México D.F. Lunes 5 de enero de 2004
Los actuales gerentes se aprestan a pedir más
préstamos a los bancos acreedores
La crisis de Parmalat comenzó en AL hace 15
años, afirma juez del caso
Requiere la firma de crédito superior a 50 millones
de euros para cumplir con sus pagos
REUTERS
Quito, 4 de enero. La crisis de Parmalat empezó
en América Latina hace 15 años, debido a decisiones erróneas
de los socios de la firma, afirmó Guido Salvini, juez que lleva
el caso de dicha compañía, en una entrevista publicada el
domingo en un diario local.
Mientras,
los actuales gerentes de Parmalat se alistan para pedir a los bancos acreedores
nuevos préstamos, con el objetivo de mantener en activo sus fábricas;
en tanto, los fiscales amplían la investigación para examinar
el papel de distintas instituciones financieras en torno al fraude multimillonario
en la trasnacional.
El gigante alimentario Parmalat, que se encuentra en medio
de un escándalo desde hace más de dos semanas por un agujero
financiero de unos 8 mil millones de euros, se declaró en bancarrota
y está bajo la dirección de Enrico Bondi, experto en rescate
de empresas.
Su ex presidente y fundador, Calisto Tanzi, quien fue
detenido hace nueve días, es uno de los principales sospechosos
del fraude financiero.
Parmalat opera en más de 30 países y tiene
subsidiarias latinoamericanas en Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay,
Ecuador, Colombia, Venezuela, México, República Dominicana
y Nicaragua.
"Algunas de las sociedades más importantes de Parmalat
se encuentran en Sudamérica (Brasil, Venezuela, Colombia) y tuvieron
en estos años gravísimas pérdidas", dijo Salvini al
diario El Comercio, uno de los de mayor circulación del país.
Tanzi viajó a Ecuador entre el 21 y el 25 de diciembre,
antes de ser detenido, y según sus declaraciones fue un viaje enteramente
de placer, pero Salvini piensa que el viaje estuvo relacionado con la crisis
del grupo.
"Puede ser que allí haya activado contactos para
tratar de esconder o arreglar los problemas", planteó el juez milanés.
El grupo alimentario tiene en el país andino operaciones
con una subsidiaria: Parmalat del Ecuador con dos plantas.
Según Salvini, la justicia ecuatoriana empezará
una investigación sobre la actividad de la firma en Ecuador, pero
fuentes de la fiscalía ecuatoriana expresaron que esperan un pedido
formal de sus pares italianos para iniciar cualquier acción.
"Esto es importante, porque en los delitos financieros
o los de terrorismo hay una dimensión trasnacional", puntualizó.
Mientras, Enrico Bondi, quien asumió la gestión
de Parmalat a mediados de diciembre, iniciará este lunes una serie
de encuentros con los bancos. Se prevé que pida a Capitalia, Intesa
y San Paolo IMI, entre 50 y 100 millones de euros para pagar a empleados
y proveedores, informó la prensa italiana.
Esa cifra sería muy superior al préstamo
de 25 millones de euros que los bancos garantizaron a Parmalat en diciembre
para evitar el incumplimiento de un bono. La exposición de los tres
bancos respecto a la deuda de Parmalat supera ya los mil millones de euros.
A comienzos de la tercera semana de lo que los reguladores
han calificado como uno de los fraudes corporativos más descarados,
el centro de atención ha variado ahora hacia los grandes bancos
internacionales.
Un destacado inspector de la Comisión del Mercado
de Valores estadunidense (SEC, por sus siglas en inglés) dijo el
sábado al diario Corriere della Sera que las autoridades
estaban investigando la forma en que Bank of America y otros bancos vendieron
miles de millones de euros de bonos de Parmalat.
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