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México D.F. Lunes 5 de enero de 2004
Frida by Frida, publicación de
la editorial mexicana RM, circula en Estados Unidos
Aparecen en inglés las escrituras de Kahlo reunidas
por Tibol
La crítica de arte anuncia una tercera edición
del volumen; incluirá nuevos materiales
La pintora siempre tendrá algo que decir a quienes
desnudan su cuerpo y su alma, sostiene
MERRY MAC MASTERS
Hace más de medio siglo, el 25 de mayo de 1953
para ser exacto, Raquel Tibol vivió unos días en la casa
en Coyoacán de Frida Kahlo (1907-1954). Recién llegada de
Chile, en un intento de adaptarse a las ''inesperadas circuntancias'',
retomó su trabajo de periodista cultural ejercido en Santiago y
propuso que la pintora le dictara su biografía, idea que Kahlo aceptó
con entusiasmo. No obstante, ''una sobredosis de Demerol, que puso en riesgo
la vida de aquel 'venadito herido', marchitó con sus complicadas
consecuencias el proyecto''.
A
Tibol, sin embargo, le quedó ''una especie de tarea de por vida'':
''terminar de entender'' ese mundo que resultaba ''tan extraño,
tan diferente a lo que conocía desde el punto de vista de las convivencias,
de lo humano, de la cultura acumulada, de los deseos, de los rechazos''.
La escritora y crítica de arte ha podido ''seguir entendiendo''
ese mundo, en la medida que ha descubierto ''la fuerte personalidad que
aparece en los escritos de Frida'', que empezó a recopilar a principios
de los años setenta.
El libro Escrituras. Frida Kahlo, selección
y notas de Raquel Tibol, cuya primera edición fue publicada en 1999
por la UNAM, acaba de aparecer en inglés con el título Frida
by Frida, por iniciativa de Ramón Reverté, de la Editorial
RM de México. Su autora se dice ''feliz'' de que la edición
en inglés no se llame como en español, porque "por encima
de cualquiera de las biografías o libros que se han escrito sobre
Frida, en realidad para conocerla hay que leerla a ella". El traductor
fue Gregory Dechant, con quien conversó Tibol y acordó ''respetar
el espíritu de Frida''.
La edición de Escrituras en alemán
aparecerá en los primeros meses de 2004. Por esas mismas fechas
Plaza & Janés publicará una tercera edición del
volumen, ampliada, que por vez primera tendrá un prólogo,
escrito por Antonio Alatorre. La segunda edición de Escrituras,
hecha por la UNAM y el CNCA en 2001, contó con 30 por ciento
más de los textos que Tibol continúa buscando (el índice
del primer volumen registra 94). Frida by Frida es una traducción
de la segunda edición. Mientras tanto la tercera contará
con 15 por ciento más de textos. Cuando ya estaba cerrada ésta,
la de Plaza & Janés, ''una mano anónima" le hizo llegar
14 cartas al escritor Miguel N. Lira, que se agregaron de último
momento.
De acuerdo con Tibol, la publicación de los escritos
de Kahlo ''permitirá a la gente realmente interesada en la pintura
y la personalidad de Frida corregir muchas cosas que se han arrastrado.
A Frida no se le puede juzgar con una moralina burguesa ni con una decencia
de 'buena familia' o de 'familia decente'. Hay que juzgarla por lo que
es: una mujer de vida abierta. (Frida Kahlo, una vida abierta se
llama el segundo libro de Tibol sobre la pintora.)
''Porque no es la cuestión de buscar el amor libre,
sino de plantearse una vida abierta en lo sexual, en lo amistoso, en la
vocación artística, en las relaciones humanas en general.
No es fácil aceptar sin un parámetro moral esta personalidad.
Bueno, ella se defiende sola. Por eso busco más y más escritos
para que se siga defendiendo sola en lo que es: un ser de gran ternura
que necesitaba de la soledad, pero a la vez cultivaba amigos.''
Sobre la impresión que le causó la pintora,
Tibol relata: "A Kahlo ya le habían dicho que le iban a amputar
la pierna, ya estaba en un estado de drogadicción avanzadísimo,
de modo que encontré un ser doliente que sabía que la vida
se le iba. Pero a la vez tenía ganas de gozarla. Tenía tal
sentido gozoso de la vida que aun en esas circunstancias lo contagiaba
a uno. Claro, para una gente sudamericana que no está habituada
a las calacas, a las piezas prehispánicas, entrar a la casa de Coyoacán
donde había todo esto, más el olor a medicinas... La primera
noche me da una jeringa con Demerol, grandotota, y me dice, 'pica, pica',
porque ya tenía unas costras muy grandes a ambos lados de las piernas
por picarse ella sola de manera poco adecuada. De modo que mi estreno en
el mundo de Frida fue con una inyección de Demerol tan fuerte que
la dejó en un estado de somnolencia, casi parecía como comatosa.
Claro, pasaron más de 24 horas y se recuperó''.
Tibol no fue la única en entrevistar a Kahlo; sin
embargo, al vivir con ella "había tiempo, trato, digamos, esta situación
muy propicia. Entonces le dije a Frida: 'escribamos tu biografía'.
Ella lo tomó con mucho entusiasmo. Lástima que perdí
tiempo, por eso no abundé más. Lo primero que quería
hacer era una especie de listado de su obra. Entonces empecé a pedir
que me dictara los títulos de sus cuadros. Todavía conservo
la libretita". Agrega: "No hay biógrafa de Frida, empezando por
Hayden Herrera, que haya dejado de tomar en cuenta la entrevista que le
hice y que ha sido usada para arriba y para abajo, porque tiene justamente
el título que le di cuando la publiqué en 1954 en el suplemento
México en la cultura, del periódico Novedades:
'Apuntes para una autobiografía de Frida Kahlo'. Hubo quien
la tomó al pie de la letra y la firmó con su nombre''.
En vista del cincuentenario del fallecimiento de Frida
Kahlo, el 13 de julio de 2004, ¿la pintora tiene aún algo
que decir a la gente joven? Tibol contesta: "A ciertos sectores estoy seguro
que sí, porque Frida tiene algo que decir a todos los que están
por lo dark, lo oscuro. A las performanceras que desnudan
su cuerpo y su alma, también. A los que gustan de mitologías,
de iconos, Frida también sirve para eso. De modo que es un valor
bastante plural que salta las épocas''.
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