México D.F. Sábado 31 de enero de 2004
El libro Eternidad fugitiva propone una
revisión de los acervos de la Fundación Televisa
Desde México, un recuento de la historia universal
de la fotografía
El curador Alfonso Morales realizó la investigación,
los textos y la selección de imágenes
Proyectan presentar una magna muestra itinerante en
Europa, Estados Unidos y en el país
MERRY MAC MASTERS
Contar una historia de la fotografía universal,
desde México y con materiales propios, es la propuesta de las colecciones
fotográficas de la Fundación Televisa.
Una selección del acervo formado por Manuel Alvarez
Bravo para esa empresa, así como otra colección de arte contemporáneo
-60 por ciento es de fotografía- del desaparecido Centro Cultural/
Arte Contemporáneo (CC/AC), ''dialogan" en un libro.
El volumen pronto se presentará como el proyecto
de ''la primera gran muestra de exportación" de la fundación,
con miras a exhibirse en Europa y Estados Unidos, sin olvidar a México.
Lectura más dinámica
Si la primera edición de Eternidad fugitiva
(2003) fue de ''indole corporativa", una segunda impresión busca
ser accesible al público, a la vez que animar una muestra internacional
itinerante.
El libro ya se presentó en la pasada Feria del
Libro de Francfort, Alemania.
Para
Mauricio Maillé, director de artes visuales de la Fundación
Televisa, este proyecto editorial es resultado del trabajo realizado en
los recientes dos años y medio desde que la instancia reinició
sus labores, y donde ha sido primordial investigar las diferentes colecciones.
En esas investigaciones, la fotografía ha tomado
un papel esencial debido al gran patrimonio fotográfico presente
en cerca de 4 mil imágenes entre ambos acervos.
Eternidad fugitiva es entonces un primer resultado
de la lectura de esas colecciones de una manera ''más dinámica".
De acuerdo con Maillé, el libro apunta de modo
claro hacia ''dónde nos dirigiremos en los próximos años
en materia cultural de las artes visuales".
Y, además, de forma ''muy natural en una empresa
como Televisa", pues la fotografía se integra a ''un posible perfil
o las herramientas con las que una empresa se dedica a comunicar".
La ''época gloriosa" de los años 90 quedó
en el pasado, cuando la fundación tenía una ''enorme cantidad
de recursos y se podían adquirir obras muy caras en el mercado",
que tenían salida por medio del CC/AC, un ''gran museo" a la altura
de una empresa ''gigantesca".
A Maillé, no obstante, le interesa ''darle una
lectura más compleja y ver de qué manera, no sólo
hacia lo grande, sino más bien hacia adentro, podemos seguir escarbando
en la historia de la imagen en México, que está íntimamente
implicada con lo que es la trayectoria de una empresa dedicada a documentar
y contar relatos".
Valoración del patrimonio
Al área de artes visuales de la fundación
le correspondería interpretar el material fotográfico con
los nuevos lenguajes que se manejan en cuanto a la imagen y buscar interpretaciones
más contemporáneas.
Maillé, inclusive, desea ''reactivar" las adquisiciones
para ''dinamizar" el acervo.
Como la empresa ''no está en condiciones de darnos
dinero", el promotor cultural plantea vender algunas piezas de la colección
de arte contemporáneo.
Para evitar ''decisiones arbitrarias", cualquier acción
de ese tipo se hará mediante un comité de expertos, a la
vez que se discutirá con ''personas de la empresa".
En la actualidad se negocia la adquisición de un
conjunto ''importante" de imágenes de Manuel Ramos y buscan establecer
vínculo con el archivo Casasola.
Por medio de la fotografía, considera Maillé,
podemos cumplir una función de valoración y recuperación
del patrimonio de México. Eso no excluye la compra de una imagen
de ''un chino o un vienés", ni ''quedarse en lo tradicional".
Su idea es ''fortalecer la parte de la imagen alrededor
de las nuevas tecnologías".
El ''primer borrador" de Eternidad fugitiva fue
la exposición Citas con el espejo, organizada hace dos años
en el Museo Universitario de Ciencias y Arte, con motivo del centenario
de Manuel Alvarez Bravo.
Al revisar la colección formada por el fotógrafo,
el curador Alfonso Morales y las personas que colaboran con él,
se dieron cuenta que si bien Alvarez Bravo había dejado de comprar
material a partir de 1986, de hecho la fotografía se siguió
adquiriendo y utilizando para los proyectos museográficos de las
instituciones que la resguardaban, en particular del CC/AC.
De pronto había un panorama de lo que fue la fotografía
durante buena parte del siglo XX, con sus antecedentes en el XIX, lo que
establecía más vínculos.
Entonces, ''nos propusimos hacer una revisión de
todas las colecciones fotográficas bajo la custodia de la Fundación
Televisa, si bien la de Alvarez Bravo está en Casa Lamm y la otra
en las oficinas de la empresa, en Santa Fe", explica Morales.
El fruto de esa revisión es el libro Eternidad
fugitiva, con investigación, textos y selección de imágenes
de Morales, quien sostiene que el título es ''una idea desprendida
de una página de Marcel Proust".
También se remite a Luz y tiempo, exposición
organizada por el CC/CA en 1995 de la colección formada por don
Manuel.
Si
antes existía la presunción de ''congelar el tiempo" y, por
tanto, hablar de inmortalidad, hoy día eso ha sido superado y ''ya
no preocupa a los fotógrafos contemporáneos".
Para Morales, Eternidad fugitiva es ''una revisión
desde miradores contemporáneos de un extraordinario cuerpo de imágenes
que sumados los dos acervos es fascinante por la comunicación que
hay entre autores muy nuevos y documentos muy antiguos".
Por ejemplo, ''que Hippolyte Bayard se haya mostrado a
sí mismo como cadáver de un ahorcado, no está muy
atrás de lo que hace Cindy Sherman con sus retratos".
La búsqueda de ''coloquios para que chocaran las
imágenes enfrentadas en estos discursos" produjo el volumen.
Eternidad fugitiva no abarca ''todas las imágenes
-cerca de 4 mil-, ni todos los autores" presentes en las colecciones.
Al asumir que Luz y tiempo fue el ''inventario
de los autores que formaban parte de la colección de Alvarez Bravo,
quisimos superar esta estructura autoral para ver en qué punto había
afinidades o simpatías entre las miradas, no importa de qué
país o de qué tiempo sean".
Al presente ''catálogo temático" se agregaron
pequeños ensayos para unir materiales que en apariencia no fueron
hechos con los mismos propósitos.
El proyecto, expresa Morales, demuestra que sí
se puede contar una historia universal de la fotografía desde México.
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