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México D.F. Lunes 5 de enero de 2004
Mis cuentos de vampiros, horror y fantasmas
lleva por caminos más allá de lo creíble
Antología recupera leyendas del género
del terror
DE LA REDACCION
El
propósito de una antología de cuentos de género, señala
el editor del volumen Mis cuentos de vampiros, horror y fantasmas
(Patria, 2003), es que el lector viaje "por un camino de sucesos extraños,
de ruidos inexplicables, de roperos que se abren y se cierran, de vampiros
que penetran por las ventanas aleteando sobre el silencio de la noche".
Y ofrece a quien se acerque a ella descubrir "leyendas de siglos pasados",
así como escuchar "viejas historias contadas por ancianos de piel
rugosa y boca desdentada, en un mundo alucinante que no tiene fin, porque
sus horizontes se van prolongando siempre más allá de la
imaginación, de lo creíble y lo fantástico".
Es preciso señalar que Mis cuentos de vampiros...
pertenece a la serie Patria para jóvenes, de modo que en ocasiones
los textos aparecen ilustrados y en otras adaptados. El volumen está
claramente dedicado a recopilar leyendas populares, más que a ejemplificar
estilos con autores concretos, si bien hay algunos. Dentro de las leyendas
anónimas se encuentran, por ejemplo, La cabeza del fantasma,
La hermana envidiosa, Una visita terrible, El tesoro que nadie quiere o
La tienda encantada. Entre los textos con firma se encuentran los de
Gloria Fuentes S: Los espantos de la escuela, ¿Quién está
allí...? y El misterio del hospital; El pozo de los horrores,
de A. Saint-Jacob, y Los ruidos, de Hugo Rivas Martínez.
Del cuento ¿Quién está allí...?,
de Gloria Fuentes S., son estas líneas iniciales: "El otro día,
mi amigo Arturo me platicó unas cosas muy extrañas a la hora
del recreo. Mientras compartíamos una rica torta de huevo con jamón,
se me quedó mirando muy serio, con ojos de asustado, y me preguntó
si creía en los vampiros.
"-¡Cómo crees! -le contesté, riéndome-.
Eso está bueno nada más para sentir que te pones chinito
cuando lees cuentos de terror, o cuando ves películas de Drácula.
"-Hablo en serio, David... Yo creo que sí existen,
y que alguno me anda persiguiendo. No se lo he dicho a nadie más
que a ti...''
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