México D.F. Sábado 17 de enero de 2004
Gustavo Leal F.*
Crisis en la "clave técnica" gubernamental
Ƒque define a un gobierno no tradicional? ƑQué lo distingue de otros cuando decide enfrentar el manejo efectivo de las legítimas demandas sociales? En primer lugar, destaca su capacidad para extender la dimensión participativa y de proximidad con la ciudadanía que lo eligió, seguida de su vocación para interactuar con redes de actores públicos en escenarios que se reconocen, ex-ante, de alta incertidumbre y complejidad. Pero, sobre todo, en un gobierno no tradicional lo que sobresale es su franca aceptación del reto de intentar aprender en el proceso mismo de la toma de decisiones.
No se trata de un simple cambio en los términos operativos del Estado. Se juega otra transformación que involucra al núcleo de las relaciones entre la política y la sociedad. En este sentido, un gobierno no tradicional es, por antonomasia, no sólo no tecnocrático, sino básicamente antitecnocrático: está dispuesto a no imponer y, en esta medida, a educarse en su propia experiencia gubernamental.
Con su habitual ausencia de horizonte histórico, por no decir redonda ignorancia, los tecnócratas del foxismo -extensión pura de los delamadristas (Pedro Aspe), salinistas (Francisco Gil Díaz) y zedillistas (Santiago Levy) previos- gustan denominar "populista" todo compromiso de gobierno incapaz de establecerse a sí mismo en "clave técnica". Por ejemplo, el IVA generalizado es la "mejor" solución.
El debate presupuestal del Congreso de la Unión en diciembre pasado mostró la elasticidad ética de los propulsores de esa "clave". Se dio el caso de un cínico subsecretario de Hacienda, Carlos Hurtado, quien (cantando la vieja tonada de los neoelbistas Francisco Suárez Dávila y Tomás Ruiz Jr) atropelló facultades exclusivas del Poder Legislativo y todavía intentó chantajear a ciertos representantes populares, esgrimiendo la "clave técnica" que le dictó su único jefe: Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda del gobierno del cambio.
Hasta un pobre diputado: Francisco Rojas, tristísimo y alicaído presidente (también neoelbista) de la Comisión de Presupuesto, debió aguantarle, cabizbajo, toda laya de gritos, reproches, insultos y denuestos "técnicos".
Pero sucede que, también en "clave técnica", la Secretaria de Salud del Gobierno del Distrito Federal (GDF) decidió motu proprio cerrar el frecuentado Hospital Pediátrico de Azcapotzalco con el argumento de que "deje de atender a la población infantil y brinde servicios a la Policía Bancaria e Industrial (PBI)" (La Jornada, 5 de enero). Para apoyar la "decisión", en esta oportunidad se aludió un "replanteamiento de integración del Sistema Regional de Servicios de Salud" o "refuncionalización", dicho en el impreciso lenguaje del secretario de Gobierno del GDF, Alejandro Encinas.
ƑCuándo y dónde consultó la Secretaría de Salud del gobierno de la esperanza a pacientes, vecinos y usuarios del hospital de Azcapotzalco? ƑCuándo y cómo decidió con ellos el destino del nosocomio? ƑDe dónde proceden las certezas de la "clave técnica" que estima la ocupación hospitalaria del gobierno que encabeza López Obrador?
Si acaso, la Secretaria de Salud del GDF comunicó, sin establecer claramente la suerte del hospital, que la "población infantil de Azcapotzalco ha disminuido y ahora es una zona donde las personas adultas tienen un peso importante. La ocupación del hospital es muy baja. Vamos a presentar un plan de refuncionalización. En este momento no tengo claro exactamente qué buscaríamos, o más bien lo que haríamos". Aunque cabe preguntar: Ƒsólo depende de la "clave técnica" de "su" secretaría? ƑY la voz de la comunidad de Azcapotzalco a la que supuestamente representa y sirve?
Pocas horas después de estas manifestaciones, López Obrador anunció que el gobierno capitalino "rectificará" su decisión sobre el hospital, el "cual seguirá atendiendo a la población infantil de la zona", y concluyó que hay que "tomar en cuenta, en todas las decisiones, la opinión de la gente".
Desde el punto de vista de López Obrador, la medida fue adoptada tras realizar una "valoración técnica". Pero también mencionó que debieron "valorarse otros elementos", mientras, aparentemente muy seguro, Encinas declaraba que el hospital "continuará dando servicio a los niños" y la intención de trasladarlo a la Policía Bancaria e Industrial "quedó cancelada".
Hay que atribuir, sin duda, esta rectificación a los reclamos, manifestaciones y movilización de los vecinos de Azcapotzalco. Pero las precisas palabras de López Obrador sobre el conflicto también pueden ser leídas en términos de la aguda crisis en que mal sobrevive el ya vencido paradigma de la "clave técnica" gubernamental: "a esto se le llama", dijo, "en el lenguaje tecnocrático, eficientar, es decir, utilizar mejor los recursos con los que se cuenta. Por eso, cuando se eleva a rango supremo la técnica", subrayó, "las cosas no marchan bien. Hay que tomar en cuenta a la gente". * Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
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