México D.F. Domingo 1 de febrero de 2004
En un milenio se respiraría en la atmósfera
del planeta rojo como se hace hoy en la Tierra
En cien años podría comenzar la colonización
de Marte: científico
Los humanos que se establecieran allá serían
más ligeros y 50 por ciento más altos que aquí
Lejos de una historia de ciencia ficción, la carrera
espacial por encontrar rastros de vida en Marte o elementos que confirmen
que en el pasado existió agua líquida en su superficie ha
comenzado a cambiar la imagen que se tenía del planeta rojo.
Hoy se sabe que es capaz de albergar océanos, ríos,
lagos, bosques, climas y ecosistemas que harían de este desértico
planeta un lugar habitable, pero no sólo eso: de llegar a colonizarlo,
los primeros "marcianos" de origen terrestre podrían ser 50 por
ciento más altos que los seres humanos, más ligeros y con
un sistema esquelético-muscular muy diferente.
La exploración de ese planeta, actualmente con
dos misiones espaciales, la sonda Mars-Express, de la Agencia Espacial
Europea, y la encabezada por la Administración Nacional de Aeronáutica
y el Espacio (NASA, por su siglas en inglés), que logró enviar
con éxito a los robots gemelos Spirit y Opportunity,
tienen por misión localizar algún vestigio de que existió
agua líquida en la superficie marciana y, con ello, la posibilidad
de encontrar vida.
Demostrar que el planeta rojo alguna vez tuvo agua
en su superficie "sería un gran descubrimiento, pues podría
apoyar las hipótesis que tenemos de que existió vida en algún
momento", así como "diferentes tipos de organismos", afirmó
Rafael Navarro González, investigador del Instituto de Ciencias
Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México y
asesor para las misiones espaciales de la NASA en Marte.
Presente, elemento vital
Navarro,
experto en química analítica, atmosférica y planetaria,
aseguró que los recientes descubrimientos de la sonda Mars-Express,
que confirman la presencia de agua congelada en el casquete polar sur de
Marte, "también son muy importantes, porque nos indican que está
presente uno de los elementos esenciales para que haya existido vida en
el pasado, además de que seguramente podría haber agua en
el subsuelo, aunque hasta el momento no haya evidencia directa".
Agregó que la posibilidad de que haya existido
agua líquida en la superficie de Marte "sugiere que podría
haber surgido la vida, aunque no sabemos si se extinguió o pudo
haber continuado en algunos nichos ecológicos, como las zonas polares
o el subsuelo".
Consideramos, añadió, que en cien años
tendremos la capacidad de confirmar si hay vida en Marte, pues se calcula
que la próxima misión espacial con este objetivo se realizará
en 2009, y en 2020 podría llevarse a cabo la primera misión
tripulada al planeta rojo, "lo que significa que para fin de de
siglo podríamos determinar si es posible colonizarlo y, si es así,
en cien años más tendríamos las condiciones para tener
agua líquida y en mil años más estaríamos respirando
en la atmósfera de Marte como en la Tierra".
En caso de descartarse cualquier presencia de vida, agregó,
y con los recientes descubrimientos sobre la presencia de agua congelada
en el polo sur, se abre la posibilidad de colonizar ese planeta, pues en
teoría somos capaces de calentarlo con potentes gases de invernadero,
que podrían derretir los hielos polares y formar océanos,
ríos y lagos que existieron en el pasado, y después introducir
bacterias capaces de producir la fotosíntesis y crear oxígeno.
Navarro es pionero en el estudio del desierto más
árido del mundo, el de Atacama, en Chile, región análoga
a Marte. Afirmó que si bien generar condiciones similares a las
de la Tierra en el planeta rojo llevaría mil 200 años,
"la presencia del hombre en Marte sería mucho antes, aunque tendrá
que vivir encapsulado y usar trajes como los de los astronautas, con tanques
de oxígeno".
El hombre en Marte
Respecto a los cambios fisiológicos que sufriría
el hombre en caso de llegar a establecerse en Marte, el especialista en
cardiología aeroespacial Ramiro Iglesias Leal, presidente de la
Sociedad Mexicana de Astrobiología, aseguró que el cuerpo
humano resistiría no sólo un viaje de ida y vuelta a Marte,
el cual tiene una duración promedio de entre seis y siete meses
en cada trayecto, "sino que es posible sobreponerse a dicho esfuerzo".
Entre los principales cambios que sufriría el cuerpo
humano en su viaje a Marte, afirmó, está la atrofia muscular,
que puede alcanzar 35 por ciento, debido a que ante la ausencia de gravedad
"el cuerpo no encuentra resistencia para mantenerse de pie o sentado".
Se produciría una pérdida de calcio en los
huesos, que podría suspenderse luego de dos o tres años,
como sucede con las personas que llegan a sufrir parálisis de sus
extremidades, agregó.
La sangre y los líquidos del cuerpo también
se verán afectados, ya que ante la ausencia de gravedad tienden
a concentrarse en la parte superior del cuerpo, lo que conlleva una pérdida
de entre litro y litro y medio de líquido en los
miembros inferiores, lo que produce su adelgazamiento, afirmó.
Ante esa situación, los sensores del cuerpo activan
mecanismos para eliminar una gran cantidad de líquidos, con lo que
se pierde un volumen de sangre que puede llegar a 30 por ciento.
Las personas que habiten permanentemente el planeta, abundó,
serán más ligeras que en la Tierra, pues se estima que alguien
que pesa aquí 70 kilogramos, en Marte pesaría unos 25.
Se estima que el habitante de Marte será de estatura
muy superior a la de los seres humanos, pues los huesos largos crecerán
mucho. Así, será un individuo 50 por ciento más alto
que nosotros, expresó.
Contrario a lo que la fantasía nos ha hecho creer,
aseguró, el futuro "marciano" de origen terrestre "no será
un hombrecito verde, con gran cabeza, sino todo lo contrario: seres mucho
más altos, ágiles, livianos y con un sistema muscular y circulatorio
muy diferente".
|