México D.F. Miércoles 21 de enero de 2004
Expertos ofrecen datos menos triunfalistas:
más de 2 millones han perdido su empleo
La vocación de EU, "encabezar la causa de la
libertad": Bush
Reafirma en su informe anual propuestas ultraconservadoras
y defiende su plan económico
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 20 de enero. El presidente George W.
Bush reafirmó esta noche el derecho de su país para dictar
el futuro del mundo, justificó la guerra en Irak como el inicio
de una misión democratizadora de Medio Oriente, pero negó
que Estados Unidos sea un imperio.
En su informe anual ante el Congreso esta noche, Bush
solicitó al Capitolio promover su reforma migratoria y reafirmó
a la vez varias propuestas ultraconservadoras, incluida la promoción
de la abstinencia sexual, la defensa del matrimonio y un papel social más
amplio para las instituciones religiosas.
"Estados Unidos es un país con una misión,
y ésta proviene de nuestras creencias más básicas.
No tenemos ningún deseo de dominación, ninguna ambición
de imperio. Nuestro objetivo es una paz democrática, fundada sobre
la dignidad y los derechos de cada hombre y mujer. Estados Unidos actúa
en esta causa con amigos y aliados al lado, sin embargo, entendemos nuestra
vocación especial: esta gran república encabezará
la causa de la libertad", declaró Bush.
Dijo que cientos de miles de integrantes de las fuerzas
armadas estadunidenses "están desplegados en el mundo en la guerra
contra el terror. Al traer esperanza a los oprimidos y entregar a la justicia
a los violentos, están haciendo más seguro a Estados Unidos".
Agregó que en la seguridad interna también están vigilando
al país contra la amenaza del "terror".
En su discurso de casi una hora transmitido en vivo a
todo el mundo, Bush no reconoció el fracaso de sus fuerzas militares
en detectar armas de destrucción masiva en Irak, e insistió
en que se han identificado "programas relacionados" con armas de destrucción
masiva. Insistió también en que esta invasión se realizó
para "aplicar las demandas de la Organización de las Naciones Unidas".
Amenazas cumplidas
Pero el resultado más importante de la guerra en
Irak, aseguró, es que ahora otros países entienden bastante
bien que las amenazas de Estados Unidos se cumplen, y señaló
el caso de Libia. Bush declaró: "Estados Unidos nunca solicitará
permiso para defender la seguridad de nuestra gente".
A la vez, señaló que Irak y Afganistán
son sólo los primeros pasos en la región. "Estados Unidos
realiza una estrategia más amplia de libertad en Medio Oriente".
Esto, añadió, implica "retar a los enemigos de la reforma"
en esta región y promover la democratización de "nuestros
amigos" y enemigos en Medio Oriente. Propuso duplicar el presupuesto del
Fondo Nacional por la Democracia (NED por sus siglas en inglés)
para promover "elecciones libres, mercados libres, prensa libre y sindicatos
libres en Medio Oriente".
Bush advirtió que su guerra contra el "terrorismo"
no ha concluido en el frente externo ni en el interno. Solicitó
al Congreso la renovación del Acta Patriótica como instrumento
fundamental en la defensa de la seguridad nacional. "Después del
caos y la carnicería del 11 de septiembre, no es suficiente presentar
demandas legales contra nuestros enemigos. Los terroristas y sus simpatizantes
declararon la guerra contra Estados Unidos, y la guerra es lo que consiguieron".
Pero el énfasis del discurso fue sobre los temas
clave nacionales, y no sobre la política exterior. Más allá
de la seguridad interna, Bush se enfocó en la defensa de su política
económica y su reducción de impuestos como la clave de lo
que calificó de auge económico.
En este contexto, instó al Congreso a promover
su iniciativa de reforma migratoria. "Propongo un nuevo programa de trabajadores
temporales para juntar a trabajadores extranjeros dispuestos, con patrones
dispuestos, cuando no se pueda encontrar un estadunidense para el puesto
de empleo", dijo. Esto, explicó, beneficiaría a la economía
y liberar recursos de la patrulla fronteriza para enfocarse en "amenazas
reales" a la seguridad nacional.
Pero desde que Bush anunció esta iniciativa, ha
sido atacado por el ala derecha de su partido, por lo que hoy reiteró:
"Me opongo a la amnistía, porque instaría más inmigración
ilegal y recompensaría injustamente a los que violan nuestras leyes".
Subrayó que su programa de trabajadores temporales
"conservará el paso a la ciudadanía para aquellos que respetan
la ley".
En este año electoral Bush también intentó
neutralizar las críticas de algunos de sus potenciales contrincantes
demócratas en las elecciones generales de noviembre. Reafirmó
su compromiso por reducir los costos de medicamentos para ancianos, incrementar
el acceso a servicios de salud y fortalecer el sistema educativo, y dijo
que sus recortes de impuestos generarían empleo este año.
A la vez, también buscó complacer a los
ultraconservadores, base electoral clave de su presidencia: "Duplicaremos
el financiamiento federal para programas de abstinencia (sexual), y las
escuelas enseñen este hecho de la vida; la abstinencia de los jóvenes
es la única manera segura para evitar enfermedades sexualmente transmitidas".
También reafirmó que su gobierno rechaza
la noción de que los gay tienen el derecho de matrimonio y, amenazó,
si es necesario promoverá una enmienda constitucional para defender
este principio.
