México D.F. Martes 27 de enero de 2004
Sin tregua, la presión de la resistencia
a la ocupación; mueren en ataques 6 policías iraquíes
Un error, justificar la invasión a Irak por
razones humanitarias: HRW
El organismo critica a Occidente por "soslayar las atrocidades"
del régimen de Hussein
Frustrante, no haber encontrado armas, pero ya "surgirán
pruebas", dice canciller británico
REUTERS, DPA Y AFP
Londres, 26 de enero. El presidente de Estados
Unidos, George W. Bush, y el primer ministro de Gran Bretaña, Tony
Blair, están equivocados si tratan de justificar ahora la invasión
a Irak alegando razones humanitarias, aseveró Human Rights Watch
(HRW), al tiempo que continúa la presión de la resistencia
a la ocupación, y seis policías iraquíes murieron
en las últimas 24 horas.
HRW criticó a Occidente por soslayar las atrocidades
de Saddam Hussein -como la matanza de kurdos en 1988- en un momento en
que éstas pudieron haber justificado una intervención armada.
"A pesar de lo brutal que fue el régimen de Saddam
Hussein, la magnitud de los asesinatos del gobierno iraquí en marzo
de 2003 no fue tan excepcional y nefasta para que justificara una intervención",
indica el informe de HRW.
Previo a la invasión, Bush y Blair citaron las
presuntas armas de destrucción masiva como el motivo principal para
lanzar la guerra. Pero ante la ausencia de evidencias sobre dichas armas,
ahora enfatizan el carácter tiránico de Hussein y sus supuestos
vínculos con la red Al Qaeda, señalan analistas.
Antes de recurrir a la guerra, la comunidad internacional
debería haber agotado la opción de un juicio criminal, como
los que contribuyeron a derrocar al líder serbio Slobodan Milosevic
y al ex presidente de Liberia, Charles Taylor, agregó Roth.
Piden a Bush "admitir su error"
Una
comisión independiente de expertos instó este lunes a Bush
a admitir su error respecto de su afirmación de que Hussein poseía
armas de destrucción masiva.
Joseph Cirincione, director de la Fundación Carnegie
para la Paz Internacional, dijo hoy en la sede de la Organización
de Naciones Unidas en Nueva York, que ve confirmada su información
por lo dicho por el ex jefe del equipo estadunidense de inspectores de
armas en Irak, David Kay, quien declaró que en el país árabe
no había armas.
La comisión de expertos de la fundación
condenó desde el inicio la guerra en Irak y sostuvo en un informe
presentado el 8 de enero pasado que las armas que poseía ese país
no constituían un peligro inminente para Estados Unidos.
El informe también concluye que el desarrollo de
armas de destrucción masiva en la nación invadida ya había
sido suspendido desde hace años y que las declaraciones del servicio
secreto estadunidense sobre armas nucleares y biológicas supuestamente
en poder de Hussein eran exageradas.
En este sentido, el vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan,
indicó en Washington que "la decisión de derrocar a Saddam
Hussein fue buena, representaba una peligrosa y creciente amenaza y el
presidente tomó una buena decisión al derrocarlo", y agregó
que Estados Unidos seguirá buscando esas armas.
El ministro de Relaciones Exteriores británico,
Jack Straw, insistió en que la guerra contra Irak estuvo justificada.
En declaraciones a la BBC Radio, Straw afirmó que era frustrante
no haber descubierto armas, pero no quiso aceptar que no existieran. "Surgirán
muchas más pruebas", declaró.
En Roma, el vicepresidente estadunidense, Richard Cheney,
pidió durante una visita oficial que los países de la Organización
del Tratado del Atlántico Norte y la Unión Europea refuercen
la cooperación para luchar contra el terrorismo.
El pedido de Cheney fue hecho ante el Senado italiano,
donde reiteró la determinación de Estados Unidos de emplear
la fuerza militar "como último recurso" para resolver crisis internacionales,
como ocurrió en Irak.
A su vez, Bush se congratuló este lunes de la captura
la semana pasada en Irak de un presunto miembro de Al Qaeda, en un discurso
en Little Rock, Arkansas. Hasan Guhl, de nacionalidad paquistaní,
es considerado veterano de la red de Osama Bin Laden, responsable de los
atentados de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
En tanto, seis policías iraquíes murieron
en dos ataques ocurridos las últimas 24 horas al oeste de Bagdad,
indicó este lunes la policía. Dos oficiales murieron en un
retén a manos de individuos que les dispararon desde un automóvil
en marcha en la carretera de Al Amiriyah, 75 kilómetros al suroeste
de Bagdad, afirmó el jefe policiaco Salah Mehdi. Un tercer agente
y dos civiles resultaron heridos en el ataque. Mientras, cuatro policías
iraquíes murieron el domingo por la noche al ser alcanzados por
disparos en una comisaría en Ramadi, a 100 kilómetros al
oeste de Bagdad, aseguraron fuentes iraquíes.
Finalmente, un cohete, disparado el lunes por la noche
contra el cuartel general de las fuerzas invasoras en Bagdad, estalló
en un estacionamiento sin causar víctimas ni daños materiales,
indicó el ejército estadunidense.
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