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México D.F. Martes 27 de enero de 2004
TIEMPO DE BLUES
Raúl De la Rosa
Música klezmer
Primera llamada
"A DESPECHO DE los diversos experimentos musicales
que han tenido lugar en este siglo, muchos artistas no han renunciado a
los valores del pasado, a esos que tienen más probabilidad de llegar
al corazón de la gente, aunque sin dejar que su lenguaje resulte
anticuado", escribió Yehudi Menuhin.
HOY DIA, LA demanda y consumo de la música,
adquiere proporciones descomunales, la industria del entretenimiento genera
billones de dólares anualmente y esto ha influido notablemente en
la creación musical: las disqueras exigen éxitos y artistas
que vendan millones de copias.
CADA VEZ SON más los jóvenes músicos
en busca de los géneros tradicionales, de los que toman formas,
ritmos y sonidos, como decía Menuhin: "De llegar al corazón
de la gente".
EN
EUROPA DEL Este, desde el Mar Báltico hasta el Mar Negro, ha
florecido uno de los géneros populares más interesantes,
resultado de múltiples fusiones de lenguas y pueblos que abarcan
a Rusia, Polonia, Ucrania, Lituania, Latvia, Eslovaquia, Grecia, Turquía,
Hungría y, principalmente, Rumania y el pueblo gitano. La música
klezmer, música creada por las comunidades judías de Europa
Central.
AUNQUE ESTE GENERO se empieza a conformar hace
mil años en ese imperio sin rey, sin ejército, ese veltele
(un mundo dentro de otro mundo) que fue el hogar de la mayoría
del mundo judío, no es sino hasta finales del siglo XIX y principios
del XX que la música klezmer tiene mayor difusión, gracias
a la invención del fonógrafo.
ESTE GENERO VERNACULO es música para celebrar.
En bodas, fiestas y bailes, está presente también son conocidos
los músicos callejeros que tocan por monedas. Actualmente es interpretada
también por músicos no judíos; destacan los gitanos,
principalmente de las comunidades de Rumania.
LA LENGUA DEL klezmer es el yiddish, que
tiene elementos del antiguo alemán con el hebreo y lenguas eslavas,
con un toque de francés e italiano antiguos.
Segunda llamada
HOY DIA HA florecido la música klezmer.
Son numerosos los grupos que interpretan este género, cargado de
una intensidad que refleja el contexto en el cual se ha creado, una interacción
maravillosa entre los elementos tradicionales judíos, como los cantos
de la Sinagoga o los familiares, con ingredientes regionales no judíos,
como las músicas tradicionales de varios pueblos de Europa e incluso
el jazz.
MUSICA LLENA DE sentimiento y energía, que
hace llevar el ritmo a quien la escucha. Han existido músicos virtuosos
e inclusive violinistas de la talla de Itzhak Perlman, quien considera
a la klezmer como "su música", con la que creció y ha sido
su mayor influencia. Hace unos años, en el Auditorio Nacional, Itzhak
Perlman dio un concierto con varios grupos de música klezmer e hizo
levantarse de sus butacas a los miles que fuimos a escucharlo.
LAS PRIMERAS GRABACIONES de música klezmer
se realizaron entre 1908 y 1927, en ciudades tan distantes como Estambul
y Nueva York.
EL RESURGIMIENTO EN Estados Unidos de este género
tuvo lugar en los años 70, cuando Lev Liberman formó un pequeño
grupo en San Francisco, en 1973, que se presentó en algunos cafés
y bailes con el violinista Davis Skuse. Juntos reconstruyeron y adaptaron
el sonido klezmer a los instrumentos tradicionales de esos grupos, como
el clarinete, el trombón, la tuba, la trompeta, el violín,
el saxofón, la tambora y los platillos, a los que le agregaron el
acordeón.
EL DOMINGO PASADO asistí a la recepción
ofrecida con motivo del primer Festival de Cine Judío que se realiza
en la capital de la República y tuve una gran sorpresa: el grupo
que amenizó la cena interpretaba música klezmer; su director,
Yale Strom, resultó ser el director del documental que inauguró
este encuentro; su esposa Elizabeth Schwartz es la cantante del grupo sui
generis, pues estaba integrado por cuatro músicos mexicanos,
no judíos: contrabajo, acordeón, batería y clarinete.
Hubo palomazo de Abraham Rechthand, violinista mexicano.
ESTA DIVERTIDA E inesperada actuación me
confirmó dos cosas: la primera, que el público esa noche
estaba igual que el aire acondicionado, gélido; para algunos miembros
de la comunidad judía en México la música klezmer
se quedó lejos, del otro lado del océano; y la segunda fue
que la música tiene la magia de convocar a los seres humanos sin
importar país, credo o color. Arriba, en el escenario, se dio la
utopía posible con la ancestral música klezmer que nos llevó
a esa casi olvidada hermandad entre los hombres.
DISCOGRAFIA The Klezmorim, Arhoolie Records
cd-309. Klezmer. In the Fiddler's house, con Itzhak Perlman, EMI
Classics. Garden of Yidn, con Yale Strom, Naxos World.
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