuya misión es contribuir a cambiar la realidad
en la que vive. Coherente con esa convicción, dejó a un lado
los filmes puramente comerciales y asumió otros proyectos.
''Ya terminó mi etapa de intervenir en películas
policiacas o en planteos triviales -precisó-. Tengo muy claro qué
historias quiero contar, cómo hacerlas y qué quiero transmitir
a través de ellas.''
Está consciente también del precio que
tiene que pagar por esa decisión y de cómo, una vez que en
ciertos sectores de su país se percataron de sus puntos de vista
sobre temas como la guerra y la política de Estados Unidos hacia
Cuba, su trabajo empezó a ser menos cotizado.
Sin embargo, ''eso no me preocupa lo más mínimo
-sostuvo-, ni tampoco hará mella en mis presupuestos conceptuales
y estéticos ni en mi determinación de manifestar lo que pienso''.
Desde hace tiempo lo asedia la pasión de rodar,
por ejemplo, un largometraje sobre Haití; ya tiene incluso adelantado
el guión y busca financiamiento. Atribuye una importancia histórica
a ese propósito. ''Es preciso dar a conocer lo que está ocurriendo
allí'', sentencia.
Embajador de buena voluntad del Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD), cree que reducir el hambre mundial debe ser
una prioridad de los países ricos, un reto, "y puede lograrse sin
destruir más la naturaleza, pero no se está haciendo".
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