México D.F. Sábado 17 de enero de 2004
Investigadores vaticinan que proseguirá la pérdida de puestos en ese sector
Seguirá estancado el poder adquisitivo de obreros de la industria automotriz
Líderes sindicales critican actitud pasiva de Fox, por alentar la inversión sin condiciones
FABIOLA MARTINEZ
La perspectiva de recuperación del poder adquisitivo y del empleo de los trabajadores de la industria automotriz en México y Estados Unidos es mínima, ya que se espera un estancamiento en el nivel de ventas respecto al año anterior, así como mayor preferencia por los vehículos producidos en países asiáticos, especialmente en Corea.
Steve Babson, especialista en asuntos laborales de la Universidad de Wayne, en Detroit, expresó que es impresionante la disparidad de salarios en ambos países, porque mientras un obrero de la industria automotriz asentada en Estados Unidos percibe 26 dólares por hora, un trabajador mexicano recibe poco menos de ese monto, pero en una jornada completa de ocho horas, aun cuando los estándares de calidad puedan ser idénticos.
En una reunión de dirigentes sindicales de empresas de la industria automotriz (Volkswagen, Ford, Nissan y plantas ensambladoras de autopartes), diversos participantes rechazaron el discurso del presidente Vicente Fox del pasado jueves, en el cual afirmó que 2004 será "el año del crecimiento".
Aseveraron que el menos indicado para predecir el futuro de la industria, especialmente la automotriz, es el presidente Fox, porque su gobierno no se ha interesado en reconocer la debilidades estructurales que se han generado a partir de su "actitud pasiva" frente a las trasnacionales, esto es, alentar la inversión sin condiciones, mientras en otros países -como Brasil- las autoridades han podido negociar una agenda nacional para este sector.
Huberto Juárez, especialista en el tema e investigador de la Universidad Autónoma de Puebla, señaló que el promedio salarial de obreros en las cinco empresas terminales más importantes de la industria automotriz mexicana es de 230 pesos por día, sector que tampoco escapó a la caída de 9 por ciento en las percepciones reales en la industria manufacturera.
A ello se agrega la condición crítica por la que atraviesan los obreros de las plantas de autopartes, cuya capacidad adquisitiva va en descenso, además de la "brusca caída" en el pago de prestaciones, derechos contractuales vinculados a la antigüedad, aguinaldo y primas vacacionales, así como en bonos, premios y estímulos.
En materia de empleo, ambos investigadores coincidieron en que puede continuar el saldo negativo, los despidos y la pérdida de puestos de trabajo, debido no sólo a la contracción de la economía de la región, sino a la propia dinámica del mercado global de vehículos, en la que trasnacionales deciden, de manera unilateral, el mercado al que habrán de llevar la producción de sus modelos.
Para México, especialmente Ford y Volkswagen, las perspectivas tampoco son favorables, porque el consumidor estadunidense ha preferido en años recientes camiones y camionetas por encima del automóvil tradicional.
Reunidos en la sede del sindicato de telefonistas, los dirigentes gremiales y los integrantes de la Red de Investigadores de la Industria Automotriz en América del Norte acordaron impulsar un esquema de unidad -plantearon una federación o una coalición- para hacer frente al panorama referido, sobre todo con el fin de "remontar estas condiciones mediante la negociación colectiva.
"El proceso es largo", advirtieron, pero es necesario avanzar en los vínculos de solidaridad entre los trabajadores de la región como la única opción para no perder más plazas y nivel salarial.
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