México D.F. Martes 27 de enero de 2004
Señalan que Mercedes Benz ayudó
a la dictadura "a erradicar elementos negativos"
Cuestionan ex trabajadores informe sobre desapariciones
en Argentina
El ex represor Rafael Videla se niega a declarar por
el homicidio de dos alemanes
STELLA CALLONI/II Y ULTIMA CORRESPONSAL
Buenos Aires, 26 de enero. El informe encargado
por la empresa DaimlerChrysler, ante las denuncias de su colaboración
con la pasada dictadura militar argentina (1976-83), dejó insatisfechos
a muchos. "Los ex trabajadores de Mercedes Benz decimos que la industria
fue cómplice e instigadora de prácticas inhumanas", afirman
delegados gremiales que fueron secuestrados entonces por las fuerzas militares.
La empresa "donó un aparato de neonatología
al Hospital Militar del centro de detención clandestino de Campo
de Mayo, donde los militares se apropiaron de varios niños de detenidas-desaparecidas,
las cuales dieron a luz en cautiverio".
"¿Por qué el señor Christian Tomuschat
(el experto en derecho internacional que realizó el informe y eximió
de cargos a la empresa) no solicitó los libros de maternidad en
su visita a Campo de Mayo para comprobar si en ese hospital se atendió
algún parto durante la dictadura? ¿Por qué razón
se contrató al torturador (Rubén) Lavallén como jefe
de seguridad en la planta?", cuestionan.
También
preguntan: ¿por qué no se investigó el hecho de que
la empresa denunció a los integrantes de la comisión gremial
con los datos y direcciones de los integrantes? "Tomuschat equipara un
valor como la vida de los trabajadores con la actividad económica
de la empresa. Para nosotros el valor es la vida, pero jamás cuestionamos
la continuidad de la empresa porque siempre defendimos nuestra fuente de
trabajo y luchamos, junto con nuestros compañeros asesinados, por
mejores condiciones de trabajo y aumentos salariales", explicaron los sobrevivientes
el año pasado.
También quedó en evidencia en el documental
Milagros no hay que los responsables de Mercedes Benz favorecían
"un sindicalismo amarillo (propatronal) y corrupto", y que "por los convenios
colectivos firmados en 1975 Mercedes Benz se obligaba a dar uno por ciento
del total de sus ventas a un 'fondo extraordinario' cuyo fin era 'erradicar
los elementos negativos'", sostienen los sobrevivientes.
Los trabajadores de Mercedes Benz también sufrieron
en 1975 la persecución de grupos armados ligados con la Alianza
Anticomunista Argentina (Triple A). Estos actuaron dentro de la fábrica
"con la anuencia de directivos y jefes de la empresa", y en el informe
de Tomuschat se confirma que existieron contactos de la empresa con los
servicios de inteligencia del Estado, "pero no profundiza qué tipo
de contactos, pues afirma también que había simpatías
muy fuertes con la dictadura militar".
También se estableció que en 1976, "en reiteradas
oportunidades, el ejército ingresaba a distintas horas a la planta.
Misteriosamente, poco antes de las desapariciones, fueron cambiadas todas
las credenciales de los trabajadores y fuimos fotografiados dentro de la
planta. Ahora sabemos que nuestra sospecha era verdad: Tomuschat admite
que estas fotos fueron entregadas por la empresa a los servicios de inteligencia".
En diciembre del año pasado la periodista Gaby
Weber, en un informe especial para la agencia Agenpress, cuestionó
el informe de Tomuschat, al asegurar que había suficientes datos
para procesar al ex directivo Juan Tasselkraut por su complicidad en el
asesinato del trabajador Diego Núñez.
Lamentablemente la justicia alemana clausuró la
causa contra Mercedes Benz el 7 de diciembre de 2003. El ex ministro, ex
canciller y actual diputado peronista Carlos Ruckauf debió comparecer
en esta causa, ya que un documento de Mercedes Benz admitía su esfuerzo
en 1975, cuando era ministro de Trabajo, "por eliminar elementos subversivos
de las fábricas".
Weber señaló también que Tomuschat
basó su informe en los documentos entregados por la empresa, y en
cambio rechazó la entrega de documentación y pruebas del
abogado de las víctimas, Ricardo Monner Sans, así como testimonios
de los ex trabajadores de Mercedes Benz Argentina.
En tanto, el ex dictador Jorge Rafael Videla y el ex jefe
del cuerpo I del ejército, Guillermo Suárez Mason, se negaron
a declarar hoy por el homicidio durante la dictadura de dos ciudadanos
alemanes, como había solicitado un magistrado de Nuremberg. Su extradición,
así como la del ex jefe de la Marina Emilio Massera, ha sido solicitada
por la justicia de Alemania.
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