México D.F. Miércoles 21 de enero de 2004
En nueve años el gobierno destinó
284 mil 505.3 millones de pesos sólo a intereses
Al rescate de bancos, 3 veces más recursos que
a infraestructura
Ese monto equivale a la mitad de la inversión
que requieren Pemex y la Comisión Federal de Electricidad en los
próximos 10 años para modernizarse y garantizar el abasto
de energía
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
La transferencia de fondos públicos para financiar
el costo del rescate bancario prácticamente triplicó en el
año anterior los recursos destinados por el Estado para desarrollar
obras de infraestructura, en un hecho que revela la carga que la operación
de salvamento de las instituciones de crédito, que el actual gobierno
se niega a investigar, imprime sobre el desarrollo del país.
La
canalización de menos recursos públicos a la inversión
física que al rescate financiero ocurre desde el momento mismo en
que el gobierno del entonces presidente Ernesto Zedillo decidió
comprometer dinero de los contribuyentes para evitar la quiebra del sistema
financiero, el que posteriormente y después de haber sido saneado,
fue entregado a inversionistas extranjeros.
Entre 1995 y hasta diciembre de 2003 el gobierno ha destinado
284 mil 505.6 millones de pesos para cubrir a los banqueros el interés
derivado del rescate de las instituciones financieras, de acuerdo con información
del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores y la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público (SHCP). Esta cantidad superó en 70 por ciento el
monto de recursos públicos canalizados durante el mismo periodo
a financiar la inversión física gubernamental, que en ese
lapso alcanzó 165 mil 697.9 millones de pesos.
Sólo en 2003, la partida presupuestal para cubrir
el costo de los intereses del rescate bancario, que es pagado sin que disminuya
el capital de la deuda asumida por el Estado, ascendió a 30 mil
410.88 millones de pesos. En ese mismo año el gobierno federal destinó
a inversión física 12 mil 472.86 millones de pesos.
Los recursos pagados por los contribuyentes mexicanos
en estos nueve años al rescate bancario equivalen a la mitad de
la inversión requerida en la siguiente década por Petróleos
Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad para lograr
su modernización y garantizar el abasto de energía. Las propuestas
para privatizar esta industria tienen su argumento principal en la carencia
de recursos públicos para atender las necesidades de inversión
en ambas paraestatales.
Aun con la transferencia de recursos públicos a
la banca para pagar el costo del rescate financiero, la deuda asumida por
la administración del ex presidente Zedillo y que actualmente es
objeto de polémica sobre su legitimidad no ha disminuido.
En 1998, cuando prácticamente habían concluido
las operaciones de saneamiento de los bancos con recursos públicos,
la deuda por estas operaciones alcanzó 518 mil millones de pesos.
Según la Auditoría Superior de la Federación (ASF),
órgano de fiscalización del Congreso, los pasivos llegaron
en noviembre a un billón de pesos y cerraron el año en un
billón 12 mil millones de pesos. Esta cantidad supera inclusive
el saldo de la deuda externa pública, que según la SHCP es
de 78 mil 477.1 millones de dólares, unos 855 mil 400.39 millones
de pesos.
Desde mediados del año pasado el rescate bancario
que siguió a la crisis desatada por la devaluación de diciembre
de 1994 ha sido objeto de polémica. Primero, cuando la ASF detectó
que cuatro instituciones (Banamex, Bancomer, Bital y Banorte) habrían
recibido beneficios de manera irregular, señalamiento que los cuatro
bancos rechazaron. La Auditoría Superior recomendó una nueva
auditoría, pero los bancos iniciaron un proceso legal para evitarla.
Después, el IPAB dio a conocer que no realizará
el intercambio de pagarés Fobaproa hasta que los cuatro bancos no
se sometan a una revisión. El intercambio es indispensable si las
instituciones desean que los papeles que recibieron durante el gobierno
del ex presidente Zedillo, avalados por el Fobaproa pero no por el Congreso,
sean intercambiados por bonos IPAB, que tendrían el respaldo del
instituto.
Actualmente la junta de gobierno del IPAB es básicamente
afín al gobierno federal.
El domingo pasado La Jornada publicó que
la SHCP negocia en secreto con Banamex, Bancomer, Bital y Banorte un acuerdo
para cargar a los contribuyentes más de 109 mil millones de pesos
que las cuatro instituciones habrían recibido como apoyos irregulares
durante el rescate financiero.
Otros reportes apuntan a que el monto podría alcanzar
hasta 167 mil millones de pesos y que la aprobación por parte del
IPAB de esta maniobra estaría prácticamente lista, dada la
afinidad de los integrantes de la junta de gobierno del instituto con el
secretario de Hacienda, Francisco Gil, quien antes de ocupar el actual
cargo fue un alto ejecutivo del corporativo propietario de Banamex.
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