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México D.F. Lunes 5 de enero de 2004
Cine, obras de teatro y coreografías
también se inscriben en la fridamanía
Kahlo provoca diversas expresiones artísticas
en torno a su vida y figura
Desde que la pintora se convirtió en un gran
negocio me refugié en la universidad: Tibol
MERRY MAC MASTERS
La pasión por Frida Kahlo o fridamanía
es un estado emocional latente que puede aflorar en cualquier momento.
El más reciente ejemplo fue la película Frida (2002),
que proporcionó a su protagonista, Salma Hayek, una candidatura
como mejor actriz en la pasada entrega de los Oscares. La veracruzana Hayek
salió adelante en su empeño por realizar un filme sobre la
pintora, incluso por encima de la actriz Jennifer López y la estrella
de rock Madonna.
En
su momento las adquisiciones de obras de Kahlo por Madonna contribuyeron
a que los precios se elevaran en el mercado. Un autorretrato de la artista
se convirtió en noticia cuando se subastó por un millón
650 mil dólares en mayo de 1991. (En 2000 otro autorretrato de Kahlo,
fechado en 1929, fue subastado en 5 millones de dólares, el precio
más alto jamás pagado por una obra de arte latinoamericano
y el jamás alcanzado en una subasta por una obra artística
hecha por una mujer.) En aquel entonces Madonna llegó a manifestar:
''Una película que quiero hacer es la historia de Frida Kahlo, en
quien me interesé porque me encanta su pintura... Tengo entendido
que hay un millón de personas que están involucradas en proyectos
en torno a Frida".
Madonna prestó su cuadro Autorretrato con chango
para la exposición Surrealismo: deseo sin límite,
organizada por la Tate Modern, de Londres, en 2001. El 21 de junio del
mismo año un timbre postal con la efigie de pintora fue emitido
en una ceremonia en Phoenix, Arizona.
Hablar de ''un millón de personas'' involucradas
en proyectos en torno a Kahlo suena a exageración. Sin embargo,
tras la exposición sobre Kahlo y la fotógrafa Tina Modotti,
organizada en 1982 por la galería de arte Whitechapel, en Londres,
y la publicación de la biografía de Frida hecha por Hayden
Herrera, en 1983, abundan los proyectos en torno a su figura y obra. Y
no nada más se trata de exposiciones, aunque habría que mencionar
Pasión por Frida, muestra organizada en 1991 con obra relativa
a la artista en el entonces Museo Estudio Diego Rivera.
¿Hasta dónde se puede rastrear un fenómeno
como la fridamanía? Esto es, ¿hasta dónde la
vida y obra de Frida Kahlo comenzaron a tener repercusiones más
allá de sí misma y de su obra?, pregunta Blanca Garduño,
entonces directora del recinto, al comienzo del texto que escribió
para el catálogo: ''Se puede señalar desde la personalísima
vestimenta mexicana de Frida Kahlo, que causaba admiración a propios
y extraños, hasta la influencia directa en los recursos pictóricos
de sus alumnos, Los Fridos".
Más allá de cierta moda, es innegable que
por medio de su pintura, sus cartas, sus fotos, Kahlo toca zonas sensibles
aquí y allá, que se transforman en multitud de manifestaciones
artísticas, como obras de teatro o coreografías. Y no nada
más de mujeres, sino también de hombres. Para muestra basta
un botón: en 1995 Johann Kresnik, ex bailarín clásico
y coreógrafo austriaco avecinado en Alemania, trajo un espectaculo
homónimo sobre la pintora al Festival Internacional Cervantino.
El año pasado el mismo festival presentó La casa azul,
del director de teatro canadiense Robert Lepage.
Hace apenas un mes, y en vísperas de cumplirse
medio siglo del fallecimiento de la pintora, fue abierta Frida te invita
a su casa, exposición lúdico-didáctica dirigida
sobre todo al público infantil, en el Museo Casa Estudio Diego Rivera
y Frida Kahlo, que invita a los visitantes a adentrarse en el mundo de
la pareja, al grado de ponerse el corsé de la artista y acostarse
en su cama; claro, con objetos hechos expresamente para eso.
Frida
Kahlo: Crónica, testimonios y aproximaciones (1977), el primer
libro de Raquel Tibol sobre la pintora, también fue el primero en
circular en Europa, ya que se tradujo al alemán en 1980. Después
se vino una ''inundación de textos sobre Frida''. Pero ¿cómo
ha entorpecido la fridamanía la investigación seria?
Tibol contesta: ''Son dos cosas que van por dos caminos
diferentes. Cuando Frida se había convertido en un gran negocio
para las subastadoras, las editoriales, entonces busqué justamente
refugiarme en la universidad para salirme de esta marca de un éxito
mercantil. Buscaba seguir esta ruta de indagación, de profundización
en un personaje al que conocí, cuya pintura fui penetrando y cuya
realidad como ser humano era tan compleja que, como dije, la sigo conociendo".
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