México D.F. Domingo 1 de febrero de 2004
El juez descubrió valiosa evidencia sobre
el tema
La justificación de Blair para ir a la guerra,
desbaratada por Hutton
PAUL WAUGH THE INDEPENDENT
Londres, 31 de enero. Brian Hutton aseguró
que la razón que dio Tony Blair para ir a la guerra contra Irak
-la amenaza de sus armas de destrucción masiva- estaba excluida
de sus atribuciones. Sin embargo, la investigación del magistrado
descubrió valiosa evidencia so-bre el tema, incluyendo correos electrónicos
y documentos previamente clasificados, que revelaban la labor de inteligencia
detrás del tristemente célebre dossier.
Más
aún, prácticamente todos los expertos en el campo concluyeron
que Saddam Hussein no tenía grandes arsenales y que no había
desarrollado significativamente sus programas de armamento desde la Guerra
del Golfo, de 1990 a 1991.
The Independent examina cómo se han desmoronado
las acusaciones sobre las armas de destrucción masiva desde que
Gran Bretaña y Estados Unidos utilizaron el fantasma de una amenaza
inminente.
1.- LA AMENAZA NUCLEAR
Como la mayor parte de las aseveraciones sobre las armas
de destrucción masiva, esta amenaza fue citada tanto en el dossier
de Downing Street, publicado en septiembre de 2002, y en el discurso de
Colin Powell ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en febrero
de 2003. El principal cargo era que Irak estaba importando tubos de aluminio
para usarlos en centrífugas para la construcción de armas
nucleares y que intentó comprar uranio en Niger.
Lo que descubrió el magistrado
La versión original del dossier británico
era cauteloso en cuanto al tema nuclear. La Di-visión de Inteligencia
de la Defensa (DID) advirtió que "Irak no será capaz de producir
suficiente material de la calidad que se necesita para fabricar una sola
arma sino hasta que hayan transcurrido, al menos, cuatro o cinco años,
y sólo en caso de que haya un levantamiento de las sanciones económicas
contra este país".
Pero el ex jefe del Departamento de Co-municación
británico, Alastair Campbell, reconoció que él y Blair
insistieron en que se tomara en cuenta una aseveración previa de
los servicios de inteligencia que sugería que un artefacto radiológico
"sucio" podía producirse en uno o dos años. Por tanto, se
enfatizó la amenaza nuclear en el dossier.
Lo que dicen los expertos
Mohamed el Baradei, jefe de la Agencia In-ternacional
de Energía Atómica, desestimó el tema de los tubos
de aluminio. La agencia también rastreó los documentos sobre
la compra de uranio en Niger y descubrió que eran falsos.
2.- LA AMENAZA QUIMICA
Colin Powell dijo a Naciones Unidas que "Irak tiene hoy
día una reserva de entre cien y 500 toneladas de agentes químicos
para armamento". El dossier aseguraba que Irak había usado
plantas para usos civiles desde mediados de los años 90 para producir
agentes químicos.
Había especial preocupación en torno a ciertas
instalaciones, como el instituto para la producción de vacunas contra
la fiebre aftosa de Al Dawrah, y el instituto de vacunas de Amariyah. Powell
aseguró también que la planta de producción de gas
fosgeno, situada en Al Qaqaa, era "particularmente preocupante" Pero la
planta fue abierta a periodistas y se comprobó que la acusación
era falsa.
Lo que descubrió el magistrado
Según la evidencia presentada por un ex-perto en
armas químicas identificado como "el señor A", éste
reveló que coincidía con el comentario de expertos iraquíes
que se-ñalaron que la referencia de la planta de fosgeno era "un
comentario bastante estúpido por parte de los británicos".
Brian Jones, ex funcionario de la DID, se quejó
porque uno de los expertos en armas químicas que trabajaba bajo
sus órdenes estaba en desacuerdo con el hecho de que el dossier
dijera que todavía se producían ar-mas químicas en
Irak.
Una evidencia presentada muy recientemente, que se añadió
a la investigación, de-mostró que la DID advirtió
el 12 de septiembre de 2002 que "no tenemos ninguna idea de cuántas
armas químicas hay, ni de las cantidades de agentes tóxicos
que existen".
Lo que señalan los expertos
Hans Blix, ex jefe de inspectores de Naciones Unidas,
dijo en su última aparición ante el Consejo de Seguridad,
en julio pasado, que los expertos "en ningún momento en-contraron
evidencia de la continuación o reanudación de programas de
armas de destrucción masiva.
David Kay, ex jefe del grupo de búsqueda para Irak,
señaló el miércoles anterior: "Casi todos nos equivocamos,
y me incluyo en esto. No descubrimos ninguna evicencia de arsenales".
3.- LA AMENAZA BIOLOGICA
Powell hizo de esta cuestión una parte medular
de su discurso ante Naciones Unidas: la aseveración de que había
laboratorios móviles en Irak en los que se produ-cían agentes
biológicos para armas.
Lo que descubrió el magistrado
Cuando Downing Street solicitó a la DID que diera
estimaciones sobre las cantidades de agentes biológicos que producía
Irak, la respuesta fue: "Esta es una petición casi imposible de
cumplir", en el sentido de que el organismo dudaba de la existencia de
laboratorios móviles.
Lo que señalan los expertos
Blix dijo que sólo había "unidades móviles
de experimentación con alimentos y talleres móviles", además
de contenedores con "equipo de procesamiento de semillas".
4.- LA AMENAZA INMINENTE
El dossier afirmaba que Saddam podía desplegar
armas químicas y biológicas en 45 minutos. El título
del documento originalmente se llamaba Programas de armas de destrucción
masiva, y se modificó por sólo Armas de destrucción
masiva.
Así, Blair pudo insistir en que las armas de destrucción
masiva eran "una amenaza inminente y seria". El presidente Bush habló
de nexos entre Saddam y Al Qaeda. Downing Street habló de "un nexo
potencial".
Lo que descubrió el magistrado
La acusación sobre los "45 minutos" provino de
una sola fuente y fue objetada por la DID. John Scarlett, presidente del
Comité Conjunto de Inteligencia, admitió que esta afirmación
se hizo en referencia a la artillería, sin incluir misiles de largo
alcance. Sir Richard Dearlove, jefe del MI6, estuvo de acuerdo en que a
la aseveración se le confirió una "prominencia exagerada".
Lo que señalan los expertos
David Kelly dijo que la afirmación de los "45 minutos"
era "risible". Brian Jones y otros expertos consideraron que se redactó
de manera demasiado fuerte. Blix señaló que la acusación
era "bastante errada". Nunca hubo evidencia del nexo entre Hussein y Al
Qaeda.
© The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca
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