Como siempre, el discurso acabó con tonos religiosos:
"La causa que servimos es la correcta, porque es la de toda la humanidad.
El ímpetu de la libertad en nuestro mundo es inequívoco,
y no se lleva a cabo sólo por nuestro poder. Podemos confiar en
ese poder más grande. Quien guía el desenlace de los años.
Y en todo lo que pasará, sí podemos saber que sus propósitos
son justos y verdaderos. Qué Dios siga bendiciendo a América".
La coreografía del informe anual casi siempre es
la misma, y en este año electoral el presidente también lo
utilizó para propósitos de su campaña de relección.
A la vez, siempre hay invitados especiales para ilustrar los temas del
discurso. Entre los soldados, religiosos, estudiantes, atletas y empresarios,
también estaba presente el presidente del consejo de gobierno de
Irak, quien fue reconocido por Bush desde el podio.
Sentado detrás de él, y no explícitamente
reconocido por el mandatario estaba el fundador del Congreso Nacional Iraquí,
Ahmed Chalabi. Fue la primera vez que un criminal condenado por malversación
de fondos en Medio Oriente ha sido invitado a presenciar el informe anual
del presidente.
Réplica en español
Como siempre, el partido opositor ofrece una réplica
al informe anual, y dos figuras nacionales demócratas ofrecieron
una breve crítica del discurso. Pero por primera vez también
hubo una réplica en español transmitida en vivo por medios
de comunicación nacionales latinos.
El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson,
criticó al presidente por hacer poco para abordar problemas de educación,
salud y empleo de los latinos en este país.
Richardson también utilizó la oportunidad
para rechazar la propuesta de inmigración, porque "no ayuda a los
trabajadores inmigrantes a conseguir el sueño de oro: la ciudadanía
y la legalización".
Agregó que "es un callejón sin salida",
ya que después de tres años no ofrece garantía para
permanecer aquí y, de hecho, hace que se enfrente "al peligro de
la deportación".
Vale señalar que en la réplica demócrata
tradicional en inglés, del líder de la minoría del
Senado, Tom Daschle, y la líder de la minoría de la Cámara,
Nancy Pelosi, no se mencionó el tema migratorio.
Arranca campaña de relección
Con este discurso ante un público universal (inclusive
tal vez hasta en Marte), Bush arrancó su propia campaña de
relección.
Nadie se sorprende de que el discurso, también
conocido como "estado de la nación", fue en esta ocasión
utilizado para mejorar la imagen del desde ahora también candidato
republicano a la presidencia de Estados Unidos.
En temas locales, los estadunidenses confían
más en los demócratas, según las encuestas
Washington y Nueva York, 20 de enero. El presidente
George W. Bush presentó hoy su informe anual conocido como el "estado
de la nación", en el cual abundó sobre su triunfo en Irak,
el repunte de la economía y sus esfuerzos para respetar la dignidad
de los inmigrantes, reducir los costos de los fármacos y ofrecer
seguros de salud para todos.
Pero según las encuestas recientes, la población
confía más en los demócratas que en el presidente
y el Partido Republicano, en el manejo de los llamados temas domésticos.
Bush sigue gozando de la aprobación de la mayoría, según
los sondeos, pero ese índice de apoyo muestra una tendencia a la
baja.
Algunos analistas revelan porqué no todo es color
de rosa, y ofrecen datos que muestran otra visión menos triunfalista
que la oficial del "estado de la nación". Algunos puntos que vale
la pena destacar son:
La economía: a pesar de las estadísticas
que registran una firme recuperación, 2 millones 3 mil personas
han perdido su empleo durante la presidencia de Bush quien, de continuar
esta tendencia, podría ser el primer presidente desde Herbert Hoover
(finales de los años 20 y principios de los 30) que presida un periodo
donde el número total de empleados sea negativo.
Deuda personal: por primera vez en la historia, el endeudamiento
personal llegó a un total de 2 billones de dólares.
Seguro de salud: durante el periodo de Bush, unos 3.4
millones de personas han perdido su seguro de salud. Ahora, 15 por ciento
de la población carece de éste, es decir, unos 44 millones
de personas.
No tome el agua, no respire el aire: el año pasado
más de 7 millones de estadunidenses se enfermaron por beber agua
potable. Cada día, una cuarta parte de las plantas generadoras de
electricidad y de tratamiento de agua violan gravemente las leyes contra
la contaminación.
No coma: alimentos contaminados generaron 220 millones
de enfermos desde que Bush ocupó la Casa Blanca, y han causado la
muerte a 15 mil personas.
La pobreza: en los primeros dos años de la presidencia
de Bush, 580 mil niños más viven en la pobreza y 5 por ciento
más de familias se ha quedado sin techo.
Escándalos empresariales: la corrupción,
incluso el robo de accionistas y el engaño sistemático de
ejecutivos a las autoridades, han llegado a índices sin precedente.
Ejecutivos de la empresa WorldCom mintieron sobre pérdidas de 11
mil millones de dólares, un nuevo récord. Los jefes de Enron
escondieron millones de dólares, mientras que el ejecutivo en jefe
de Tyco robó 170 millones de dólares de esa empresa para
compras personales, como una cortina para regadera de 6 mil dólares.
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