México D.F. Lunes 5 de enero de 2004
El libro, coeditado por INBA y Generación,
reúne poemas en prosa escritos en los 60
La noche mexicana, primer volumen de Ferlinghetti
publicado en México
Inaudito, que sea hasta los 84 años del
autor beat cuando se publique en el país un título
suyo, lamenta Martínez Rentería Incluye texto hecho en
una reciente visita a México
CARLOS PAUL
La noche mexicana es el título del primer
libro publicado en México del poeta y editor Lawrence Ferlinghetti,
leyenda viviente de la generación beat.
Según Carlos Martínez Rentería, director
de la revista Generación y coeditor del volumen, ''resulta
inaudito que sea hasta diciembre de 2003, a los 84 años del poeta,
fundador de la legendaria editorial City Lights, que se publique, por vez
primera en México, un libro en español del celebre escritor
estadunidense''.
En diciembre de 2002, luego de 20 años de ausencia,
Ferlinghetti estuvo de visita en México invitado por Martínez
Rentería para celebrar el decimocuarto aniversario de esa revista.
Durante
dos semanas el poeta recorrió las calles del Distrito Federal, visitó
cantinas e iglesias, recibió un reconocimiento en la sala Manuel
M. Ponce del Palacio de Bellas Artes y, antes de regresar a su país,
visitó Oaxaca, donde conversó con el pintor Francisco Toledo.
Jorge García-Robles ubica así a Ferlinghetti
respecto de sus amigos y compañeros de generación: ''Mientras
Allen Gingsberg es un explosivo volcán que arrasa con todo y Jack
Kerouac es un poeta que abdicó de sus sueños y Gary Snyder
es una roca zen plantada en medio de la urbe, Lawrence Ferlinghetti representa
la sensatez, la cordura, la conducta aterrizada que logró conciliar
la aventura poética con el quehacer (micro) empresarial, creando
una obra altamente significativa e impulsando a la vez un proyecto editorial
que está cerca de cumplir 50 años City Lights, muy probablemente
la casa editorial underground más importante del mundo''.
Para Sergio Mondragón, autor de A Coney Island
of the Mind, Ferlinghetti "rechaza el método practicado por
Gingsberg, que privilegia la valía del primer pensamiento que llega
a la mente, cuya fórmula es: first thought, best thought
(el primer pensamiento es el mejor pensamiento). Ferlinghetti piensa lo
contrario: first thought, worst thought (el primer pensamiento es
el peor pensamiento), esto es, toda escritura necesita una revisión,
una autocrítica''.
Otras diferencias -dice Mondragón- son de estilo
y forma: "es un poeta clásico y platónico, que hace suyas
las palabras de James Joyce: 'Una obra de arte debe ser completa en sí
misma, armoniosa y radiante'".
''La mayoría de los poetas beat -según
el juicio de Ferlinghetti- no siguen esas premisas. Para mí el poema
es un 'campo abierto', mientras en los de los otros está más
bien cerrado, esto es, el significado en ellos es algo inexorable sobre
la página, algo que no admite ya el movimiento.''
El volumen La noche mexicana está integrado
en su mayoría por poemas en prosa escritos en la década los
sesenta, y la edición incluye el poema que escribiera en su más
reciente visita a México, Hotel Cortés, publicado
por vez primera en estas páginas en traducción de Jorge Anaya
(La Jornada, 12/12/2002).
La escritura de este poemario, comentaría Ferlinghetti,
''estuvo muy influenciada por El laberinto de la soledad, de Octavio
Paz, y El hombre rebelde, de Albert Camus. La noche mexicana fue
mi laberinto".
El libro -escribe Martínez Rentería- es
una especie de travesía; sin embargo, Ferlinghetti ''se aparta de
toda lectura del turista o del facilísimo folclórico para
comprometerse con su entorno social, político y existencial. Lo
mismo rescata una denuncia de la revista El Corno Emplumado sobre
la represión y la barbarie gubernamental de 1968, que se pierde
en una alucinante noche de mariguana y alcohol. Recientemente fuimos testigos
de un Lawrence Ferlinghetti que a sus 84 años conserva la mirada
lúcida y clara de la juventud, que lo mismo se manifiesta en contra
de la guerra impulsada por el 'neofascista' George Bush que puede perderse
en la ciudad de Oaxaca y emborracharse con mezcal".
El libro, traducido por Francisco Oyarzábal y Sergio
Santiago Mandariaga, con ilustraciones del propio poeta, es coeditado por
la revista Generación y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
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