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México D.F. Lunes 5 de enero de 2004
Poesía para niños
Para desarrollar el sentido del ritmo en los pequeños
DE LA REDACCION
Como antologador de un volumen de poesía para primeros
lectores, titulado Poemas para niños (Patria, 2003), Salvador
Novo es directo: "Las poesías ofrecidas en este tomo han sido escogidas
por su claridad, su sencillez, la belleza de su mensaje, la calidad de
sus autores".
La
obra, una de las pocas en su género, fue editada por primera vez
en 1968 por Luz María Díaz-Caneja, con la finalidad de apoyar
el primer Festival de Literatura infantil, celebrado en la ciudad de México.
En el prólogo al volumen leemos el siguiente razonamiento
para llevar a los niños a la poesía: "El temprano contacto
con la poesía encauza la inteligencia del niño hacia el ejercicio
y la absorción del sentido del ritmo, en igual medida que la música
y la danza (...) La música es por esencia rítmica. Y la poesía,
nacida con la música en forma de canto, al independizarse de la
música, ha conservado y transferido a las frases del verso el ritmo
de su origen musical".
La antología, pensada para lectores entre 12 y
14 años, que no excluye por cierto a cualquier otro interesado de
mayor edad, incluye lo mismo textos clásicos que otros que merecían
ser rescatados y releídos. Así encontramos, entre otros,
La primavera de la aldea, de Jaime Torres Bodet; Las dos espigas,
de Gaspar Núñez de Arce; A mi primer nieto, de
Miguel de Unamuno; Caballitos, de Antonio Machado; Novia del
campo, amapola, de Juan Ramón Jiménez; La hermana,
de Eduardo Marquina; Infancia, de José Asunción
Silva, y Los motivos del lobo, de Rubén Darío.
Leemos a Miguel de Unamuno en su texto A mi primer
nieto: ''La media luna es una cuna/ ¿y quién la brisa?/
y el niño de la media luna,/ ¿qué sueños riza?//
La media luna es una cuna,/ ¿y quién la mece?/ y el niño
de la media luna/ ¿para quién crece?// La media luna es una
cuna/ va a la luna nueva;/ y al niño de la media luna/ ¿quién
me lo lleva?"
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