Seguirá atendiendo a la población infantil de Azcapotzalco

Rectifica el GDF decisión sobre hospital pediátrico

Anuncia Encinas que se invertirán $60 millones en la remodelación

"Se tomó en cuenta la opinión de la gente", afirma López Obrador

AGUSTIN SALGADO

El Gobierno del Distrito Federal (GDF) abortó el proyecto de entregar las instalaciones del hospital Pediátrico de Azcapotzalco a la Policía Bancaria e Industrial (PBI). Ayer por la mañana, de manera oficial se estableció que el nosocomio continuará brindando servicios a la población infantil de aquella demarcación.

Durante su conferencia de prensa matutina, el Ejecutivo local, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que después de hacer "una revisión a fondo" del asunto y tomar en cuenta la "opinión de la gente", el GDF "va a rectificar" la decisión.

"Originalmente se pensó que, como no había demanda suficiente, se podía atender a los niños en hospitales cercanos, en un nosocomio que se acaba de modernizar (el Centro Médico Galo Soberón), con capacidad para atender toda esa zona.

"A esto se le llama en el lenguaje tecnocrático eficientar, es decir, utilizar mejor los recursos con los que se cuenta. Sin embargo, hay que considerar, en todas las decisiones, la opinión de la gente. Los vecinos no están de acuerdo en que se destine el hospital a otros fines, que se le entregue a la Policía Bancaria, y nosotros vamos a escucharlos", aseveró el funcionario.

En el mismo sentido se pronunció el secretario de Gobierno, Alejandro Encinas Rodríguez, quien además informó que se continuará con la remodelación del inmueble, "que lleva cuatro años parada"; calculó en 60 millones de pesos el costo de la rehabilitación del hospital, recursos que tendrán que aportar tanto el gobierno central como la jefatura delegacional, indicó.

El titular de la Secretaría de Gobierno explicó que el equipamiento médico correspondiente a rehabilitación y odontología con que contaba el hospital Pediátrico fue trasladado al Galo Soberón, "que está a 10 cuadras de ahí", por lo cual "se va a mantener en Azcapotzalco", y la razón de la mudanza fue que esa infraestructura está destinada tanto para población adulta como infantil.

Encinas Rodríguez negó que la situación que se vivió durante las últimas semanas haya provocado afectaciones a la salud de los habitantes de la demarcación y confió en que en esta semana se regularizará el servicio en el nosocomio.

Con respecto a las posibilidades que se ofrecerán a la PBI para que cuente con un centro médico, el secretario de Gobierno dijo: "vamos a platicar con ellos porque hay que pensar en un hospital, ya que estamos hablando de alrededor de 70 mil derechohabientes".

Por su parte, el subsecretario de Gobierno, Martí Batres, se refirió a la intención que tenían las autoridades del GDF de ceder las instalaciones a la PBI: "simple y sencillamente es un proyecto que no se va a llevar a cabo, era una idea que se había plan-teado originalmente, pero finalmente el hospital seguirá funcionando como hasta ahora".

Al enterarse de la nueva decisión de las autoridades, los inconformes que se mantienen en plantón en las inmediaciones del hospital aseguraron que no estarán satisfechos hasta que "haya un documento por escrito" que garantice que el nosocomio continuará funcionando como hasta ahora.

Apenas el domingo pasado la secretaria de Salud, Asa Cristina Laurell, ofreció una conferencia de prensa al respecto, durante la cual no precisó a ciencia cierta lo que ocurriría con el hospital, por lo cual Andrés Manuel López Obrador tuvo que señalar ayer: "se informó, pero a lo mejor no fue lo suficientemente claro, pero de una vez aprovecho para decirles que se va a mantener abierto".

Sin abundar más en el tema, el jefe de Gobierno argumentó que la determinación que se había tomado partió de una valoración técnica en la cual no se consideraron otros elementos, por lo que dijo: "por eso cuando se eleva a rango supremo la técnica, las cosas no marchan bien; hay que tomar en cuenta a la gente en primer lugar, y eso es lo que puedo informarles".