En la cola de las estadísticas

Ocho millones de haitianos viven en pobreza extrema. En todos los rubros sociales y de nivel de vida la primera república de esclavos libertos fundada en el mundo, hace dos siglos, figura en la cola de las estadísticas.

Su producto interno bruto por habitante es de 469 dólares anuales, poco más de un dólar diario. Más de la mitad de la población no tiene acceso al agua potable ni a la electricidad. La tasa de desempleo y de analfabetismo bordea 60 por ciento. La esperanza de vida es de 52 años y ésta no deja de descender, ya que la pandemia del sida en Haití es la más grave del continente. Su moneda, la gourde, se devalúa constantemente (de 26 gourdes por dólar en agosto de 2002 a 45 en febrero de 2003) y su deuda externa ascendía en 1999 a mil 200 millones de dólares, mismos que no tiene con qué pagar.

La ayuda externa de los organismos internacionales está parcialmente congelada, desde que el partido oficial cometió fraude electoral para controlar el Ejecutivo y el Legislativo. La crisis haitiana es de tal magnitud, que cíclicamente se habla de la posibilidad de colocar a Haití bajo tutela de la Organización de Naciones Unidas.

(BLANCHE PETRICH)